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Parte 3 advertencia

las luces volvieron, todos teníamos la misma duda que iba a suceder. cuando el DJ volvía a poner la música. En todo el condominio se escucho un grito que nos puso los pelos de punta a todos. salimos de la habitación y el pasillo se lleno. todos estábamos en el, cada piso albergaba cinco cuartos. Así que había un total de 75 habitaciones y la mayoría eran familias, de las cuales no todas iban a poder ver el amanecer.

Richi, Andrea y yo decidimos bajar a la recepción, había algunos residentes y el botones junto al arrendatario tratando de calmar a la gente.  

- ya cálmense, señores - dijo el arrendatario - por favor, disculpen por todo, se que estamos asustados, pero cálmense el edificio es el mas seguro por su construcción. aun así saldremos a la calle de forma ordenada y así cumplir con lo que rige la ley. -

el se acercó a la puerta y la trato de abrir, pero no lo logro.

- que sucedió - protesto uno de mis vecinos - significa que si queríamos salir no lo podríamos lograr, nos moríamos aquí . -  tenia todo el derecho a decirlo, era el jefe de familia, tenia dos hijos y era viudo.

- Disculpen, tienen que comprender que quizás sufrió alguna presión por el temblor. - luego de eso, él con ayuda del recepcionista la abrieron.

   las calles seguían iluminadas, el bullicio, los autos y las personas eran de lo mas normales; nadie se comportaba alarmado, ni asustado, era como si el temblor jamas hubiera sucedido. Aun así algunas personas salieron del condominio, ya en la calle empezamos a preguntar a los trasuntes si no habían sentido un temblor, algunos no prestaban atención y otros nos miraban como extraños, mientras solo negaban.

- que fue lo que sentimos, entonces - reclamo el vecino calvo del décimo piso. - acaso solo lo sentimos nosotros - 

- no puede ser posible que solo lo hayamos haber sentido nosotros - aseguro el arrendatario.

- si puede ser posible - aseguro una señora - he escuchado sobre leve deslaves que ocurren debajo de edificios y calles. -

- disculpe señora eso sucede por el sedimento del suelo - indico el arrendatario - se pudiera notar visualmente, pero como pueden notar no hay ninguna grieta ni en la parte de adentro, ni acá afuera. tranquilícense, igual mañana llamare a un señor que mire el terreno para salir de dudas. - 

conformados con eso y por que empezaba a hacer  frío volvieron a entrar al edificio.

todo esto ha sido extraño, fue lo único que me cruzo por la mente.

- bueno ¿ continuamos con la fiesta? - pregunto Richi 

ya había perdido de vista a Andrea, aunque la mayoría uso las escaleras de caracol, supongo que ella uso el elevador. ya no había caso esa noche, tal vez para la próxima, estando exhausto y con una especie de mala noche. regrese a mi apartamento y antes de que pudiera acostarme en la cama, un chillido sonó por todo el edificio seguido del mismo grito antes escuchado. 

como instinto salí del apartamento, me acerque la barandal blanco y mire hacia abajo. lo que podía ver en el primer piso, había una gran mancha roja y sobre ella, él señor calvo del décimo piso. vecinos bajaron, aun así no decidí bajar, tenia un poco de miedo. pude observar como algunos padres de familia volvían rápidamente a sus habitaciones para controlar a sus hijos, reconocí a algunos de las personas,  la señora carmen, el padre de familia que reclamo, un hipster del primer piso, el recepcionista que estaba asustado, el arrendatario, Richi, la señora que le interrumpió la fiesta, recordé que se llamaba verónica, el licenciado pues nunca le supe el nombre, personas que estaban en la fiesta y que eran inquilinos.

suspire y decidí bajar, entonces escuche que se abría una puerta detrás mio. volteé a ver que sucedía, al pie de su puerta estaba mi vecina que debería estar enferma, escondida entre las sobras dijo. - no debí de haberlo hecho - parecía estar llorando - ciérrala, por favor, te lo pido - su voz entre cortada me dio nervios - cierra el paso - empezó a caminar hacia mí tambaleándose, salio de entre las sombras, repitió - por favor, por favor - cuando las primeras luces iluminaron su rostro pude comprender que esa noche iban a haber mas asesinatos.

Tenia todas las manos llenas de sangre, su blusa blanca manchada de sangre y en su rostro tenia una perforación del tamaño de un balón de béisbol que le atravesaba el ojo izquierdo, podía ver lo que había detrás de ella por medio de ese agujero, vomito sangre y se desplomo en el suelo. 

reaccione enseguida, quería auxiliarla y empecé a gritar por ayuda, solo una parte de los vecinos subieron y se sorprendieron a verme con ella en brazos y manchado de sangre.