... Mi mente da muchas vueltas y lo único que me queda claro es que cada vez veo todo tan lejano, no hay marcha atrás ¿Podré soportarlo?...
~Nat~
Cuando viajamos, no nos damos cuenta de la distancia, podemos viajar toda la noche sin sentirlo siquiera; precisamente eso le ocurrió a Natalia, después de todo el ajetreo mientras salían de viaje, su cuerpo se venció por el sueño. Mientras dormía, los sueños invadieron su mente, se veía perdida en algún lugar, una ciudad, entraba a los negocios a preguntar sobre alguna dirección, pero no escuchaba nada, trataba de leer los avisos y anuncios, pero no entendía las letras, se veían borrosas, de pronto, al entrar en un pequeño callejón escuchó un tren, se dirigió hacia donde estaba aquél sonido y se percató de que era el único sonido que había podido escuchar, una multitud de gente comenzó a caminar, parecía que iba contracorriente, no lograba ver rostros, todo era muy rápido y sin esperárselo, ahí, en medio de la gente estaba Gabriel, se miraron un instante y él dió vuelta, Natalia comenzó a caminar hacia el muchacho, pero cada vez había más y más gente empujándola, trataba de abrirse paso entre la multitud, hubo un momento en que no podía caminar más pero veía que él se alejaba, de pronto, sintió que alguien tomó su mano y la jaló llevándola fuera de aquél cúmulo de personas, Natalia se sentía sorprendida, pero misteriosamente no estaba asustada, caminaron entre la gente, entraron a unas callejuelas, el chico suelta su mano, y ella se queda paralizada, todo es obscuridad. Repentinamente el piso comienza a iluminarse, luces color azul y blanco en sus pies, árboles con la misma iluminación y edificios alrededor, comienza a sentir frío y escucha que alguien se hacerca, voltea y ve a alguien que le coloca un largo saco, le extiende la mano, ella va a tomarla pero escucha de nuevo la voz de Gabriel, da media vuelta dándo la espalda a quella misteriosa persona, sonríe, pero esa persona la toma firmemente del brazo, Natalia voltea y se percata que es su madre "No te dejaré" le escucha decir.
Natalia abre los ojos un poco sobresaltada, le toma un segundo darse cuenta que seguía en el camión, se sienta, pues estaba recostada sobre el hombro de Gabriel, y mira al chico junto a ella, pareciera que lo está viendo por primera vez ."- ese sueño... sé que sólo es un sueño, pero me intranquiliza- " piensa.
A los pocos minutos Gabriel despertó - ¿Aún no llegamos?- preguntó soñoliento
- Creo que no- dijo Natalia - ¿Ya me puedes decir a dónde vamos... o mejor dicho, en dónde estamos? -
- Está bien...- sonrió - ... nos dirigimos al hermoso estado de Oaxaca, quiero que conozcas un lugar a donde íbamos seguido cuando era niño, claro que, supongo que ya cambió bastante, pero sé que te gustará-
- Dijiste que iríamos a la playa... ummm... - dijo Natalia pensativa - ... Ya sé, iremos a Huatulco ¿no?-
- Pues, le diré algo señorita, está en un grave error -
- ¿Entonces, a dónde vamos?-
- Je je je, ya lo sabrás cuando lleguemos -
A Natalia no le gustó mucho eso de esperar, pero no le quedaba más remedio, sólo veía carretera y más carretera; aunque el paisaje no estaba mal, sentía curiosidad por aquél lugar. Transcurrieron cerca de 30 minutos más cuando entraron en un pueblecito, y al poco tiempo arribaron a la central de autobúses. Al detenerse el camión, los chicos bajaron entumecidos del viaje, el clima éra cálido, miraron el reloj del lugar y se percataron que eran las 4 de la tarde.
-¡ Casi 7 horas de viaje ! - se sorprendió Natalia -¿ En dónde estamos Gabo?-
Gabriel soltó tremenda carcajada al ver la expresión de susto de Natalia - No te preocupes Nat, no te voy a secuestrar ja ja ja ja ja ja ja -
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Destino: Japón
Romance... La mayor parte del tiempo no nos preguntamos cómo es que estamos en donde nos encontramos, ésta es una romántica historia de dos personas destinadas a encontrarse, dos corazones que al encontrarse inevitablemente se enamoraron, a pesar de todas...