XII

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  20/06/2020
📍Madrid.

Cuando por fin terminamos de deshacer todo el equipaje que Paula habia traido para quedarse en Madrid (que para nada era poco) decidimos celebrar que vivíamos juntas y que me habían contratado para la nacional de Red Bull. Las dos coincidimos en que no nos apetecía demasiado salir de fiesta así que nos pusimos en camino a un supermercado para comprar algo para comer.

Javi, yo y bueno ahora Paula vivimos cerca de un Mercadona así que solo tardamos cinco minutos en llegar mientras nos poníamos al día en algunos aspectos que nunca habían salido por mensaje.

En los supermercados no se cobra a comisión, pero si lo hicieran ese día se hubieran puesto a dar saltos de alegría de la compra que hicimos Paula y yo. Salimos con varias bolsas cargadas de todo tipo de chucherías y snacks dispuestas a pasar una tarde en frente de la televisión viendo netflix.

 Salimos con varias bolsas cargadas de todo tipo de chucherías y snacks dispuestas a pasar una tarde en frente de la televisión viendo netflix

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4/07/2020 🗓 Viaje a Bilbao
📍Madrid → Bilbao

- ¡Daros prisa que llegamos tarde! — escuché la voz de Paula que nos esperaba en la puerta.—

- ¡Ya voy! — gritamos a coro mi hermano y yo, aunque los dos sabíamos que íbamos a tardar en bajar.—

- ¡Ángela dónde has puesto mi camiseta! — me echó en cara Javi mientras revolvía mi armario buscando una camiseta de los blazers que supuestamente yo le había robado en algún momento.—

- Javier que yo no te he cogido ninguna camiseta. — le repetí sentada en la cama esperando a que se diera por vencido.—

- ¿Y esto que es? — dijo sacando del fondo del armario la camiseta que buscaba.—

- ¡Ostia! Pues si que la tenía si. — dije con una risa.— Fijate que ni me acordaba, hará tres meses que te la cogí y ni te diste cuenta.

- ¡Javier y Ángela como tenga que subir a buscaros os llevo hasta la estación de las orejas! — volvió a gritar Paula en un tono que me recordó a mi madre.—

Javi y yo decidimos tomarnos en serio sus amenazas y bajar las escaleras lo más rápido posible.

El taxi ya nos estaba esperando así que nos saldría algo más caro porque el cabron ya había bajado la bandera. Después de decirle que íbamos con prisa y que le importara una mierda conseguimos llegar a la estación a diez minutos de que saliera el tren.

Cualquiera que nos viera se iba a quedar flipando porque tres chavales de veinte años corriendo por una estación no es algo muy normal. Me estaban llegando un montón de mensajes al teléfono y estoy segura de que eran de Sergio y Nerea que ya estarían en su asiento del tren preguntándose dónde estaríamos.

Al final conseguimos llegar al tren de milagro y después de haber empujado a varios señores inocentes estábamos sentados en nuestro sitio.

- Es que yo no vuelvo a ir con vosotros a ningún sitio. — dijo Paula con la respiración agitada de tanto correr.—

- Ha sido culpa de javi. — aclaré yo mientras abría una botella de agua.—

- ¡Qué mentirosa! — respondió javi al instante.— Si no me robases la ropa cada dos por tres no tendría que haber estado toda la mañana buscando la camiseta.

- Eso te pasa por hacer la maleta hoy por la mañana. — contrataque yo.— Además soy tu hermana, quitarte ropa es mi obligación.

-Calma fieras. — interrumpió Sergio antes de que mi hermano soltara un argumento en contra del mío.—

- ¿Qué tal veis esta jornada? — preguntó Nerea con un intento de cambiar de tema.—

- A mi me hace ilusión, no había ido nunca a una jornada de FMS. — continuó Paula que había conocido a mis mejores amigos madrileños poco después de llegar.—

- Yo tengo ganas de sacar las fotos. — continúe yo.— Quiero probar a jugar con la luz de una manera distinta.

Y así nos pasamos el largo viaje en tren hasta el País Vasco. No se como lo hacía pero siempre dormía minimo una hora en todos los viajes, aunque no quisiera porque aparecen treinta fotos mías en las historias de Instagram cuando me despierto.

Al llegar pedimos dos taxis porque no entrábamos todos en uno y llegamos al hotel enseguida. Salimos del coche y el conductor nos ayudó a bajar el equipaje del maletero.

- ¿Qué pasa con los Bonet que traen a alguien nuevo todas las jornadas? ¿A la siguiente vais a traer un león? — preguntó Pablo apareciendo por detrás mío, al parecer acababa de llegar también.—

- Que gracioso eres Pablito. — le dije mientras soltaba mi maleta para darle un abrazo.— Ella es Paula, se acaba de mudar a Madrid con javi y conmigo.

- Encantado Paula. — Pablo le dedicó una sonrisa y le dio dos besos a mi amiga.— Voy entrando, creo que Gemma ya subió a dejar sus cosas.

Me despedí de Pablo con la mano y sé que la fangirl que vivía en el interior de Paula estaba dando saltitos mientras gritaba de emoción.

- Venga pau que aún te quedan muchos que conocer. — le tiré del brazo a mi amiga para meterla dentro del hotel, se la notaba nerviosa.—

Entramos en el lobby del hotel y javi fue a buscar las llaves de nuestras habitaciones.

Caminé hasta un grupo de personas que identifique como mis amigos al ver una persona de cuatro metros y medio, un pelirrojo un poco más bajo y a un canijo con el pelo bicolor.

- ¡Alfon! — como siempre hacia con todo el mundo le salte a la espalda agarrándome como un koala para no caerme.—

- ¡Coño! — exclamó al asustarse cuando me subí a su espalda, solo mi hermano y Sergio estaban acostumbrados a este gesto.—

- No te asustes hombre, se que no veías a una chica tan guapa desde hace tiempo, pero no es para tanto. — contesté a modo de broma, le dejé un beso en la mejilla y me bajé de su espalda.— Esta es Paula, una amiga. — se la presenté a los dos malagueños que había en la escena y ambos la saludaron con la mano presentándose.—

- Muy bien eso de saltarle a la espalda al pelirrojo y eso, pero a mi ni un hola, ni un abrazo, ni na' — se quejó chemi mientras se cruzaba de brazos haciéndose el indignado.—

- Chemi no te me pongas celoso hombre. — le di un par de besos en la mejilla derecha para que se quedara satisfecho.—

- Ey, toma. — apareció mi hermano de repente tirándome una tarjeta que supuse sería la llave de la habitación.—

- Otro que saluda. — acotó Sergio con una risa refiriéndose a mi hermano.—

- Bueno chavales, vamos a dejar las maletas arriba, luego os veo. — me despedí de los presentes y caminé hacia el ascensor seguida de Paula.—

- Ahora me dirás: "es que somos muy amigos, tenemos confianza"  — soltó Paula mientras se cerraba la puerta del ascensor.—

- ¿Qué? — no entendía que acababa de decir.—

- Joder, a veces pienso que no lo quieres entender. Tía, Alfonso. — otra vez con el tema, que manía.—

- Pau que yo cogí confianza con todo el mundo, ¿enserio me estás sacando esto otra vez porque le he saltado a la espalda? Por esa regla de tres vivo enamorada de Sergio y no lo sabía.

- Sabes que no es lo mismo, cuando lo quieras aceptar me avisas.


Rojo ; BTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora