Capítulo 9 «Chile»

390 57 6
                                    

En el camino se puso a pensar en las palabras de su departamento, era verdad, pero tampoco es que lo entendiera porque desde su punto de vista es distinto.

Aún recuerda el poco respeto que consiguió de parte de sus hijos pues desde que todos ellos nunca aceptaron su separación de Chile y en especial cuando empezó esa manera de "trabajar", sólo conseguía berrinches, incluso otros countries ya no lo trataban como uno de ellos y todos lo veían con ojos de...

Movió la cabeza, tratando de quitarse esos pensamientos, queriendo borrarlos.

Ninguno le entendería, porque nunca lo diría ni estaba dispuesto a revivir esos momentos por los que le orillaron a actuar así. De esa forma se convirtió en un misterio para muchos.

Excepto para el chileno, sentía que seguía siendo un libro abierto para este.
Al paso del tiempo, notó el cambio que tuvo hacia Chile, no le importaba, ni lo que hacía ni tampoco sentía las mismas mariposas en el estómago, no, era más parte de su pasado; aunque un pasado muy traumático que le abrió las puertas al cambio.

Ahora que lo pensaba, no lo había visto en mucho tiempo.

Suspiró pesadamente, recordar lo tanto que cambió era un dolor de cabeza.

Chile... ¿Por qué se enamoró de él?
¿Por qué siempre lo acompañó y soportó?
¿Por qué no buscó ayuda?
¿Por qué demonios rechazó a su familia y amigos para casarse con él?

Sus recuerdos se tornan borrosos.

Las ganas de llorar nuevamente lo invaden.

—De todos modos... Él siempre estuvo enamorado de Argentina —murmuro para sí mismo, como la aclaración faltante ante sus dudas de su separación.

Nunca lo aceptó, se ofusco que sólo eran sus propios defectos y quiso mejorar, pero su corazón ya tenía dueño.

Aún así tampoco lo culpaba, Argentina era muy simpático, agradable, un gran amigo así también un mejor country que él en todos los aspectos.

Le daba celos, aún ahora lo admira por seguir llamando la atención del chileno.

Lo trataba como su dios, con gran amabilidad que siempre soñó y sufrió para ser tratado como tal.

Era su destinado, pero no pudo quedarse con él.

—Ya llegamos al aeropuerto, señor —hablo su conductor sacándolo de todo pensamiento.

Bueno, eso queda en el pasado, ahora está ocupado.

Siempre supo que habían mejores vergas que tragar.






//Sorry, no acostumbro a escribir y publicar así nada más con palabras (para mí) algo desagradables abiertamente.

Pero, todo terminara pronto//

LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora