Capítulo 5

109 75 9
                                    



Desperté, sobresaltada y asustada, como todas las mañanas por culpa de ese sueño.

Hice la rutina de todos los días, y me vestí con unos pantalones negros con rayas blancas y rojas a los lados y una camiseta corta de color blanco.

Ya estaban todos desayunando cuando desperté, y mamá como siempre no estaba debido a su trabajo.

Mama ha dejado el desayuno preparado. Dijo Marcos.

Y eso fue lo único que hablamos en toda la mañana, la verdad es que estaba tan perdida en mis pensamientos, pensado como iba a dirigirle la palabra a Dylan.

Estábamos cogiendo las mochilas cuando un coche pitó en frente de casa, me asomé a la ventana y allí estaba, el y su increíble atractivo.

Salimos de casa y me dirigí hacia el coche.

¿ Qué es esto?

¿Un coche, es que no ves?

Me refiero al conductor, ¿ donde está Dylan? ¿No debería llevarme el? ¿ que ha pasado?

Ehh, para el carro, tantas preguntas saturan mi cabeza. Dijo Nicholas.

¿ y bien ?

Lo entenderás todo mejor si lo ves por ti misma, ahora sube al coche si no quieres llegar tarde.

Chicos subir al coche. Grité

El camino fue silencioso, salvo por Carlos y sus tablas de multiplicar, cuando llegamos no entendía por que todo el mundo me miraba de esa forma, o simplemente por que me miraban si lo mío era pasar desaprecibida.

¿ que está pasando?. Le pregunté a Nicholas.

Eso es justo lo que vas a descubrir, pero antes ven conmigo.

Mis hermanos se fueron hace un rato así que decidí aceptar.

Me llevo a la parte de atrás de la escuela y allí empezó a hablar.

Lo que va a pasar hoy... simplemente no te creas nada, solo es un juego, uno de sus muchos juegos de niño chico así que no te creas nada de lo que te diga.

¿Quien? ¿ cuando? Y ¿ como?, no entiendo nada.

Tu solo recuerda lo que te acabo de decir.

Y así me dejó ir, caminé hacia la entrada del instituto y allí Dean estaba esperándome.

¿Por que no me lo contaste?

¿ Contarte el que?

Todas la miradas asesinas, de sorpresa y de compasión empezaron a cobrar sentido en el momento en el que vi ese gran grafiti en la pared del interior del instituto.

Te amo por siempre princesa, de tu principe Dylan.

Ese increíble ramo que se encontraba en sus manos no destacaban nada comparado con cómo se veía ese día, y empezaba a pensar que todas esas personas que se encontraban allí no estaban realmente por el decorado sino por la persona que lo hacía.

Me quedé en blanco sin saber que hacer, todo el mundo nos miraba y entonces con ese gesto de cabeza por su parte, empecé a caminar.

Al llegar a el, me abrazó y me susurró al oído, ha parecido completamente real.

Y en ese instante comprendí lo que me había dicho Nicholas un rato antes, todo era una falsa, y pensar que me sentía especial porque creía que quería disculparse por " lo que hizo ayer", tonta de mi.

Al rato me soltó y yo solo me giré y le vi a el, hay entre toda las personas, pero increíblemente notable. Nicholas miraba fijamente, y no a su hermano ni a la escena en sí, sino a mi, me miraba a mi, y sus ojos grises se clavaban en los míos como agujas de coser.

A los pocos segundos salió corriendo por el pasillo, empujando a quien se interpusiera en su camino.

¿ Vamos a clase?. Susurro Dylan.

Me cogió de la mano y empezamos a caminar, y todavía susurrando me dijo:

Siento lo que acaba de pasar, pero entiende que era necesario.

No, no lo sientes y no era necesario, eres un completo imbecil,¿ para que querías hacer eso? ¿ para ganar más " fama"? Perfecto pero no me utilices a mi para ello.

Lo siento de verdad, pero se supone que estamos saliendo y tú no quieres que te toque ni con un palo, algo tenía que hacer.

Eso.... eso es cosa mía, además ¿no teníamos un trato? ¿ Porqué no me has recogido hoy?

Tenía que hacer algunas cosas, pero te ha recogido mi hermano.

Bueno... yo también te quería pedir perdón por lo de ayer, te culpe y no tenías la culpa.

Hey, no pasa nada Abey, todo está bien. Me abrazó

Llegamos a la clase y todos nos empezamos a sentar hasta que el director entró con alguien por la puerta, al cual no pude verle la cara ya que se quedó en la puerta.

Cuando intercambiaron algunas palabras el profesor y el director entró aquel chico... Nicholas.

¿Que hacía el aquí?

Destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora