Parte 1: confuso

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  Clamo por mi vida y por mi alma, santa o maldita a sido mi vida. Realmente no se lo que me ha estado sucediendo. Mi cabeza me esta dando vueltas, buscándole lógicas a lo inexplicable. Como trato mi vida, como trato mi mente, como mierda le diré la policía todo esto.

Por eso y solo eso, creo que tengo esta escopeta en mis manos, apuntando a mi cabeza y a merced de lo que suceda. Ya no soporto, pienso que es falso y pierdo la cordura.

Ese sonido de gorgoteo y arrastramiento de su cuerpo, todo eso detrás de esa maldita puerta. Que esta sucediendo, no puedo comprender debo recordar, debo pensar en un método para sobrevivir.

Apreté la escopeta y recogí un poco de valor, me levante de mi miseria que era mi cuarto; había un espacio entre la pared y mi cama donde estaba escondido, me acerque a la puerta y apuntando la abrí y allí estaba una criatura de dos metros y medio de alto, sus brazos y piernas eran anchas y largas, su cuerpo era ancho y su cara alargada, su piel verde llena de tumultos, carecía de pelaje , tenía su atención puesta en la mesa donde desgarraba a mi alquilador.

Me tumbe en el suelo y apunte, sentía como todo mi cuerpo temblaba levemente y con ese poco de valor dispare aceptándole en la cabeza.

Sin ningún quejido, giro su cabeza hacia mí. Recargué y volví a disparar, su cabeza exploto y cayo del suelo. Suspire, no lo podía creer, por fin lo había acabado. Puse la escopeta en mi regazo y dirigí mi mirada al techo. Mi cabeza me daba vueltas y en ese preciso momento pude ver como una hoja del techo se abrió y de ella se introdujo una mano, se aferro a mi cuello y sentía como empezaba a levantarme del suelo, otra hoja del techo salió volando y se introdujo otra mano que me sostuvo de un brazo, hubo un pequeño temblor y algunas hojas del techo salieron disparadas, los puede ver. Había muchos de esas cosas sobre las paredes de la casa.

Estaba condenado en el preciso momento que pise esta casa ya estaba condenado; aunque llegue la policía van a pensar que yo cometí todos los asesinatos, mis padres, mi amigo y el propio arrendatario.

Esas cosas, no pude verles el rostro, me maldije varias veces por haber aceptado la mano de ella. Una de las manos me poso la escopeta en la cabeza, mi mente se puso en blanco y luego se escucho el sonido del escopetazo.

REPORTE 

La policía entro a la casa, busco por toda la casa, encontraron cinco cadáveres, cuatro victimas y el asesino que termino suicidándose. Entre las victimas estaba el arrendatario de la casa, cuya propiedad será dada a su único hijo, las demás víctimas eran los padres y un amigo del asesino. La casa estaba intacta, sin ningún daño externo, conservada a la perfección. Solo con algunos muebles dañados.  

 Fin del reporte 

3n 3l t3jadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora