THE ONE (TaeNy)

6. ESTOY LISTA

POV TIFFANY

Genial, cuando acordé el mudarme a la 'D' con Seohyun y Taeyeon, no imaginé que la pelinegra no tenía idea de esos planes, para mi sorpresa me topé con una alterada reacción nada extraña en la de los oscuros cabellos. Que humillación para mi tener que suplicarle por un lugar donde dormir, aunque no lo hice con palabras, pero si con actitudes.

Blah.

Bufé mirándome nuevamente al espejo del baño. Me sentía tan extraña dependiendo de alguien que no fuese mi madre o alguien más de mi familia. Pero supuse que así seria la vida universitaria y debía aguantármela.

¿Por qué no me cambié cuando tuve la oportunidad? Mierda.

– ¿Te podrías apresurar? – Taeyeon golpeó la puerta varias veces.

Giré mis ojos.

–Supongo que tendré que ser fuerte esta jodida semana. – Hablé entre dientes y solté un pesado suspiro aproximándome a la puerta para abrirla.

Levanté la mirada y mis ojos se encontraron con los de Taeyeon.

– ¿Se te adelantó la menstruación? – Le pregunté con un irónico tono. Ella enseñó una sonrisa torcida burlándose falsamente de mis palabras.

–Ha, Ha – Chistó y pasó por mi lado encerrándose en el baño. Eché una mirada a la cama que Hyo compartía con Seohyun y suspiré nuevamente. Ambas lucían tan bien juntas, nadie se golpeaba, ni les importaba respirarse dentro del cuello. Luego posicioné los orbes sobre la cama que yo ocuparía con la pelinegra y tragué saliva.

–Mierda. – Me dije a mi misma y me tomé la libertad de escoger el lado de la pared mentalmente.

Al menos no caeré a ninguna parte si se mueve mucho. Pensé.

Oh, no... Pero me tendrá acorralada, mejor tomo la punta. Pero... ¿Y si luego caigo al suelo? ¿Y si me golpeo la cara?

– ¡Ash! – Pisotee el suelo haciendo un pequeño berrinche mientras me mordía las pieles de los dedos para luego llevar mis ojos a la silueta que ahora salía del baño y me miraba con odio.

– ¿Qué miras? – Me preguntó levantando una ceja.

–Nada. – Regresé la vista a la cama.

– ¿Tienes una moneda? – preguntó modelando detrás de mi para dejar la toalla tendida sobre una silla.

–No. – Soné algo altanera.

–No planeo robarla, solo lanzarla para ver quien va a la pared.

Curiosamente le preocupaba lo mismo que a mí.

–Ah. – Me sentí tonta. –Igual no tengo.

Ella giró los ojos y detalló la mesa de noche de Seohyun, de allí tomó una moneda pequeña color plata y me la enseñó en total seriedad.

–Yo cara, tu sello.

– ¿Por qué? – Chisté.

–Bien. Que sea al revés entonces. Como si importara mucho.

–Bien. – Parecía una niña pequeña.

–Sello, será pared y cara, punta. – Lanzó la moneda al aire con la diestra y la atrapó estampándola contra el dorso de la izquierda. Me asomé un poco para ver el resultado y apreté mis mandíbulas.

–Pared para mí. Fiesta. – Dijo en completo sarcasmo y dejó la moneda en su lugar lanzándose a la cama dándome la espalda.

–No es justo. Me has dejado un espacio mínimo para acostarme. – Bufé y ella se giró.