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Cleo se encontraba en la terraza, sin duda se había convertido de inmediato en su parte favorita de la casa

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Cleo se encontraba en la terraza, sin duda se había convertido de inmediato en su parte favorita de la casa.

——¡Hola!—— al escuchar su voz, se acercó a la barandilla del balcón. Reconoció su cara de rasgos suaves, parecía que llevaba encima un filtro de Instagram. Su cuerpo era el que cualquier bailarina de ballet desearía. Tenía el pelo negro con dos mechas grandes de color rubio platino en la parte del flequillo. No sabría decir el color de sus ojos ni por la foto ni por la vista de Cleo desde allí. Pero una cosa estaba clara; su piel, era tan pálida que hasta brillaba bajo aquel sol, estilo Edward Cullen.——¡Soy Candy!

——Yo Cleo...——se sentía incómoda al hablar con ella, después de haber leído su expediente sabía que era una auténtica criminal. Había estado en un correccional de menores, básicamente la cárcel para quiénes no han cumplido los dieciocho.

La chica sonrió y se dirigió hacia el interior de la cabaña. Cleo se dejó una nota mental para mantener la puerta de la cabaña cerrada con llave.
Había dicho que se llamaba "Candy" ¿tendría algún nombre real o eso era todo? Tenía pinta de ser el mote que le puso su compañera de litera en la trena para jóvenes.
Nuestra protagonista se armó de valor (colocó la llave de la casa entre sus nudillos, para estar mejor armada) y bajó para encontrarse con su compañera campista.

——Esta cabaña es genial...—— parecía sorprendida.—— El resto estamos por parejas ¿sabes?

——¿Nadie quería la cabaña individual?—— Candy se giró hacia ella perpleja, incluso torcía la cabeza como un petirrojo confuso.

——No sabes lo de la chica que se suicidó aquí ¿verdad?—— la cara de Cleo al oír esto hizo más que evidente que no tenía ni la menor idea.—— A ver, no creo que haya ningún espíritu ni nada por el estilo pero... me da mal fario.

——¿Queda sitio en las demás cabañas?—— Candy negó con la cabeza haciendo que sus mechones rubios bailasen.

——De hecho, me ha costado bastante que la directora me dejase estar en la misma cabaña que Carter.—— Cleo alzó una ceja, quizás no le importaría compartir cabaña, pero había llegado tarde y le tocaba el fantasma de la chica atormentada.—— ¡Tengo que presentarte al resto!

Intentó tomar la mano de Cleo, pero se arañó con la llave. Candy parecía confusa y corrían el riesgo de caer en un silencio incómodo, así que había que atajar el problema cuanto antes.

——Me encantaría conocerlos.—— contestó Cleo inocentemente mientras salía por la puerta tras cerrar a la velocidad de la luz. Candy la siguió pero ya no lucía la sonrisa de antes, estaba repentinamente seria.

——Estabas sujetando la llave así para golpearme si la cosa se ponía fea ¿verdad?—— a estas alturas había acertado dos de las dos suposiciones que había hecho, Cleo temió que su mente fuese totalmente transparente para ella. —— Ya sé porqué. Tú también leíste los informes en el despacho de la directora.

——La verdad es que sí...—— admitió que volvía a estar en lo cierto por tercera vez.

——Mira, ahí solo pone que estuve en el centro de menores pero no explica que es porque soy huérfana.—— eso infundía más pena que terror.——Además nunca he "trabajado en la industria pornográfica".—— Cleo entendió perfectamente las comillas que hizo con los dedos, era lo que ponía textualmente en su informe.—— Acabo de cumplir dieciocho años, es casi imposible que ya me hubiera labrado una carrera como estrella del porno.

——Los informes tenían datos falsos.—— aclaró Cleo.—— Yo ni soy católica, ni hago voluntariado, ni voy a la universidad aún.—— casi inconscientemente decidió guardarse para ella el dato de que aún era menor de edad.

——¿Por qué harían algo así?—— Candy arrugó la nariz como si así pudiera pensar mejor. Pero ella no sabía que el picor de su nariz tenía una explicación tan lógica como que los vasos sanguíneos de esta se estaban dilatando para permitir a su cerebro agilizar el proceso y descubrir qué estaba ocurriendo.——¿Crees que tendrá algo que ver con el experimento?

——Es un poco raro que dejasen los informes a la vista y a nosotras solas en la habitación.—— la teoría de que sus padres habían falseado información para que la aceptaran en el campamento se derrumbaba.—— ¿Querían que supiésemos mentiras sobre los demás?

——Prejuicios. ¿Es posible que de eso vaya el experimento?—— Candy parecía un cerdo trufero que había encontrado un rastro, totalmente obcecada.

——Arawn me explicó que consistía en ver cómo se relacionaban personas muy distintas sin saber nada los unos de los otros, en un entorno reducido.—— era más o menos Gran Hermano pero con todos los concursantes vestidos con horribles monos negros y sin nominaciones en las que pudiese votar la madre de Cleo.

——Entonces no serviría de mucho darnos datos falsos.—— ella seguía centrada.—— Puede que no fuesen para nosotras después de todo.

——A mí no me vieron leyendo los informes ¿y a ti?—— negó con la cabeza, parecía un poco orgullosa de su trabajo como espía.—— Puede que los datos falsos no fueran para nosotras, sino para quien se encargue del estudio.

——Dices que han intentado que parezcamos aún más distintos... Ni siquiera entiendo el porqué de este experimento ¿a quién le importa si nos llevamos bien o no?—— Candy se encogió de hombros.——Podrían haber gastado el dinero en curar alguna enfermedad seria.

——Caprichos de la gente con dinero.—— respondió ella.—— Si tuviese dinero de sobra supongo que también me lo gastaría en tonterías.

Cleo se paró a pensar sobre aquello. Le gustaba creer que dedicaría sus millones a erradicar el hambre en el mundo, pero es probable que antes de eso se comprara Graceland para poder vivir como Elvis.

——Bueno, ¿vamos a conocer al resto o qué?—— Candy la sacó de su inoportuno viaje astral.

——Claro.—— Cleo cerró la puerta con llave. Solo esperaba que el posible fantasma no se enfureciera por nada de lo que había hecho, pero ese era un problema que prefería afrontar más adelante.

 Solo esperaba que el posible fantasma no se enfureciera por nada de lo que había hecho, pero ese era un problema que prefería afrontar más adelante

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Experimento en el campamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora