Capítulo 11

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Capítulo 11: "Plan"

— ¿Dónde está Chloe? —preguntó Carmelett en un susurro a Sophie. Ambas cargaban tazones con agua limpia y paños, dispuestas a lavar el cuerpo inconsciente de Linda, el cual descansaba en el salón.

Desde el incidente de la noche anterior, ninguna podía decir con exactitud donde se había metido su compañera. Aunque ellas dos habían sido testigos de la brutalidad de Zacarías con Linda, porque estaban escondidas en el armario del duque.

¿Sus intenciones?

Asesinarlo.

Ni siquiera fue planeado, la inspiración llegó de repente, al igual que un inesperado tifón. Les daba igual las consecuencias.

Con tal de que ese hermoso monstruo muriera de una vez...

— Quien sabe... —respondió Sophie con un tenue murmullo.

(...)

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— Zacarías... —gimió Chloe al sentir como el duque se apoderaba de sus caderas y su interior.

Ella se aferraba a las sábanas, con el temor de verle directamente el rostro. No superaba la humillación ocurrida en el comedor. Su nariz estaba destrozada, además, tenía el rostro cubierto enteramente de vendas de seda, exceptuando sus hermosos ojos y boca.

Finalmente, introdujo sus agraciados dotes en ella; proporcionándole lentas, pero, a la vez, deliciosas embestidas que volverían loca a cualquier mujer.

— Mi preciosa niña rota... —le dijo él al oído. La perversión y el sadismo parecían una cosa abominable, pero Chloe inevitablemente cedió ante el placer.

"No viene mal un poco de sexo de vez en cuando" Pensó.

Zacarías no dejaba de disfrutar el momento. Sentía que hacer el amor con sus cuatro mujeres preferidas era completamente distinto a cualquier otra experiencia. Por eso disfrutaba del cuerpo de Chloe, le encantaba saber que era él quien le provocaba esas nuevas sensaciones.

¡Piedad por Chloe! Nuestra desdichada mujercita creía que el sexo consistía en dolor para ella y rotundo éxtasis para Zacarías.

Cuando todo hubo terminado, Chloe quiso escapar corriendo. Se sentía sucia e impotente por lo ocurrido, por haber dedicado un orgasmo para el hombre que destruyó su vida; pero él, sin pensarlo dos veces, la besó tantas ocasiones como pudo, dejándola todavía más confundida.

— Quédate conmigo, Loess... Eres mi dulce petirrojo.

Él la abrazo entre su desnudez y calidez, hundiendo su nariz en el cuello de Chloe, mientras ella finalmente perdió.

El precioso brillo humano de sus ojos desapareció por completo aquella fría mañana de otoño.

(...)

— ¿Realmente parezco una doncella? —preguntó James a Peter. Ambos se encontraban almorzando en una taberna cercana al valle.

Peter casi escupe la cerveza de raíz al escuchar semejante pregunta. Se moría de la risa.

— ¡Pero si eres la doncella más bella que mis ojos hayan contemplado...! —exclamó este con sarcasmo. Todas las demás personas en el restaurante los miraban extrañados por las palabras cruzadas.

"¿No es demasiado temprano para estar ebrios?" Había preguntado una señora en voz baja al verles.

— Calla. —advirtió James, ocultando su rostro en la cartilla que ofrecía las variedades de alimentos en el local. Estaba sonrojado.

— Vale, entonces me callo —sonrió Peter guiñándole un ojo—. Pero si guardo silencio, no llegarías a saber la valiosa información que conseguí esta mañana.

James Loess dejó de lado cualquier sentimiento ajeno al objetivo principal y se preparó para recibir las palabras de Peter.

— Adelante.

Antes de hablar, Peter extrajo de su abrigo un pequeño cigarrillo, junto a un encendedor de acero.

— Esta noche dará inicio la Semana de la Gema. Es la primera semana de la temporada social y, por consiguiente, la más importante. La temporada consta de cuatro semanas, siendo estas: Gema, Zafiro, Taaffeite y Diamante —el rubio dio una profunda calada a su cigarrillo, notando como James prestaba atención en cada mínimo detalle, ya que esta podría ser la oportunidad perfecta para definirlo todo—. En cada semana, nobles de cada rincón del continente se reúnen para definir nuevas relaciones internas con nuestro país, el cual es el más próspero.

— Ya veo —murmuró James viéndolo con interés—... ¿Crees que podamos llegar a exponerlo?

— ¿Es eso lo más conveniente para nosotros y para ellas?

James se cruzó de brazos, malhumorado.

— No debemos apresurar las cosas, Loess —le decía Peter con suavidad y paciencia—. Si queremos que todo salga bien, deberíamos realizar esto con un poco más de planificación y detalle, ¿estás de acuerdo?

— ¡Ya entendí, idiota...! Solo sigue explicando nuestra situación.

— Bueno, si estudiaste geografía en la escuela, lo cual dudo mucho —Peter dijo esto último en un susurro sarcástico, provocando que James le diera una fuerte patada debajo de la mesa, ofendido. Peter reía, mientras seguía relatando—. Sabes que el continente está dividido en cinco grandes reinos: Spoq, Fair, Unie, Kahlez y Broask. Todos ellos poseen a más de una princesa heredera, aprovechando así este mes para encontrar a un buen noble Spoquiane dispuesto a realizar lazos perpetuos con sus reinos. Es por ello que todos los condes, duques, príncipes y marqueses estarán presentes en los banquetes.

James cruzó las piernas y reposó su cabeza en las frías palmas de sus manos. Se deleitaba con las meticulosas ideas que revoloteaban en su despechada mente.

— Interesante...

— ¿Puedo saber qué es lo que planeas ahora? —le preguntó Peter, viéndolo de reojo.

— Creo que la "hija del Varón Spoq" deberá presentarse en la ceremonia con encantadora sutileza, ¿no lo crees?

James se relamió con una sonrisa y estableció dos cosas:

La primera, tendría que vestirse de mujer nuevamente; y la segunda, sacaría el lado más lujurioso y perverso de su ser.

***

No me maten ;-;

Cami~

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2020 ⏰

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El Reinado del Duque de Carpatania ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora