Don't fall in love | Yoonmin

Introducción.

Después de clases, justo cuando todos los alumnos seguían saliendo de sus respectivas aulas, los tres chicos se reunieron en el estacionamiento de la escuela, siendo llamados por Yoongi, quien les esperaba de manera impaciente, recargado en su lindo y lujoso coche que cuidaba más que a nada.

— Ya tengo todo listo — musitó Min, con su gesto de satisfacción y victoria — Tengo todo preparado para la fiesta de bienvenida en casa de Jungkook.

— Por fin buenas noticias — expresó Taehyung con alivio — Tengo a muchos chicos de nuevo ingreso preguntando por ella.

— Entre más gente, mejor. Tú encárgate de seguir pasando la voz, los de nuevo ingreso siempre son a quienes podemos venderles más fácil.

— ¿Habrá una fiesta? — cuestionó Seokjin y al instante se arrepintió de su tonta pregunta — Bueno, claro que la habrá porque acaban de decirlo, pero es que no sabía nada.

—Ah, no te apures, eres nuevo en la escuela, por eso no lo sabes — Jungkook le rodeó con un brazo mientras le daba un par de palmadas amistosas — Pero ya es tradición.

— Es la fiesta de bienvenida — explicó Min brevemente — Siempre hacemos algo en casa de Jungkook e invitamos a todos, sobre todo a los chicos de primer año.

— Se pone genial, ésta y la de fin de curso son las mejores.

— Y, como eres nuevo en nuestro grupo, Seokjin, es importante que vayas — recalcó Yoongi — Estoy seguro de que en tu antigua escuela de ricos no hacían este tipo de fiestas, vas a conocer cómo las hacemos nosotros.

— Ni te imaginas — presumió Jeon — Vas a aprender muchas cosas, lo de la cabina de fotos, por ejemplo.

— ¿Cabina de fotos? — volvió a cuestionar — ¿Cómo esas que ponen en las calles?

— Sí, como esas — contestó Min, antes de que Jungkook pudiera seguir hablando más sobre el tema — Aunque no es nada interesante — le restó importancia, esperando que se le olvidara — Pero bueno, yo mañana te sigo hablando de la fiesta, ¿te parece? No quiero quitarte más tiempo.

— ¿Y a nosotros? — reclamó Taehyung.

— Ustedes dos se quedan — puntualizó, deteniéndoles de cualquier movimiento que fueran a hacer — Pero a ti, Jin, te veré después.

Ninguno de los tres dijo nada más hasta que Seokjin estuvo lo bastante alejado y dentro de su coche. Que fuera su marioneta para conseguir dinero no le daba el privilegio de saber todas las cosas que pasaban en esa fiesta y eso era algo que a Jungkook no le había quedado claro, al parecer.

— ¿Y nosotros por qué...

— Jungkook, de verdad, ¿eres imbécil? — Min le interrumpió — ¿Por que has mencionado lo de la cabina de fotos? ¿Quién te ha dicho que puedes decirle a Seokjin sobre eso?

— Yo no sabía que no le diríamos — se excusó.

— Si hasta le has dicho que vendes droga y con eso no tuviste problema — Taehyung le apoyó.

— Porque Seokjin tiene dinero, viene de una escuela de personas bañadas en dinero. Él me puede ayudar a conseguir gente que me compre, por eso lo sabe pero, fuera de ahí, no es nadie en nuestro grupo.

— Ya, creo que ha quedado claro, pobre chico — dijo Jeon, fingiendo pena — ¿Algo más que quieras decirnos? Quiero ir a casa.

— No va a tomar mucho tiempo — tomó su celular, metiéndose directamente a la galería y buscando entre las fotos más recientes — Quiero que vean a este chico.

— Ni idea de quién sea.

— ¡Es Park Jimin! — contestó Jungkook — Claro, yo lo conozco, está conmigo en algunas clases. Es muy bueno en matemáticas.

— Sí, de acuerdo, yo lo que quiero descubrir es si también es muy bueno follando — volvió a guardar su celular, con una sonrisa lasciva y más que convencido en cumplir su cometido — Voy a llevarlo al fotomatón.

— Ni siquiera sabes si va a ir a la fiesta — le dijo Tae, bajándolo de su nube — Tiene pinta de niño bueno.

— Por supuesto que va a ir — aseguró — En esta semana yo voy a ser quien lo invite personalmente y no hay manera de que me diga que no.