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Parte 9 Nuevo mundo

En la televisión pasaban un comercial de hojuelas de avena, niños felices comían sus hojuelas y cantaban al son de una canción estúpida, terminado el comercial siguieron los noticieros, donde una simpática presentadora daba las noticias del día.

- después de tres años, del incendio del edificio "vistas del puerto" - dijo- se sigue recabando información sobre lo que realmente sucedió, pues se trata del incidente mas extraño de esta ciudad. ya que existen, varias declaraciones diferentes de parte de los sobrevivientes de este hecho.- hizo una pausa - aunque lo que se ha conseguido son unas cuantas pistas de posibles, pandilleros, asesinos o terroristas que se hayan alojado en el edificio; no se sabe con seguridad que realmente a pasado - 

Apague el televisor, no podía ver tantas mentiras siendo trasmitidas y el mundo ser engañado. aunque luego descubrí que algunos de los arrendatarios eran ex militares por eso guardaban armas, no pude encontrar nada sobre los superiores de Andres. 

Mi traje era cómodo y descubrí que el negro me asentaba demasiado. 

- vamos Cristopher este es un día muy especial para ti y para Andrea - le dije al espejo 

- yo creo que lo harás demasiado bien - apareció Stuart al pie de mi cama. -

- ya quisieras estar en mi lugar - le pregunte amargamente 

- sabes ya estuve en esa posición una vez, era una estadounidense muy preciosa, aunque me acepto y tuvimos muchos hijos. no se como apoyarte en tu caso - me dijo alegremente - aunque te puedo hablar de la muerte, se como se siente dos veces- me sonrió - me agrada que no te quitaras el anillo, si no hubiera desaparecido y todavía tenemos muchas aventuras -

- no, no,no - dije seriamente - no si me caso con Andrea debo de tener una vida tranquila y normal, no quiero algo como lo del pueblo y lo de hace tres años- trague saliva - sabes casi muero-

- pero no lo hiciste - me indico 

- claro, todavía recuerdo - los recuerdos regresaron. - me arrastraba lentamente, buscando la salida del lugar pero todo estaba en llamas, la reina estaba destrozada pero su parte superior no quería rendirse, se arrastro hacia mi. trato de comerme, pero me rocío con su sangre y murió frente a mi. -

- la verdad no sabia, que cuando le ganabas a una entidad - exclamo Stuart- si todavía le quedaba humanidad de alguna de las personas que consumió, esa persona por medio de ese ser te perdonaba la vida y eso utilizando parte del poder del limbo. -

- ya y tu por que moriste - le pregunte saliendo de mi cuarto y dirigiéndome a la sala - acaso no querías volver.-

- claro, que quería volver a la vida- afirmo - pero como le explicas al mundo, la aparición de alguien que llevaba mas de cincuenta años muerto.-

- tiene un poco de lógica - salia a la calle, pues había comprado una casa y mi convertible seguía intacto . 

Recibí una llamada, mientras subía al auto, era Richi. 

- hey, como esta loco, ya te diriges a la cena o no -

- como me iba a perder una cita doble- afirme

- como no oye y hoy es el día que te declararas-

- si para que esperar mas, ya han pasado tres años-

- bueno, es una suerte tenerte todavía, no podíamos creer que siguieses con vida después de esas explosiones, aunque estuviste una semana en coma. no puedo creer que tus cicatrices no se noten demasiado- 

-ya, ya.por que siempre que hablamos, me recuerdas eso - 

- pero me sorprende que yo tengo una pequeña cicatriz en la cabeza y que tu rostro haya salido intacto -

-tu sabes, la suerte la tenemos poco, pero bueno nos vemos en unos minutos - dije, después colgué. 

Arranque el auto y salí de mi ciudadela. 

- seguro que no quieres adoptar esta vida - insistió Stuart que estaba sentado en la parte de atrás 

- no suficiente con lo que tengo y lo que le tengo que agradecer a la señora Carmen - le indique 

- suficiente con que - pregunto Stuart 

En eso frene de golpe pues una silueta cruzó a gran velocidad la calle. 

- por cosas como esa- replique 

- yo no vi nada - respondió 

- enserio, vas a hacerte el ciego de que a partir de ahora de voy a ver mas a menudo, que veo siluetas y personas que nadie mas puede ver. aparte que me pone nervioso poder ver esas cosas en el cielo - grite, mientras apunte al cielo. 

en eso una manta raya azul, se poso en la parte delantera de auto. 

- de esas cosas, digo, esas cosas me causan nervios. -

- y como querías que supiera que la sangre de una entidad como la reina de los Tumultos te iban a dar la posibilidad de ver a otras entidades - 

- sabes, eso es, las entidades no tienen la culpa, la culpa la tengo yo. por alojarme en un condominio bonito y barato - 

- ya te has de acostumbrar que algunas entidades toman formas de animales y que algunas de ellas les encanta andar por el cielo - 

cuando la manta raya volvió a emprender un vuelo, acelere.pues había estado discutiendo solo y parado en media calle sin razón para las demás personas. Stuart dejo de hablar pues sintió que arruinaría la noche en la cual debería de estar feliz.

me tomo diez minutos llegar al restaurante, estacione el auto y baje. el restaurante era hermoso, y titube un poco, abrí la puerta donde un mesero de lo mas amable me recibió. 

- tengo una mesa, Cristopher- le indique 

- por aquí, señor- y me dirigió a la mesa donde me esperaba mi futura esposa, mi mejor amigo y la que después seria su esposa. 

 Andrea estaba radiante como siempre, con un vestido color melón y su rostro que me iluminaba la vida, mi amigo Richi con su extravagante sonrisa y Elena seria como siempre pero con un carisma sin igual. me recibían y este era un nuevo paso para mi, este era mi nuevo mundo. aunque no el que quería pero lo era. el comienzo del nuevo mundo.

- hola, Cristopher- 

                                                                                 

Stuart, estaba en el auto. nadie lo observaba así que encendió la radio y pudo escuchar lo siguiente. 

- se ha suscitado un nuevo hecho, el puerto ha estallado y las olas del mar se precipitan contra las rocas. es un fenómeno natural, alguna causa algo con explicación- 

Stuart se recostó al asiento y supo que otra entidad había sido invocada. la entidad 24, la Furia del mar. pero no se lo diría a Cristopher. 

- quizás deba ausentarme otra vez - miro hacia el restaurante - nos veremos luego Cristopher.- dicho eso se desvaneció.