A pesar de que notable estaba asustado, decidí acercarme a él.
Lo lleve por algo que llaman "helado", parecía estar feliz, hablamos un rato, así que le pregunté porque se sentía así, y me dijo que le temía a estar solo.
Siendo un niño de tan solo siete años, y yo teniendo muy poco conocimiento de los sentimientos humanos; solo lo abracé y le dije que yo estaría con el.