RENCOR

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Siento que tu rencor hacia mi, en parte, fue infundado. Siempre te amé, intenté hacer las cosas bien y pensé que la única forma de frenarnos era terminar. Cuando volvimos solo quería que permanecieras conmigo, entonces, dejé que hicieras todo. Es claro, bajé la guardia y pasó.

Sabes, veo en las fotos que ya no sonríes, no entiendo el porqué. ¿quién de los dos perdió más? Recuerdo esa sonrisa picarona que acaecía en ti cuando hacía algo gracioso. Como tus ojos atisbaban los míos con ternura, tus dedos se deslizaban sujetando los mechones de mi cabello que obstruían mi visión y los colocabas detrás de mis aurículas.

Para mi eras una estatua perfecta a pesar de las imperfecciones, paradójico ¿verdad? Solía deslizar mis dedos desde el frontispicio, pasando por el naso hasta llegar a tus labios. Me encantabas, corrijo, hasta ahora me gusta tu fisonomía. Esta solemnidad la volví hacer al poco que volvimos pero esta vez solo me observabas con extrañeza porque la timidez ya se había disipado.

ENTRE PASAJEROSWhere stories live. Discover now