CAPÍTULO 3

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-Mi abrigo de piel, ¡carajo! está lleno de sangre-se quejaba mientras vaciaba el cargador en el cuerpo inerte de aquel hombre, Cherri ni si quiera lo conocía pero ya empezaba a sentir algo de lastima. Sacudió la cabeza alejando esos enfermizos pensamientos,-Son solo unas cuantas gotas, no sea una Drama Queen-habló mientras reía suavemente-Ya déjalo, está más que muerto, vámonos.

Esa noche destruyeron el edificio, se pasaron un poco de la raya pero no importaba, a nadie le importa la muerte de unos cuantos demonios es realidad.

Ángel sacó su teléfono y tomo algunas fotos al cadáver pulverizado de su objetivo marchándose del lugar, caminaron por unas cuantas calles platicando de diversos temas.

-Así que...Alastor ¿no?, que hay con el demonio radio ¿Por qué está en el hotel?-preguntó Cherri dando pequeños saltitos.

- No lo sé cariño, está metido en esa mierda de ayudar con la redención. La verdad no sé, bueno, nadie sabe sus intenciones, por lo que no me importa que estese allí, con tal de no cruzar caminos estamos bien.-miró a Cherri para agarrarla de los hombros y sacudirla juguetonamente – ¡¿Sabes lo peligroso que es?! –gritó mientras Cherri le seguía el juego con dramatismo, se llevó una mano a la frente.

-Oh no! es un peligro para nosotros que deberíamos hacer, Angieboo?

- Supongo que rendirnos a sus encantos, Jajajaj-explotó con una carcajada,- Cambiando de tema...no entiendo como los residentes del hotel mueren por estar cerca de él es como si fuera toda una celebridad o un famoso artista además, es –intentó encontrar las palabras correctas-es...es súper feo,-levanto sus manos para guiarse- Su corte de cabello no tiene estilo y su guarda ropa es monótono, no utiliza nada que no sea rojo.

Quizás es daltónico, uno nunca sabe-concluyó Cherri abriendo la puerta principal -Nos vemos luego Ángel, cuídate –se despidió entrando a su casa-También te me cuidas, bebe-contestó guiñándole un ojo para después emprender su camino al hotel.

Y allí estaba otra vez, esa maldita soledad que lo consumía por dentro. Sacó su teléfono y miro las fotografías que había tomado –hmmm, veamos que tal quedaron- la verdad Ángel no tenía la más mínima idea de que había hecho Baldassar para hacer enojar a Valentino, deslizó su dedo ligeramente a través de la pantalla viendo las fotos de sus anteriores víctimas, algunas carbonizadas otras decapitadas muchas rogando por su vida, y...Molly, se detuvo en la fotografía de su hermana, estuvo al borde de las lágrimas, sentía un nudo en la garganta y un vacío en el estómago.

Cuando sintió que alguien lo seguía, guardo el teléfono en su pecho y se mantuvo alerta sacando su cuchillo táctico escondiéndolo en la amplia manga de su abrigo, se detuvo un momento para asegurarse que su mente no le jugaba una mala pasada, respiró profundo y la sensación desapareció, camino un poco más rápido al hotel.

Una vez que entró cerró la puerta tras él y suspiró aliviado. Echó un vistazo alrededor asegurándose de que no haya nadie a esas horas fuera de su habitación. En ese lugar se sentía seguro, en casa, una sensación que no había sentido desde que llegó al infierno.

Se sacó sus botas para no hacer ruido al caminar, se dirigió a la cocina, estaba hambriento después de tanta acción, abrió el enorme refrigerador,- Creí que no tenías hambre- esa voz lo había cogido desprevenido, soltó un pequeño grito cerrando de golpe el refrigerador, - Carajo Alastor, quieres matarme de un susto?-se llevó una mano al pecho sintiendo su corazón agitarse.

- Por ahora no, mi querido amigo- dijo sonriéndole con malicia haciendo desaparecer su báculo acercándosele y viéndolo detenidamente.

-¿Estas herido?- preguntó viendo la sangre que estaba por todo su cuerpo-Estoy bien no es mía, ¿Qué haces despierto a estas horas?-preguntó tras calmarse un poco del mini infarto.

-Mi trabajo es mantener a salvo a los huéspedes de este hotel, solo me estaba asegurando que todos estén cómodos.-resolvió caminando alrededor de Ángel.

-¿Me estabas siguiendo?- interrumpió Ángel-Desde que llegaste, me he sentido un poco... observado- Alastor se tensó un poco pero mantuvo su sonrisa altanera-Ya te lo había dicho, Querido, me encargo de la seguridad de los huéspedes del hotel-trató de excusarse.

-Lo tomaré como un si-dijo sin más volviéndose a la despensa para preparar algo de comer, -Mira estoy un poco cansado para discutir- suspiraba mientras miraba de reojo como Alastor no movía ningún musculo y lo seguía con su atenta mirada, se sentía incómodo, como aquella sensación allí afuera, estaba seguro que él le estaba vigilando a donde quiera que valla.

Sus manos se movieron con gran destreza preparándose un sándwich mientras Alastor tomaba asiento en la mesa frente a él sin perder un solo movimiento de Ángel, lo estudiaba y analizaba con una concentración que daba miedo.

-Bien, quieres que te prepare uno, o que?, deja de mirarme como si fuera un bicho raro-reclamó Ángel- Lo eres, sin embargo, ese no es mi punto-contestó enseguida con voz gutural.

-Entonces cuál es?-inquiría Ángel poniéndosealgo ansioso.

HARD TO EXPLAINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora