Oneshots Karmaland (Pausada)

9. Luzuplay

✿·━━━━━━━━※━━━━━━━━·✿✿·━━━━━━━━※━━━━━━━━·✿

ADVERTENCIA: este oneshot toca temas como violación explícita (nsfw),bullying, acoso, traumas e intentos de suicidio. Por Favor, si eres sensible a estos temas te pido por favor no sigas leyendo. Tras esta advertencia, gracias por leer.

✿·━━━━━━━━※━━━━━━━━·✿✿·━━━━━━━━※━━━━━━━━·✿

"En un mundo donde no puedes ver los colores hasta encontrarte con tu alma gemela y verla a los ojos, donde vivirás mayor parte de tu vida en grises hasta conocer a esa persona especial, hay algunos que les da igual, Luzu es uno de ellos..."

Luzu en toda su vida no le dio importancia a encontrar su alma gemela, a pesar de que fuese algo tan relevante para el resto por el simple hecho de poder ver el mundo en sus verdaderos colores en lugar de "grises". No fue de hacer amigos, y menos hacer contacto visual con los demás, años de acoso y bullying lo llevaron a encerrarse en una burbuja que nadie debía romper, y estaba bien con ello. No le importaba ver el mundo y sus colores, si el mismo mundo lo había rechazado no valía la pena.

Era un día normal, grisáceo como siempre, a pesar de no ver colores sabía que su ropa era considerada "oscura y deprimente". Sabía que su sudadera era negra y que sus jeans eran azules, que sus ojos eran rojos al igual que la sangre que corría por sus venas. Lo había descubierto al intentar suicidarse, cuando notó la similitud de color gris entre sus ojos y la sangre que escurría por su muñeca. Era un recuerdo agridulce, porque recordaba como su madre lloró días y noches al sentirse incapaz de brindarle felicidad a su hijo, a su único hijo. Luzu sentía asco, por no poder valorarse después de todo lo que su madre hacía, pero eso ya había quedado en el pasado, ahora estaba solo.

Se alistó con su uniforme en el bolso y se preparó para ir a trabajar, su trabajo actual era de barista en un café local y a pesar de que la paga no fuese la mejor, era el único lugar donde le dieron trabajo a un adolescente de apenas 17 años. El seguía estudiando pero durante la noche, estudiar con los mayores le brindaba el factor de gente tranquila que no le interesa hablarte y eso era bueno para él, que no soportaba socializar con desconocidos. Como barista solo aprendía mediante tutoriales en youtube sobre la preparación de las bebidas y no levantaba sospecha sobre su falta de profesionalismo. Un día llegó un cliente bastante curioso, según vio era un psicólogo local, sus ropas eran blancas y poseía unas gafas, no le miro a los ojos por timidez pero cuando le sirvió el café sus miradas se encontraron.

Fue como un estallido de colores, todo el mundo desaparecía del gris para ser tomado por un arcoíris, fue en menos de un segundo pero allí estaba, igual de sorprendido que el mayor, podía identificar los colores y los ojos del otro eran castaños, bellos y brillantes. Cuando salieron del shock ambos retrocedieron, Luzu volvió a su espacio de trabajo, viendo su reflejo en la máquina de café, sus ojos eran rojos, similares a las uvas rojas que su madre tanto gustaba de comer.

De vez en cuando lanzaba unas miradas tímidas al otro, las cuales eran curiosamente correspondidas, ambos tenían curiosidad mutua por el otro pero la barrera del cliente estaba presente. Mientras más se fijaba en el otro, más detalles recopilaba de él, era levemente moreno, tenía barba y su cabello era castaño oscuro, unos pequeños lunares en su rostro y que a pesar de estar en uniforme llevaba unos audífonos negros con naranja.
El hombre era atractivo no mentiría, Luzu en cambio sentía que no tenía mucho que ofrecer, era delgado y deprimente a la vista, con ojeras notorias y un cabello graso producto del poco higiene que tuvo en su infancia.

Cuando el cliente pidió la cuenta nervioso se acercó y le entregó la boleta, momentos después cuando se había ido y fue en busca de su propina vio unos números anotados en el papel.