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La noche avanzada cálida, la luz de la luna iluminaba en todo su explendor, los bichos como de costumbre intentaban atacar a los habitantes del pueblo y los guardias tras ellos.

Se podía sentir una estática en el aire, cuatro habitantes no sentían la noche de la misma manera de siempre, esta era la primera vez que un externo a la hermandad oscura estaba en la base, Auron era de total confianza para ellos.

Los oscuros ya sabían que hacer e intentaban calmar a Raúl, no dejarían que les pasara nada ni a él ni a luzu, era hora de derrocar la dictadura de lolito y la única forma de acabar con esto... Era matarle.

Por suerte hoy el alcalde daría unos anuncios en la plaza del pueblo antes de su cita con Raúl, Esto les daba tiempo.

Esta sería la primera vez que la hermandad haría un ataque a pena luz del día, el ocultarse se había vuelto una prueba extrema, aún así desde la copa de un árbol veían como el pelirrojo entraba al escenario, siempre con su tétrica sonrisa en la cara, traía a casi todos los policías de karmaland como escolta, a esepcion de uno que durante la mañana se notifico como enfermo.

Alex un poco cabreado ordenó a todo el pelotón de fargan donde colocarse, no entendia como podía haberles enseñado tan mal a sus hombres, no podían estar más de un minuto fijos en un solo lugar.

El inicio del discurso comenzo - ciudadanos - dijo lolito - se que últimamente está ciudad se a vuelto víctima de los caos provocados por terceros, la hermandad oscura ha hecho daño suficiente a nuestra querida karmaland. Pero esto mis queridisimos ciudadanos llegará a su fin, he traído para vuestro resguardo al trío de asecinas a sueldo con mejor reputación del país. - terminó de decir el pelirrojo señalando a las mujeres a su lado.

-será un placer trabajar para usted señor alcalde - mencionó la chica alta y de cabello negro.

-se que lo harás, Mónica.

-es hora de trabajar--la mas altas les dio una mirada a sus compañeras - akira, nieves... Andando-

casi como la caída de un rayo, las chicas desaparecieron del escenario, el público quedó con la boca abierta ante tal rapidez y belleza de estas.

La hora había llegado, el discurso acabado y lolito se dirigía hacia la casa de auron, este con los nervios de puntas, dejo su vida y la de su pareja en las manos de la hermandad.

Tras un largo pasillo, el eco se escuchaba por todos lados, los pasos del alcalde cada vez eran más rápidos.

Willy estaba a punto de perder la cabeza, al fin podría quitar del camino a Manuel, y nunca la oportunidad había estado tan cerca.

-los estaba esperando, hermandad de idiotas - la sorpresa detuvo a los chicos, ¿como mierda lolito sabía que vendrían?.

-es hora que digas adiós--dijo el lidel del grupo lanzándose hacia el pelirrojo.

-yo creo que no- tronando los dedos la más alta de las chicas se arrojó contra willy tirándole escalera abajo, la sorpresa de fargan y rubius les había dejado congelados, debían ayudar a su amigo pero tampoco podían dejar que lolito escapara.

David corrió en la ayuda de guille, Rubén se quedó bloqueado por un segundo, tenía la oportunidad frente a él, no sólo de proteger a sus amigos, si no, tener una venganza mayor por este haberle quitado a mangel, sacó su espada y corrió hacia lolito.

-el niño quiere meterse en una guerra de adultos, sigues siendo el novato de la hermandad, no eres nadie aún. - le grito lolito, provocando aún más al bromas.

-eso es solo lo que tu quieres ver- Rubén dejo caer una dinamita y la encendió, con la explocion se abrió un gran agujero en la pared por la cual Rubén salió disparado, al unísono de sus hermanos sólo pudieron decir una palabra - no.

El castaño yacía inconciente en el piso, la máscara se había dañado dejando ver una parte de su barbilla y boca, de la cual salía sangre.

El sonido alertó a la más pequeña del trío asecino, quien se acercó a ver que había pasado encontrándose con el oscuro en el piso.

- dios mío, estas bien? - la chica de cabello color miel solo reaccionó a quitarle la máscara al castaño, quedando deslumbrada con su rostro.

- que chico tan lindo - mensiono, tenía que sacarlo de ahí, pero a donde? Sus hermanas le gritarian si no estaba haciendo el trabajo que le ordenaron, comenzó a arrastrarme entre los árboles como pudo, mientras más avanzaba cada vez le era más difícil llevarle, de pronto un sonido la alertó - hola, hay alguien ahí? Podrías ayudarme? - dijo nieves.

Vegetta quién de por suerte estaba por ahí recolectando algunas cosas, se acercó a la más baja - hola? Que ocurre... RUBÉN!

La de ojos celestes dio un paso atrás, no sabía que hacer, nisiquiera quería estar ahí, ella no era como sus hermanas, considerando que la pequeña era buena hasta con los bichos, su corazón se ponía en duda, no sabía que le había pasado exactamente a rubius, pero su criterio le impedía el dejarle sólo.

-niña, que le ocurrió? Habla por dios- alterado vegetta comenzó a exigir preguntas, quien le había hecho esto a su osito - Rubén, vas a estar bien, si? Yo cuidare de ti- dijo con la voz entre cortada y lágrimas en sus ojos.

-podemos llevarle a tu casa? Quisiera ayudarte pero debo volver, me meteré en problemas--mensiono aflijida nieves.

-no te preocupes, yo me encargaré de él, vete yo... Yo... - las lágrimas comenzaron a salir, la cueva que habían hecho estaba cerca, podía llevarle ahí hasta que el castaño sanará sus heridas.

Recostandolo sobre una cama improvisada, comenzó a quitarle el traje de la hermandad, terminó de limpiar su rostro viendo que en si no había ninguna herida grave - vas a estar bien, osito - era la primera vez que se lo decía, el pelinegro cuido de él todo lo que quedaba de noche, hasta ser despertado por un pequeño murmullo

-vege...

Amigos con muchos derechos [Rubegetta] ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora