Alejandro
No me lo puedo creer. ¿Qué es lo que acaba de pasar? Es que... no entiendo. ¡No me merezco esto!
—¡Espera, Ale! —Escucho el grito de Amy notando que se acerca cada vez más a mí.
No le respondo y sigo caminando dirigiéndome a mi cabaña. Entro en esta y le agradezco a lo que sea que Kevin no esté aquí ahora. Siento como toca a la puerta desesperadamente, pero no le voy a abrir. Eso que acaba de pasar no se lo voy a perdonar, no se lo quiero perdonar... no puedo. Todo está volviendo a pasar. ¡Joder, qué suerte tengo!
—Alejandro, por favor abre la puerta. No tengo nada que ver con eso. —resoplo indignado y me acerco a abrirla rápidamente fijándome en su cara. Tiene la nariz roja y la cara hinchada, se ha pasado todo el camino llorando.
—¿Ah , no? Pues yo te he visto muy a gusto. — escupo con enojo haciendo que frunza el ceño.
—¿Pero qué dices? Se me ha venido arriba sin más. —veo en su cara la tristeza y la decepción consigo misma, pero es que puede ser mentira lo que me está contando.
—¿Cómo puedo estar seguro? Ese imbécil estaba besando a mi chica y ella no hizo nada. Si yo no hubiera estado allí, si no me hubieras visto ¿Qué hubiera pasado?
—No lo sé… —responde entre sollozos.
Respuesta equivocada...
—¡¿No sabes?!¿Entonces te hubieras ido con él por ahí? Yo preocupado por ti y tú engañándome con ese rubio estúpido, ¿no? —le grito todo lo que puedo. Nunca le había gritado a ninguna mujer, y me estoy sintiendo como la mierda al ser ella la que lo provoque.
—¡¿Qué?! ¡No! Todo pasó muy rápido y no lo vi venir. Él se estaba insinuando e intentó acercarse más pero no lo dejé. Es un tonto de mierda. — las lágrimas que resbalan por sus mejillas hacen que se me oprima el pecho. Siempre dijimos que no nos íbamos a engañar, que nos queríamos. ¿Por qué esto ahora ?
—No es la primera vez que pasa eso con Lucas. Me estoy cansando. ¿Te gusta Lucas? —Amy baja la cabeza y veo las lágrimas rodando por sus mejillas. No me responde y le vuelvo a preguntar con más fuerza mientras aprieto los puños—. Dime, Amy. ¿Te gusta Lucas?
—No confías en mí… —me intenta decir, pero las lágrimas no se lo permiten.
—Sal de aquí. —Me sorprendo al escucharme con la voz quebrada. Hace tanto tiempo que no siento este dolor tan grande, con esas ganas de llorar tan intensas.
—¿Qué? —se sorprende acercándose más a mí.
—¡Sal de aquí que no te quiero ver más! —grito. Ya he perdido el control de la situación.
—No digas eso, por favor — aumenta su llanto cada vez más e intento hacerme el fuerte. Ya ahora no me puedo echar hacia atrás, ni tampoco sé qué tanto aguante mí mandíbula de tanto apretarla para que las lágrimas no salgan.
—Amy, sal de aquí — me sale como un susurro casi inaudible mientras siento mi cuerpo temblar advirtiéndome que no aguantaré el llanto mucho más.
Me giro de espaldas a ella y escucho cerrarse la puerta. Me siento en mi cama y empiezo a llorar como si no hubiera un mañana. Fui tan estúpido al creer que por una vez alguien me iba a querer de verdad. No debí engañarme de esa manera. Luego de una hora entra Kevin. Me ve tan tenso que me pregunta que pasó y le cuento todo el problema. No me dice nada, no se burla, no me aconseja, nada; solo me abraza y me comenta: "Suerte para la próxima".
No va a haber una próxima...
~~°~~
Estamos todos en el aeropuerto esperando para partir de una vez. Todas las chicas están sentadas, alejadas de nosotros. Estoy hablando con Kevin, pero al mismo tiempo mirándola a ella. Tiene unas ojeras terribles, se nota que no durmió nada. Me destroza verla así, pero lo que no puedo dejarlo pasar. Tocó un tema que para mí no tiene reparación. Desde pequeño las cosas con las chicas no han sido fáciles y solamente quería que me quisieran de verdad. Y ahora que pensaba que lo tenía tan cerca… Todo es un fastidio.
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𝑁𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑗𝑒𝑠 𝑖𝑟 (𝑁.#1)©️
Teen Fiction¿Te crees capaz de dejarle ir? Amy, después de tanto tiempo intentando pasarse desapercibida ante sus narices, de un momento a otro se ve acorralada contra aquel chico que llenó su corazón justamente en la secundaria. En esos días que lo espiaba y...