❖•ೋ°_Segundo_ °ೋ•❖

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No supo que contenía la respiración hasta que llegó a casa, y en la acera de esta respiró agitado y con lágrimas de desesperación y miedo contenidas en sus avellanas ojos

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No supo que contenía la respiración hasta que llegó a casa, y en la acera de esta respiró agitado y con lágrimas de desesperación y miedo contenidas en sus avellanas ojos. Temblaba cual gelatina, pero era la propia reacción de su cuerpo ante el shock que acababa de recibir.
Se apoyó con sus palmas en sus rodillas, tratando de regular su respirar porque ya dolía en su pecho. Miró hacía todas partes, desesperado. Tal vez le estaba siguiendo y ni siquiera se daba cuenta.

No esperando más se adentró en su pequeña casa, que suerte la que tenía de que ésta no fuese tan visible gracias a las demás que la rodeaban y que, por ende, eran más grandes que la de él. Entró de una sola vez, dificultándosele el abrir con sus manos temblorosas y el sin fin de llaves que portaba y no sabía porque lo hacía. Cerró tras de sí tan pronto como pudo y puso el pestillo a la puerta, la cadena y una silla que encontró no muy lejos, ubicándola bajo la manija de la misma para que esta no fuese abierta a fuerza bruta. Si intentaban hacerlo...

Se quitó la mochila y la aventó sabe Dios donde, nada le importaba ahora más que su propia seguridad.

Sin luz se manejó hasta la parte trasera de su pequeño apartamento, sellando también la puerta hacia su pequeño patio. Así prosiguió entonces con sus ventanas, poniendo el seguro a todas y encendiendo las alarmas de robo. Porque si algo tenía JungKook era una seria obsesión con su seguridad y luego de adquirir ese apartamento, le colocó alarmas hasta debajo de las piedras.

Corrió las cortinas de las ventanas y no se permitió ningún tipo de luz. Si ese psicópata le estaba buscando, lo mejor era pasar desapercibido, aunque, no sabía si sus medidas de seguridad funcionarían con un hombre de ese alto calibre. No estaba seguro de nada.

Se hundió en el sillón de su sala de estar, con su mobile en mano, ¿Debía llamar a la policía?

¡Claro, pero por supuesto, que debía! Pero... ¿Si eso lo ponía más en riesgo?

No podía llamar a Jimin, lo preocuparía y pondría en peligro también. Mucho menos a sus padres, ¡¿Qué hacía entonces?!

JungKook se maldecía internamente, aun cuando las imágenes del cuerpo desmembrado seguían pasando por su mente una y otra vez, una tras otra. Sintió arcadas venirle desde dentro y no dudó en correr al baño permitiéndose caer de rodillas al pie del inodoro, abrir la tapa de este y vaciar su vacío estómago, aventando sólo bilis que quemó sin duda alguna su esófago. Sollozó entonces, con las manos en su rostro y echado a un lado del inodoro, encogido ahí en la penumbra del baño.

Jamás en su vida se imaginó presenciar algo así, de esa magnitud. ¿Eso lo convertía en cómplice?

Dios santo y santo todo, porque la desesperación que ya mismo sentía lo estaba ahogando, sentía la garganta apretada y un malestar en el pecho haciéndole inquietar a sobre manera. La noche no daba tregua tampoco y a las afueras comenzaban a escucharse los relámpagos de una posible tormenta no muy lejos de ahí.

~*HUNTING SEASON*~ (𝘝𝘒𝘖𝘖𝘒).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora