Starring Role - markhyuck + hyuckhei

Parte 11 - Yo quisiera

Donghyuck caminaba a pasos lentos y platicaba sobre cualquier cosa que viniera a su mente, como que uno de sus vecinos había preguntado por él, que hacía mucho frío esa noche y que una de sus hermanas, ya tenía un pequeño novio en su escuela y muchas otras cosas más. Mientras conversaban de camino a casa, Mark lo dejó que tomara su mano y que varios de sus dedos estuvieran enlazados con los suyos, como solían hacerlo cuando estaban juntos al caminar.

El mayor sentía que ya no debía presionarlo, que después de que Donghyuck besará alguien más y estuviera con otro, poco a poco podría mirarlo como un amigo, uno de los buenos, en el que pudiera confiar. Pero pensarlo era una cosa y la realidad era otra, porque no podía quitarse de encima la sensación de molestia, como si su mente guardará una escena en la que alguien más podía lastimar a Donghyuck y no se lo perdonaría, si él estaba involucrado.

Donghyuck pareció olvidarse pronto del beso con Yukhei y de sus miedos porque había comenzado a acariciar con su otra mano libre el brazo de Mark, para llamar su atención y se había acercado de tal manera que sintiera sus costillas. Mark pensó que todas sus acciones eran por culpa de la noche tan fría y que su cuerpo era tibio, pero una vez más estaba equivocado. El menor sabía lo que hacía y siempre lo supo.

Apenas llegaron a la casa de Donghyuck, Mark notó que el otro no quería irse de su lado pero se había quedado sin excusas para retenerlo o para volver a iniciar otra tonta conversación. Así que simplemente se giró para estar frente a frente y decirle con la mirada que él quería un beso, si el otro quería también. Eran de la misma estatura, pero Mark tenía piernas más largas y por un poco (sólo un poco) lucía más alto que él.

Todo en Donghyuck era delicado pensó Mark, cuando sus manos se aferraban a sus brazos para que no se fuera tan pronto, cuando sus ojos le contaban una historia, cuando sus labios hacían gestos tan obvios de cuándo y qué quería.

—¿No quieres pasar a mi habitación? — propuso y sus ojos y los de Mark se encontraron fijamente.

—¿Para hacer qué? — preguntó ingenuamente e intentó concentrarse en otra cosa que no fuera en la sonrisa traviesa que le estaba sugiriendo sus planes. Sin vergüenza, pensó.

—A limpiar mi cuarto... obvio que no, sólo a pasar el rato, ver una película, lo que sea... —

—¿Y tus papás? —

—Eso nunca fue un problema antes —

—No... lo siento, no podemos — le explicó Mark, adivinando sus intenciones.

Donghyuck tuvo que despertar del sueño y dejar a un lado su imaginación que claramente estaba en su contra, se soltó de Mark y tomando una distancia responsable —Está bien. Lo entiendo — contestó con un tono de voz cansando como si la burbuja de magia entre los dos se hubiera roto.

Si Mark lo noto, no dijo nada. Y en cambio, miró en dirección hacia la casa para observar con atención el auto del padre de Donghyuck en el estacionamiento, las bicicletas de sus hermanas cerca de la entrada, el poste de luz en el mismo lugar de siempre, el olor a comida caliente en la cocina, la puerta que conducía al patio y el escondite donde la familia guardaba la llave de repuesto, estudio cada detalle a su alrededor y sintió que retrocedió el tiempo por unos segundos.

—Gracias por venir — la suave voz de Donghyuck lo sacó del trance pero fue la frase — Necesitaba verte — la que lo atrapó por completo.

Mark sonrió, intentando seguir la conversación lo más amistosa y normal posible, ignorando la expresión seria y la mirada de Donghyuck sobre sus labios. Lo escuchó suspirar resignado y luego lo miró que sonreía ampliamente.