Todos conocemos la historia de Cenicienta, niña que pierde a su padre y pasa al servicio de su madrastra y dos hermanastras, que le hacen la vida imposible y la tratan como a una esclava.
Existen tres versiones: la original de Giambattista Basile, la versión edulcorada de Charles Perrault y la algo más siniestra de los Hermanos Grimm.
La versión de los Hermanos Grimm es algo macabra: para conseguir encajar sus pies en el zapato de cristal, las hermanastras de Cenicienta hacen lo impensable. Aconsejadas por su madre, una de ellas se corta los dedos del pie; mientras que la otra se corta los talones. No solo eso, sino que en la boda de la propia Cenicienta, a la que las dos hermanastras acuden, se ordena que pájaros les arranquen los ojos.
Precioso.