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25/04/2019
📍Pamplona

Todos estábamos hablando tranquilamente, el tema de conversación ya no era mi vida y ahora concretamente estábamos dando nuestro punto de vista de cómo veíamos la liga este año. Pero claro, mi teléfono tenía que interrumpir.

‐ Mira loco como pone la rima esos rappers no pueden pararme porque siempre yo te lo pongo y lo hago a diario, me ponen una viola, es estrafalario, eso es porque yo violo a mis rivales en los escenarios. — después de buscar por todo mi bolso el teléfono e intentar descolgar la llamada torpemente, por fin escuché la voz en la otra línea.—

- Ángela, me ha dicho sergio que los acompañaste a pamplona. — ahí me di cuenta de que la causante de todo este desastre era nerea, porque ni había leído el nombre antes de descolgar.—

Hice un gesto de que salía para hablar por teléfono, con todas las miradas puestas en mi y por el ardor que sentía en mis mejillas probablemente mi cara fuese más o menos del mismo color que mi pelo.

- Nerea, te voy a matar. — dije cuando estuve ya fuera del local y podía hablar tranquilamente sin estar bajo la mirada de todos por lo que acababa de pasar.—

- ¿Qué pasa? — preguntó sin entender nada.—

- ¿Te das cuenta de mi tono de llamada? — le dije esperando que se diese cuenta de que acababa de pasar.—

- Sí, el minuto de...— paró y creo que fue porque se dio cuenta.— ¿¡No lo cambiaste!?

- ¡Se me olvidó! hace mucho que no me llaman, siempre hablo por mensaje.— me justifique y al otro lado se la línea solo se escuchaban risas.— ¡Ni puta gracia nerea! Que vergüenza por dios.

- A ver, ¿quién estaba? — dijo al calmar un poco su risa.—

- Todos. — creo que mis coloretes hasta subieron un par de tonos al recordarlo.— Literalmente

- ¡Que putada! — dijo nerea volviendo al mismo nivel de carcajadas que antes.— ¿Hasta alfon?

- ¡Todos nerea, todos! — le repetí mientras desviaba la mirada a la ventana que daba al local, cruzandome con la mirada de alfonso de nuevo, aparté la vista rápido, con la esperanza de que no me hubiese visto.— Tía que me está mirando.

- ¿Quién? — preguntó la novia de mi mejor amigo.—¿Qué dices?

- ¡Quién va ser! — le dije como si fuese lo más obvio del mundo.— Alfonso. — eso último lo dije en un tono más bajo, como si pudiesen escucharme.—

- Bueno chica, normal, acaba de sonar un minuto suyo en tu teléfono.— empezó tranquila pero a medida que decía la frase su risa se hizo presente de nuevo.—

- Nerea, que hago yo ahora.—dije pensando en que me quedaba una semana en Pamplona con todos ellos.—

- Oye angie, lo siento mucho mucho, pero tengo que colgarte.— repetí la palabra "no" muchísimas veces, acelerando incluso más cuando vi de reojo como todos los chicos se empezaban a levantar de la mesa.— En serio, me tengo que ir.

- Dios, cuando te vea te voy a matar. — dijo un "te quiero" y sin más me colgó, justo a tiempo para ver a mi hermano salir en cabeza con Sergio detrás.—

Le tiré del brazo a Sergio para obligarle a caminar un poco más atrás que el resto, lo habría hecho con mi hermano, pero sabía que él se iba a reír de mi mucho más que Sergio.

No hizo ni siquiera un par de bromas sobre el tema mientras caminábamos de vuelta al hotel y por lo que me enteré cuando llegamos todos habíamos quedado para cenar.

Subi a la habitación con javi y para mi sorpresa tampoco hizo ningún comentario sobre el tema; al entrar a nuestro cuarto se fue directo a la ducha, dejándome sola, tirada en mi cama y mirando al techo.

Obviamente lo primero que hice fue cambiar mi tono de llamada que ahora era el freestyle session de lit killah y bizarrap (que me se de memoria). Después me pare a pensar en por qué me daba tanta vergüenza, es un muy buen minuto y como me gustó me lo puse de tono de llamada, ya esta. Ridículo. Ni aún así me convencía a mi misma de que eso era normal.

- Javi. — dije cuando escuché que salía del baño, aún mirando al techo.— ¿Ha sido muy ridículo?

- ¿Ridículo el qué?

- No me jodas javi. — dije como si me estuviese tomando el pelo.— Antes, cuando me llamó nerea.

- Ah. — pareció darse cuenta de lo que hablaba.— ¿Por qué ridículo?

- Porque mi tono de llamada es un minuto de bta — dije más en pregunta que en afirmación mirándolo por primera vez desde que comenzó esta conversación, así que lo vi negar con la cabeza— ¿Y por qué me mirabais todos entonces?

- Porque tienes el volumen súper alto.— soltó una risa.— Que exagerada eres hermano.

Mi mellizo que no tiene muletillas al rapear y luego cuando le sacas de la tarima te dice "hermano" al final de cada frase.

- ¿Y a alfonso? — pregunté interesandome especialmente en él, supongo que porque el minuto era suyo.—

- Tampoco. — me contestó mientras rebuscaba ropa en su maleta.— ¿Por qué?

Tal vez había exagerado un poco.

- No sé, igual se pensaba que era una acosadora rara o algo. — me levanté de la cama y le tiré una sudadera a javi en la cara.— Te la quité para salir el domingo.

- ¿Como sabías que buscaba esa? — hice un gesto como si la respuesta fuese obvia y me volví a tirar en la cama.—

- ¿Porque es la sudadera que te pones siempre?

- Touchè. — me dio la razón.—

{...}

No sé ni cómo ni cuándo, pero me quedé dormida encima de la cama. Mi querido hermano no tuvo la decencia de despertarme hasta diez minutos antes de la hora a la que supuestamente habíamos quedado.

- Bueno javi, es que yo te mato. — dije mientras me cepillaba el pelo lo más rápido que podía.—

- Bro, que intensa eres. — estaba apoyado en el marco de la puerta del baño, esperándome.— Que estás muy guapa, venga vámonos.

- No, ahora llegamos tarde. — dije posando el peine y ahora rebuscando en mi estuche de maquillaje para arreglarme lo que sea que me pasó en la cara.— Y por tú culpa.

- A ver, a ver; no es mi culpa que seas una marmota. — acotó.— Una marmota impuntual.

Rodé los ojos decidiendo terminar esta discusión y comencé a desmaquillarme para poder volver a maquillarme a ver si así se me quitaba la cara de muerto que llevaba.

Al terminar de maquillarme me puse lo primero que encontré en la maleta por eso de cambiarme de ropa y que parezca que por lo menos me he aseado un poco. Al final solo nos habíamos retrasado solo cinco minutos así que no fue tan malo como pensaba en un principio.

                                         

Por si no entendieron que pasó, el tono de llamada de Ángela era el minuto de bta que dejé al principio.

Rojo ; BTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora