Invasión

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José y yo nos acercamos al taxi en llamas. Unos metros más a la izquierda había un hombre moreno y gordo tumbado en el suelo. Llevaba una camiseta rosa en la que ponía 'Je suis trés mignon'. José me dijo que no sabía quién era ese hombre. Yo tampoco sabía nada, pero no sabía por qué, tenía la corazonada de que se llamaba Javi. A lo lejos se veía un edificio extraño. Entonces José me dijo "Podríamos ir allí en busca de ayuda". Pero de pronto, oímos un grito a nuestras espaldas. Había unos tíos muy raros llenos de mierda y otros restos asquerosos que estaban atacando a Ana Rosa. No dejaban de morderle con sus dientes podridos y restregarle la roña por las heridas causadas por los mordiscos. Aquellos enjendros vomitivos estaban haciendo que a Ana Rosa se le empezara a caer el pelo, luego la piel, hasta que acabó como aquellas extrañas criaturas que parecían sacadas de la basura. Entonces desviaron la vista hacia nosotros y empezamos a correr. Miré atrás y comprobé cómo los sucios zombis leprosos nos estaban persiguiendo.

Pasado perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora