MARIANA: No es normal que estés así, Juli. Hasta ahora no entiendo por qué no decirme la razón por la cual estabas tan asustada en mi boda. Para mí que todo ese "maquillaje" que decías tener, no eran más que golpes de Ignacio.
JULIANA: Mari, viniste a contarme de tu luna de miel, no a hablar de mi vida personal. Y no, Ignacio no me hace daño.
MARIANA: No soy tonta. Sé que Ignacio te pega y entiendo que tengas miedo de decirlo. Pero no deberías ... (Juliana le interrumpe.)
JULIANA: Él solo me enseña a respetarlo.
MARIANA: Juliana, Ignacio no te hace bien.
JULIANA: ¿Por qué dices eso? Tú me lo presentaste.
MARIANA: Pero como amigo.
JULIANA: Claro, solo como amigo, para seguir teniéndolo en la palma de tu mano.
MARIANA: ¿De qué hablas?
JULIANA: Solo lo usabas cuando tenías ganas y por eso él nunca te tomó en serio ni te quiso de verdad.
MARIANA: Que nos hayamos besado no significa nada.
JULIANA: Exacto, para ti nada es importante.
MARIANA: Juliana, tú me importas y por eso estoy aquí.
JULIANA: Si tanto te importo, deberías irte.
MARIANA: ¿Por qué me iría?
no quería nada serio con él es por lo extraño que siempre se ha comportado con sus ex enamoradas. Te advertí como era, pero hiciste oídos sordos. No soy la mala de película.
JULIANA: ¿Qué? ¿Y acaso yo soy la mala? Él me ama Mariana y no eres capaz de soportarlo.
MARIANA: Estoy casada, yo amo a mi esposo.
JULIANA: Yo también me voy a casar.
MARIANA: ¿Estás demente? Espero que si te casas es solo para que tengas la potestad de meterlo a un centro psiquiátrico.
JULIANA: Jamás lo haría. Yo lo amo mucho y él a mí también.
MARIANA: Alguien que te ama, no te agrede ni te deja en condiciones como estas. Hermana, por favor, ¿podemos dejar nuestras diferencias de lado? Quiero que confíes en mí y puedas admitir que él te maltrata para poder ayudarte, Juliana. Es lo ún...
(Se escuchan las llaves de Ignacio. Juliana, asustada, le tapa la boca a Mariana para que no siga hablando. // Las luces se apagan).
