ENTRE PASAJEROS

PRIMERA ILUSIÓN

Vera entró a la universidad con cabello de soldado y determinada a triunfar...luego se ilusionó. Por cuatro meses presenció a un joven desconocido y distraído. Se lo cruzaba en el bus, o cuando este salía a los pasillos (sus aulas eran contiguas), hasta que sus miradas se hicieron familiares y pese a eso ella aún se ruborizaba cuando él la miraba. Lo llegó a conocer de forma oficial por intermedio de una  amiga. Una escena bastante penosa diría yo. Ya luego de eso, el flirteo y las salidas fueron constantes. Su primera conversación fue en los jardines de la Academia de Platón. 

El sol prometía dar mayor luz a cada segundo, Vera y Kevin se echaron a la sombra de un árbol. El ambiente era tenso por los nervios de cada uno de los individuos que no habían tenido a lo largo de su vida ninguna cita. Aunque esto tampoco lo era, pues habia sido un encuentro coordinado hace minutos atrás por la coincidencia de tiempo y espacio. 

Vera y Kevin eran opuestos a la vista de todos, ella era extrovertida mientras él introvertido, ella era muy sociable y parlanchina, en cambio, él era reservado y tímido. Pero dicen que los polos opuestos se atraen ¿no? Desde ya les anuncio que no se quedaron juntos pero los detalles los veremos más adelante. 

Ese día no parlotearon nimiedades, por el contrario los temas giraron entorno al existencialismo y los ideales en la vida.

Después de este encuentro, Vera escribió una carta a God, tal vez un poco tarde, porque ella ya estaba falling in love.

Oh God, estoy en un lío, quiero a un chico pero quizá sea solo un capricho. Me gusta  pero él duda de esta relación. Por una lado, pienso que yo debería estar con un chico que me ame. No obstante, en este momento me siento bien así. ¿Debería guardarme este amor o simplemente dejar que las cosas pasen como tengan que pasar? ...Si alguno de los dos termina lastimado, al final habrá sido producto de ejercer mi libertad, así que tendría que aceptarlo. Como hija tuya, padre, sé que en varias oportunidades te he avergonzado, ayúdame porque no deseo continuar así. Anhelo que Kevin te conozca. Mi corazón estaría más tranquilo si él creyera en ti, pero no lo puedo obligar. Mis padres me dicen que viva el momento, que me equivoque por mí misma. Mi mentora espiritual me aconseja que sea su amiga. Debo tener en cuenta que hay una probabilidad enorme de que el se aleje porque no comparto sus mismos ideales. God, cuál es tu voluntad, cómo manejo estos sentimientos...