Capitulo 8 - la batalla final

9 3 0
                                    

"los desafíos más grandes son los que nos proponemos nosotros, yaque son solo las ataduras de limitaciones que nos ponemos nosotros mismos,luchamos día a día contras esas cadenas, pero cuando ya no hay limitaciones denada sirve estar encadenado solo que siempre abra una cadena atándote a ti y alos que te rodean".

En mi delante tenía a la persona que había iniciado todo esto, una persona la cual creí haber detenido, pero veo que no es tan fácil vencerlo, yo pondré todo mi esfuerzo, por mí, por todas las personas de mi ciudad. Darius solo me lanzo un ancla que había destruido la cabaña en donde me había despertado, yo no sabía que es lo que podía hacer, solamente pensé en que debía derrotarlo para así esta paranoia acabase de una vez por todas, mientras él recogía el ancla yo me escondí en los escombros tratando de al menos idear algún plan para hacerle frente.

Ya se había convertido en otra cosa, era como una especie de lobo, jamás había visto algo parecido, tenía como recipientes en su espalda con liquido verde, unas garras de hierro o acero y unos colmillos que me daban miedo, se acercaba rápidamente, solo pensé en la pelea que tuvimos en el laboratorio y mi brazo se volvió a convertir en una espada, él se abalanzo contra mí, me llego por la espalda y me tumbo hacia el suelo desgarrándome, solo me convertí en aire y salí de ahí, con algunos rasguños pero supe que viviría, el aun así me perseguía, hasta que por fin pude escapar por los conductos de drenaje, él no podría pasar por ahí así que una vez entre deje de usar mi habilidad.

No veía forma de salir de esta situación, él era más fuerte y no comprendía como, así que me decidí en volver al lugar donde creí haberlo derrotado, el laboratorio, es solo que antes tenía que salir de este lugar, -wuag- el olor era horrible y me parece que vi ratas por ahí, al menos a ellas no les había llegado la radiación, seguí por los conductos de drenaje, solo había agua, ni siquiera rastros de que supervivientes hallan estado aquí, aun así, seguí viendo en qué condiciones estaba todo, no había ninguna fuente de luz, prácticamente caminaba a siegas, hasta que por fin vi una luz, al acercarme vi que era de una caseta de vigilancia, tenía el mismo símbolo que el de la organización que desato la radiación.

Dentro de la caseta no encontré nada ni a nadie o al menos eso pensé hasta que decidí abrir la puerta que se encontraba del otro lado y es que o pensé que encontraría equipamiento o al menos unas vendas para tapar mis heridas, pero no, lo que encontré fue a una niña que yo diría tendría unos doce o trece años, aunque yo tengo diez y seis, ella estaba quieta y a su lado había latas abiertas a su lado, ella llevaba consigo un osito de esos viejo que ganabas en la feria, salvo que este ya estaba un poco maltratado hasta podía ver como que botón que traía de ojo se le salía, por otro lado la niña traía puesta un vestido rosado con una bincha con orejitas de gatito y unos zapatos de vestir negros.

Me acerque a ella para preguntarle qué es lo que le había sucedido, al acercarme quede horrorizado al verla ya que su boca la tenía manchada de sangre y no sabía si era de humano o de animal, me trague la saliva que había cumulado y seguí avanzando, solo se me quedo mirando sin soltar palabra alguna, hasta que pasado un rato me empezó a hablar:

-hola, tu quien eres- *con voz chillona*

-am, hola, mi nombre es Sylas-

-ah, mucho gusto-

-oye pequeña ¿Qué es lo que haces aquí? –

-bueno vivo aquí, desde que ese edificio cayo y mi mami se volvió mala-

- ¿y cómo te llamas? -

-me llamo Mayumi-

Fue así que después de que me contara que es lo que hacia allí le pedí que fuera conmigo y acepto, la verdad es muy triste como llego esa niña aquí, resulta que ella estaba aquí porque el mismo día en que empezó todo ella estuvo con su madre, su madre la quiso mucho e incluso me contó que estaban de día de campo, pero de repente ella se durmió en el carro mientras su madre cargaba las cosas, paso un tiempo y antes de que su madre entre escuchó un ruido que vio como la fábrica había caído, y su mamá sin ningún motivo empezó a atacar el auto, rompió la luna y quiso atacarla pero huyo hacia una gasolinera, trato de buscar ayuda, pero aun así no encontró a nadie, salvo a una persona que ataco pensando que sería como su madre y no consiguió nada, salió de allí hasta que una chica la encontró y se la llevo, la dejo aquí y le dejo provisiones en caso de que no volviera, aunque no me quiso decir el nombre de la chica.

Relatos de un sobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora