Los muertos no viven dos veces

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En aquel sótano se respiraba un ambiente tenebroso. Nadie podía explicarse lo que estaba pasando aquel día. Una figura misteriosa acababa de aparecer asesinando a los hombres de Arthur y parecía conocer a todos los presentes en la sala. En especial a Gabriel.

GABRIEL:- Es imposible. No puedes estar vivo

RICHARD:- Veo que te alegras de verme primo. Lástima que el sentimiento no sea mútuo

ARTHUR:- Porqué has asesinado a mis hombres

RICHARD:- Yo sólo venía a por esto

Richard mostraba una de las jeringuillas al resto de personas.

HENRY:- No, no, no. Suéltalo ahora mismo

RICHARD:- Vaya, Henry Jekyll, el mayor asesino de toda Inglaterra por el momento, me está diciendo que haga algo bondadoso. No te hagas el héroe

HENRY:- Sé de lo que hablo

RICHARD:- ¿Ahora eres consciente de lo que dices y haces? Me sorprende. La última vez me pareció lo contrario

HENRY:- De que estás hablando

RICHARD:- La noche en la mansión de Carew. Todos estaban tirados por el suelo, desangrándose. Descuartizados, partidos algunos por la mitad. Pude reconocerte. Esos ojos, inyectados en sangre como si fueras una bestia. Tiraste parte de la mansión abajo y a mi, a mi me tocó la peor parte

HENRY:- Richard...

RICHARD:- ¡No te atrevas a cortarme! Te llegué a suplicar. Tú no hacías más que reírte de forma... No sé ni como describirla. Pero tras eso acercaste tu boca a mi cara y me arrancaste parte de ella. No sé porqué razón me soltaste pero te fuiste corriendo y me dejaste allí tirado buscando parte de mi cara sin poder ver ya que se me empañaron los ojos por la sangre

HYDE:- (En la cabeza de Henry) Ya me acuerdo de él. Su cara estaba asquerosa. Sabía a prepotencia con un toque de perfume femenino

RICHARD:- No me fue difícil averiguar quien eras, asique el resto ya podrás averiguar como continuaba

GABRIEL:- Richard, necesitamos que sueltes esa jeringuilla. No sabemos que puede provocar si cae en malas manos

RICHARD:- Vamos a averiguarlo

Richard, jeringuilla en mano, se la inyectó en el brazo, introduciendo la fórmula en su sangre. Una vez que la jeringa estaba vacía, Richard la tiró al suelo con fiereza

GABRIEL:- Qué has hecho

RICHARD:- Podría llamarlo venganza, pero creo que es una palabra algo fuerte. Llamémoslo ajuste de cuentas

Un sonido procedente de Richard hizo ponerse en guardia a los otros.

Los brazos empezaban a hincharse de forma que la piel tomaba el color de la sangre. Sus venas se ensanchaban y el dolor podía verse reflejado en sus ojos. Gritaba como si ya Richard no existiera porque algo peor le estuviera matando y desgarrando. Su cuerpo estaba tomando forma de una criatura monstruosa. Sus piernas no le sostenían y cayó al suelo mientras los pies rompían sus huesos, resonando por toda la sala, mostrando el poder de aquella pócima. Su espalda había roto por completo su columna vertebral y de su cara comenzaba a salir otra cara distinta por completa desde dentro. El mal comenzaba a mostrarse al mundo exterior. Su desgarrada y rota cara caía al suelo trozo a trozo. Los dientes rebotaban contra el suelo y de su boca podía verse su estómago, el cual escupió al suelo.

GABRIEL:- ¿Y decías que pretendías quitar el mal de dentro de cada persona con eso?

HENRY:- Claro está que no

JEKYLL&MR.HYDE (2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora