Capitulo 4 - la lealtad

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Ya una semana ha pasado desde la última vez que nos topamos con un grupo de mutaciones, me encuentro refugiado en un motel con una compañera y se nos han acabado las provisiones así que decidimos en salir a las calles para buscar alimento, tan solo cargue mi mochila y mi compañera Brigite tan solo se puso su traje anti radiación.

Ya saliendo del motel tuvimos suerte de no encontrarnos con alguna amenaza, aunque aún así he pasado una semana desde que nos enfrentamos a ellos sigo pensando en ese paso ese día, en que es lo que sucedió con Brigite, pero tampoco podrían perderla y aun así mar diferente eso que importaba. Mientras que en el camino escuché algunos pasos, Brigite no los síntomas sino hasta que se escucharon más cerca.

Cuando se acercando más vi como si fueran unas cosas negras, como personas o mutaciones, pero estos colores el color de su piel negro y cuando esas cosas gritaron nosotros comenzamos a correr y correr, hasta que grabamos que no teníamos donde donde ya el motel ya estaba demasiado lejos, solo corrimos sin parar hasta que Brigite propuso algo, que esta vez lucháramos

-solo nos queda luchar-

-No, ¿y si no llegamos a lograrlo? -

-aun así, quiero irme, pero antes haber dado batalla-

Y fue así como saqué mi revólver y ella sacó una especie de rifle, y fue así como comenzó toda una batalla ya que mientras esas cosas se acercan aún más nosotros solos entramos en pánico, pero ni eso nos hizo ceder, nada, el ruido de las balas saliendo y resonando una tras otra era igualada a la tensión que habíamos enviado en ese momento.

Luchamos sin detenernos hasta que yo me quede sin balas, en mi bolsillo solo me quedaban 3, las tomé y recargue, fue en esos cortos segundos que una de esas cosas mordió a Brigite en el hombro, yo, no sabía cómo sentirme, solo le Mande un golpe con fuerza y ​​al parecer esa era el último –no Brigite tu no- le dije preocupado, no podía ser, ella era mi única compañera en esta pesadilla en la que estaba

-Sylas, solo llévame a una zona segura, tranquilo todo estará bien- y se desmallo

Llorando –está bien Brigite, ahí vamos-

Y así yo, con una tristeza enorme comencé a buscar algún lugar en donde sanarla, no sabía si así se contagiaba esto, o si ella moriría, lo que si sabía era que yo podría salvarla nada más.

Así habrían pasado minutos valiosos en los que pude sanarla, pero no encontraba un lugar seguro, es en ese entonces que me decidí en volver al motel hasta que ella se recuperara. Tan solo camine y camine mientras corrían como Brigite luchaba por su vida entre mis brazos, hasta que, por fin, llegamos, cuando vi el motel solo entre corridos y cerré la puerta lo más rápido que pude, y llegué al cuarto en donde pasamos la última noche, al echarla aún seguía inconsciente, así que me puse manos a la obra y busque algún botiquín o al menos vendas para poder cerrar esa herida.

Al poco tiempo encontré en una de las habitaciones un botiquín entero, solo busqué lo esencial en él, saqué las vendas, el alcohol y comencé a cerrar la herida. Al sanarla tuve que sacarle el traje, hubo algo que me sorprendió y es que hasta donde yo sabía el camino es más como una segunda ropa que como una, menciono esto y que ella no traía nada debajo del traje, bueno exagere un poco al decir eso, pero solo traía unas bragas nada más, eso no importa ahora, así en esas condiciones de cerrar la herida.

En lo que vendaba la herida encontré algo, o lo grabé por así decirlo, recuerdo ese número ocho que se le tenía en el cuello la vez anterior, sé que no era lo correcto, pero tenía que saber por qué tenía esa marca, además no se enteraría. Solo la volteé de lado, quedé un poco impresionado e impactado al ver lo que tenía escrito en su espalda y es que como lo hubiesen fundida en su misma carne se vio una marca que ellos marcaron "8R16173" no lo comprendió, tuve que volver al bunker de donde salimos.

Relatos de un sobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora