Plan en marcha

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La oscuridad había atrapado al reino de Freezenberg, Sofía y Hugo ya se encontraban en el carruaje.
Uno sentado frente al otro, permitiendo que sus miradas pudieran encontrarse.

~No debiste acompañarme, Amber está enferma.

~Tu eres mi prioridad, además, ella estuvo de acuerdo.

Sofía tomó su mano para sentarse a su lado.

~Asi puedo abrazarte con más facilidad, ¡tengo mucho miedo aún!

~No debes temer Sofía, siempre estaré para ti. Seremos familia dentro de poco. Sonrió.

~Tienes razón... Serás mi cuñado.

~Pero eso no cambiará las cosas, a pesar de todo yo siempre estaré a tu lado para escuchar tus problemas y protegerte.

El carruaje frenó de golpe y con cuidado aterrizó en el sueño.

~¿Qué pasa?

~Lo siento, su alteza. Un carruaje se puso en mi camino.

Hugo rápidamente bajo, tenía miedo de que intentarán raptar a Sofía nuevamente, así que con cuidado empuño su espada.

~Príncipe Hugo, no creo que eso sea necesario. Habló la reina Miranda posandose detrás de su esposo.

~Siento mucho si los asuste. Pero hace unas horas pasé unos momentos muy amargos.

~¿Sofía está adentro?

~Asi es, mi reina. Contestó inclinándose.

Miranda subió rápidamente al carruaje y abrazó con fuerza a su pequeña hija “Crei que te perdería" mencionaba sin descanso.

Sofía se sintió mal, por haberle causado dolor a su madre.

~Lo siento mucho mamá, no quería asustarte.

~No debes disculparte, tú no tienes la culpa de lo que pasó. Solo eres una víctima.

Sofía apretó levemente los labios y desvío la mirada para no delatar su culpabilidad.

~Gracias por cuidar de Sofía. Mencionó James, palmeando el hombro de Hugo.
No obstante, Roland se encontraba sin decir nada.

El rey aún recordaba las palabras de Axel y temía que Hugo rompiera el corazón de su hija.

~¿Se encuentra bien, rey Roland?

~No Hugo, de verdad debes ser sincero conmigo. ¿Tu deseo es casarte con Amber? O lo haces por el poder que ella puede ofrecer a tu pueblo.

~Si mi intención fuera conseguir poder, ya habría hecho que mi padre destituyera a Axel de la línea de sucesión y créame que él lo haría gustoso.

La mente de Roland se confundió con estás palabras, Axel parecía ser un hombre ejemplar.

~No comprendo que intentas decirme, príncipe Hugo.

~Manténgalo alejado de Encantia, de Sofía, o yo intervendre y nadie podrá salvarlo.

Roland apretó los puños y observó con coraje como el hombre que desposaría a su hija mayor intentaba darle órdenes.

Los días pasaron sin mayor relevancia.
Una mañana, el príncipe Axel visitó al rey Roland, con el único objetivo de pedirle permiso para tener una audiencia con su hija menor.
Apesar de las palabras de Hugo, Roland permitió este encuentro, con la única esperanza de concretar una relación entre ellos en el futuro.

~Princesa Sofía, el príncipe Axel está aquí.

~No quiero verlo. Mencionó con indiferencia.

~Son órdenes de su padre.

La princesa se levantó de su asiento y acomodó un poco su vestido.

~Dile que pase.

El príncipe entró rápidamente a la habitación y pidió a los sirvientes que los dejaran solos.

~Veo que te encuentras mejor.

~¿Cuál es el motivo de tu visita? Creo que fui muy clara al decir que no quiero tener contacto contigo.

~Te tomas muy en serio el tema de los peones. Has llegado a tal grado de tomarme con uno, pero no dejaré que eso suceda.

~¿Por qué te empeñas en molestarme? Con esta visita puedo hacer que tú reputación quedé destruida.

~No es así, hablé con tu padre antes de venir aquí, tengo su permiso para encontrarme contigo. Así que, técnicamente no estoy haciendo nada malo.

~Piensas en todo, pero no dejaré que arruines mis planes.

~Quería tenerte de mi lado porque me he dado cuenta que eres muy hábil, dejando de lado esa apariencia de fragilidad y bondad. Ahora tú me culpas de algo que no hice porque sabes que soy consciente de tu farsa y que una palabra mía, podría llevarte a la perdición.

~No hice nada malo, creo que tú me estás malinterpretando.

Axel apretó los puños y la hizo chocar contra la pared.

~Dime ¿Qué planeas hacer con todo esto?

~Axel, me estás lastimando. Guarda tu distancia conmigo.

Axel la apretó con más fuerza, provocando que Sofía llorara de nervios.

~¡Dime lo que planeas!

Sofía estaba a punto de hablar, cuando una persona entró a la habitación, encontrándose con tan desagradable escena.

~Veo que las acusaciones de Sofía eran ciertas, aunque no quería creerlo, porque en el fondo eres mi hermano y te tengo aprecio. Pero ahora no me queda duda.

Axel se separó de Sofía y dejó que está pudiera respirar con facilidad.

~Que bueno que llegaste Hugo, no sé que hubiera ocurrido si tardabas unos minutos más.

La mirada de Hugo fulminó a Axel y este no pudo hacer más que salir rápidamente de la habitación.

~Hablare con mi padre, esto no se quedará así.

~Te ruego que no lo hagas... Podrían obligarme a desposarlo.

~¡Pero te atacó! No puedo dejar que se salga con la suya.

~Con la amenaza es suficiente, sé que le tiene respeto a tu padre y no volverá a molestarme.

Hugo asintió aunque no estaba conforme, así que con molestia siguió a su hermano.

~¡Deja de ser tan descarado! Sofía es mi amiga.

~¿Tu amiga o algo más? Nadie se pone así por una amiga.

~Crecimos juntos... Por eso la quiero mucho.

~La quieres a tal grado de cegarte y ni siquiera creer en las palabras de hermano, tú y yo nos conocemos de toda la vida. Sabes que soy mujeriego, pero jamás me metería con una de las hijas del país más poderoso del Eterny reino. No soy tan tonto.

~¿Insinuas que Sofía te está incriminando? Eso es absurdo, ella jamás ha hecho algo malo, yo le debo mi cambio, me ayudó a ser una mejor persona.

~Sé que tú y yo no nos llevamos bien, pero mantente atento. Es el único consejo que te puedo dar como hermano mayor.

Axel dió la vuelta para volver a su castillo.

Sofía observó está pelea desde la ventana de su habitación. Sabía que Axel era un oponente fuerte, pero ella no dejaría que la aplastara o amenazara.

La maldad de la juventud. La otra cara de la moneda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora