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En algunas ocasiones, Yoongi acostumbraba invitar a Seokjin a su casa, sin ningún tipo de motivo aparente, porque sólo le bastaba hacer una llamada o mandar un mensaje para tener a Kim en la punta de su puerta y ni siquiera tenía que pedírselo dos veces seguidas.

Hoy era uno de esos días, se vieron en la escuela pero no lo conversaron ahí, de hecho Seokjin no sabía que iría esa tarde a casa de Min hasta que recibió su llamada para avisarle que necesitaba verlo.

Ese "necesitaba" que no tenía, en realidad, ningún asunto.

— ¿Qué tienes? — preguntó Yoongi, en un intento de saber el porqué de su silencio y actitud ida — Apenas y hablas, hasta estoy pensando que quieres irte.

— No, claro que no, no quiero irme — negó de inmediato — Sólo estoy pensando, en la fiesta de mañana.

— Ah, claro, que tú eres nuevo en esto — palmeó su pierna — Será increíble y tú serás muy afortunado de poder experimentarlo, además, no te olvides que gran parte de las cosas que utilizaremos para la fiesta fueron pagadas por ti y eso muestra tu compromiso con nosotros.

Acercó su rostro al suyo, con toda la confianza del mundo, pues no era la primera vez que besaba los labios del chico frente a él, pero siempre a escondidas. Sólo quería darle una muestra de gratitud, después de todo, Kim se lo merecía por ser bastante útil para ellos. Y así fue, dejó un beso que apenas duró unos segundos para que Seokjin volviese a hablar.

— Oye, Yoongi, el chico que invitaste en la escuela...

— Ya sabía que me preguntarías por eso — lo intuyó desde que estuvieron en la cafetería, sólo se tardó mucho en tocar el tema — Y ya sé qué me vas a decir también.

— Sólo quiero saber por qué le has invitado, directamente a él.

— Me interesa que vaya — respondió sin mucho rodeo — No veo las razones por las cuales tú deberías sentirte incómodo con eso.

— No es que lo esté, yo no dije eso.

Su actitud tímida lo delataba, Kim no era alguien que se avergonzara fácil, pero cuando le descubrían algo era difícil que él ocultara su pena y nerviosismo, sólo se disponía a apartar la mirada, fruncir sus labios y juguetear con alguna parte de su cuerpo.

— Sí, pero yo lo sé. Mira, Seokjin, me encanta pasar el tiempo contigo y, si no fuera así, no serías parte de nuestro grupo — dijo — Pero yo puedo invitar y divertirme con quien quiera y eso no debería molestar en lo absoluto, porque yo no le pertenezco a nadie, ¿vale?

La forma en la que Min lo decía era demasiado suave y amable, breve y clara, todo para que Seokjin lo tomará de la mejor manera posible y, aunque este último lo haya comprendido bien, eso no quitaba el hecho de que seguiría quedando la espina de que no quería que Yoongi se encaprichara con ningún chico, a menos de que fuera él. Sólo estaba adelantando en su cabeza los futuros eventos que no sabía que podrían suceder.

— No es mi intención hacerte sentir como si me debieras algo.

— Estoy seguro de que no y vamos, no te preocupes, ahora que hemos aclarado ese pequeño detalle podemos seguir como siempre.

Su sonrisa vuelve a envolverlo, casi le hace olvidar el hecho de que, muy probablemente pasará parte de la fiesta con ese chico de cabellos negros que, por cierto, todavía desconoce. Así que sólo opta por corresponder a los inevitables besos que continúan y que llenarán la tarde, pero eso no le molesta, para nada.

(...)

— Ya, sólo faltas tú por confirmarnos, los chicos del club han dicho que sí desde una semana antes y tú no me has respondido — ahí estaba Taemin, hablando una vez más del tema que tenía a toda la escuela hecha un alboroto — Creo que estás evitando contestarme.

— No, de hecho nada — Jimin volvió a pensárselo — Bueno, tal vez los primeros días sí, pero ahora ya tengo una respuesta.

— Y apuesto todo a que me vas a decir que si irás a la fiesta — lo decía con mucha seguridad — No es por nada, pero te he visto esta mañana con Min Yoongi.

— Él se acercó a mi mesa. No fue la gran cosa.

— Pero te ha invitado personalmente a su fiesta, ¿no es así? — una sonrisa victoriosa salió de sus labios, bien sabía que sí, era un hecho — Lo sabía, ¿y qué le has dicho?

— ¿Cómo es que lo sabes?

— Jimin, los vi en todo momento, juraría que leí sus labios — respondió — Y bueno, quiero saber tu respuesta.

— Vale, le he dicho que sí, lo acepto y en realidad sí quiero hacerlo...

— Entonces no sé a qué le das más vueltas, serías muy tonto si no vas.

— Es que yo esperaba ir con Namjoon también — rascó su brazo — Siempre vamos juntos a todas partes.

— No puedes atenerte a él. Además, ni siquiera es parte del club de música, vas a estar con nosotros.

— Ya lo sé, pero aún así.

— Confía en lo que te digo, tienes derecho a divertirte, Jimin. La escuela es pesadísima y el semestre apenas está comenzando, nos merecemos emborracharnos como nunca antes.

Ahí estaba Taemin, utilizando sus típicas frases para convencer, pero de cierta forma se le daba bien y él siempre ha sido de esa manera, le encanta que la gente haga lo que dice y busca que sus amigos se desenvuelvan a cosas nuevas, experimenten al mismo tiempo que él. No se anda con juegos, tratará de persuadirte hasta que caigas y no era la excepción con Park.

— Vale, vale. Voy a ir — confirmó por segunda vez en el día — Aunque prefiero llegar por mi cuenta, porque ya sé que te ofrecerás a llevarme.

— Está bien pero, si para las doce veo que no has llegado, iré yo mismo por ti a tu casa, te despertaré y te obligaré a venir conmigo.

Su amenaza sonaba tan ridícula, pero en el fondo Taemin sí era capaz de hacer algo así. Más le valía a Jimin cumplir con su palabra y no fallarle a su amigo mañana.

Don't fall in love | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora