Izuna estaba sentado frente al espejo, peinando su cabello. Cuando era pequeño su madre solía hacerlo por él cada noche y cada mañana, y luego cuando ella murió Madara tomó su lugar. Madara dejó de hacerlo hace mucho tiempo, muy ocupado pensando en Hashirama 24/7 y siendo jefe del clan, pero Izuna nunca había perdido el hábito.
Peinarse lo ayudaba a despejar su mente. Era un acto relajante que le permitía pensar con claridad. Todas las decisiones que tomaba mientras se peinaba eran infalibles.
Ésta vez en particular no estaba ponderando ninguna decisión, ya tenía bien claro exactamente cómo iba a humillar a Tobirama en su "cita". Soltó una ligera risa recordando la expresión esperanzada de Tobirama, el amarre estaba funcionando incluso mejor de lo que esperaba, dentro de nada tendría al albino completamente bajo su control.
Lleno de satisfacción porque su plan estaba saliendo a la perfección, Izuna pasó el peine por su cabello una última vez y se hizo su característica cola de caballo. Salió con dirección a la casa de los shinovios, donde su hermano lo estaba esperando para desayunar.
Madara le abrió la puerta sin decir palabra, esperando a que Izuna estuviera adentro para cerrarla con desprecio. Izuna no tuvo que pensar mucho para saber por qué estaba molesto, pues la razón era obvia. Hashirama no estaba por ningún lugar.
Desde que Hashirama le había propuesto matrimonio a Madara con el tonto collar ese, los dos eran inseparables. Donde estaba uno, sin falla se encontraba el otro. La única forma de separarlos era una situación de causa mayor. Madara siempre se ponía irritable si lo alejaban de Hashirama, y nadie quería tratar con un Madara irritable.
Era ya tan normal verlos juntos que incluso para Izuna fue extraño ver a su hermano, en su casa, sin su otra mitad.
Izuna se sentó en la mesa. Observó cómo Madara servía los platos de mala gana y se sentaba con brusquedad.
—Qué raro que no nos acompañe tu querido esposo.
Madara no levantó la vista, apretando la esmeralda en su puño con ira para lugar volver a su comida.
—El imbécil de su hermano lo vino a buscar temprano para discutir "asuntos importantes" —hizo una mueca, apuñalando la comida como si fuera el corazón de Tobirama—. ¿Acaso cree que soy estúpido? Asuntos importantes, sí claro. Si me entero que le está llenando la cabeza de ideas...
Izuna sonrió. Era poco probable que Tobirama estuviera hablando mal de Madara en este momento, lo más seguro es que le estaba pidiendo ayuda a Hashirama con la cita o algo parecido. Pero Madara era muy propenso a exagerar las situaciones y llevarlas fuera de proporciones, en especial si se trataba de los hermanos Senju.
—Siempre le está llenando la cabeza de ideas, nii-san. Pero si Hashirama le hiciera caso no se habría casado contigo.
Madara hizo un puchero— Ya sé. Pero igual me molesta.
—Puedes estar tranquilo, tengo el presentimiento de que se lo llevo para hablar de otra cosa —dijo Izuna, disfrutando de su desayuno. Estaba muy bueno, seguramente Hashirama lo había dejado hecho antes de irse, sabiendo que su esposo era capaz de quemar el agua.
—¿Qué sabes? —Madara entrecerró los ojos. Le vino a la mente el espectáculo del día anterior— ¿Tiene que ver con lo que pasó ayer? ¿Qué fue todo eso de una cita?
Al recordar la escena que habían protagonizado el día anterior Izuna empieza a reír de forma descontrolada, y unos segundos después empieza a toser al atragantarse con la comida que tenía en la boca. Madara rápidamente se levanta y empieza a golpear a su hermano en la espalda, hasta que Izuna logra escupir la comida que casi lo mata.

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El Amarre (tobiizu)
FanfictionDespués de que Hashirama Senju salvase a Izuna Uchiha al ser apuñalado por Tobirama, su hermano menor, Madara siempre ha estado gratamente agradecido con él. Dos años después de aquel incidente, de la formación de la aldea y de la unión de los clane...