Señor Clark... (Mpreg-Gay)

CAP 18

-haga lo que usted quiera, Señor

Tengo la sensación de que Rafael forma parte de esas personas imposibles de alterar. Pero realmente yo soy muy bueno jugando a eso

Me río de una forma nerviosa, casi incontrolable

-Siempre eres así de tranquilo, Rafael?

-Créame hace falta mucho más que eso para alterarme

Me miro por el retrovisor con una ceja arriba y ojos divertidos

Mi tensión y cuerpo comienzan a relajarse poco a poco, me viene bien un pequeño momento divertido en esa maldita noche

-Y yo que creía tener un buen nivel de ser molesto...

Mi reflexión le hace sonreír mientras que yo hago pucheros exagerados

Suspiró con una sonrisa de lado

-Dime Rafael... como es que conocías mi dirección la primera vez que me llevaste a casa?

Vuelve la vista al frente tomándose un tiempo para poder contestar

-El señor Clark me la había dado

-Clark... lo tiene que saber y controlar todo no es verdad?

La mirada de Rafael se vuelve más sombría

-Preferiría que no habláramos del señor Clark en su ausencia

-De acuerdo... solo quería un poco de conversación

Suspiró apoyando mi espalda contra el asiento de cuero recostando un poco mi cabeza aún con la vista en la ventana

Me pregunto porque no quiere hablar de Clark. Tendrá miedo o algo que ocultar...?

-Podrías poner algo de jazz por favor ?

Rafael asiente con la cabeza y pone una pieza de Jazz. Durante un momento cierro los ojos. La calma antes de la tempestad...

Una vez en casa me quito rápidamente el traje y lo meto de nuevo en su caja, mirándola con recelo

Maldito Clark... no puedo llegar a entenderle!

Sobre todo por ese momento a solas... y luego se va sin decir una palabra... luego subasta por esa chica

De nuevo inseguridades pasaban por mi cabeza mientras me quedaba en ropa interior sentándome en el borde de la cama con mis manos entre mis piernas solo mirando el suelo

Suspiró pesadamente levantándome y colocándome una vieja camisa sin mangas para recostarme sobre la cama mirando a la nada

Esta noche olía a dinero y a falsas buenas intenciones! Todas esas almas bien intencionadas que se regodean ante la miseria del mundo

-trabajar para Africa? Si claro!

Abrazo una almohada con mis brazos y piernas

-intentando congraciarse con esos perros de Nueva York, claro que si!

Alguna se mueve en su jaula, le escucho desde mi habitación. Debe preguntarse qué pasa. O tal vez quiere una golosina

Suspiró levantándome y caminando a la sala mientras frotaba mi ojo

Sonreí levemente al verle inclinándome para tomarlo entre mis manos

-Mi gordo... ven aquí...

Lo cojo suavemente para ponerlo en la palma de mi mano. Me siento en el sofá y acaricio su cabeza suavemente antes de darle una galletita. Le da mordiscos con avidez. Le miro durante un rato y luego lo dejo en el sofá, a mi lado