Prólogo

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¡Mierda! Aquí estamos de nuevo, envueltos en estás sábanas, dejando que la escasa luz que se cuela por la ventana nos ilumine. Ambos dijimos que esto no podía volver a pasar, pero aquí estamos de nuevo.

—Prometimos que esto no volvería a pasar —. Tomo las sábanas cubriéndome mis pechos, antes expuestos.

—Prometimos me suena a manada. Yo sabía que no podía resistirme a ti. Y siendo honestos, tú tampoco te podías resistir a mí.

—Bájale dos rayitas a tu ego ¡Hablo en serio! No podemos seguir follando cada vez que nos vemos. No podemos.

—Claro que podemos, una cosa es que tú no quieres hacerlo —. Se levanta de la cama y me deja ver su perfecto culo redondo y firme. Producto de las horas que pasa en el gimnasio todas las semanas.

—Es que parece que hablo sola ¡Quiero que me escuches, Atlas!

—Me encanta cuando me dices Atlas, pero me gusta más cuando lo haces entre gemidos.

Ruedo los ojos. No puede ser que este hombre no se tome nada en serio. Quiero que por una vez, no piense en sexo, y me tome en serio. Que no me mire con esos ojos sedientos de placer.

—Tomare una ducha y cuando vuelva espero que ya no seas tan inmaduro. Necesito que me escuches, tú y yo no podemos continuar de esta forma, Atlas.

Es lo último que digo antes de encerrarme en el baño, dejando que el agua de la ducha caiga por todo mi cabellos. Los cabellos rojos que me ha pintado Jenna hace unas semanas, se pegan a mi rostro.

El agua tibia, hace que los vidrios de la ducha se empañen y no me dejen ver al exterior. Por lo que no noto cuando Atlas se cuela a darse un baño junto a mí. Debo empezar a cerrar con pestillo las puertas en está casa.

—Quiero ducharme sola.

Atlas pasa sus manos por mis pechos, lo que hace que mis pezones se despierten ¡Maldita sea, Atlas, no podemos seguir así!

Atlas posa sus manos alrededor de mi cintura y me atrae junto a él, haciendo que pueda sentir su erección contra mi espalda ¿Cómo puedo resistirme a este hombre? Jamás lo podré hacer. Eso es simplemente imposible. Nadie se puede resistir a ese hombre, Atlas es completamente hermoso.

Es de esos hombres que no sabes si son reales o son solo producto de tu imaginación. Él es tan perfecto, pero también oculta tantos secretos. Detrás de él hay tantas sombras, traumas. Pero desde que llegó a mi vida, ha sabido ponerla de cabezas. Es tan humano, pero a la vez un turista proveniente del espacio.





Nota de la Autora:

¡¡¡Buenas!!! Aquí estamos con una nueva historia. Estará disponible pronto, aún no tengo fecha exacta. Pero será cuando menos se lo esperen. Quizá algún días los sorprenderé con una actualización :)

Encuentros Inesperados +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora