Perdidos

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Nick

Estoy hincado en el piso con los codos apoyados en mis piernas. Estoy completamente desesperado, tenía un plan, siempre tengo un plan pero esta vez no funcionó.  

Lydia se sienta a mi lado.

-Tranquilo, ¿okay? No pasa nada- me dice con un rostro tan calmado y comprensivo que claramente su intención no es más que calmarme.

-¿No pasa nada? Si por mi culpa nos perdimos y ahora estamos en medio de la nada.

Y era en serio, literalmente estábamos en un... ¿Bosque? Sí, eso parecía. ¿Y cómo llegamos hasta aquí? Ah, cierto, por mi culpa.

-Quería que esto fuera perfecto y salió todo mal.

-Tú y tu perfeccionismo- se burla Ly.

Y sí, tenía todo perfectamente planeado desde que salimos de CASIALPA, incluso tenía un mapa pero al parecer no sé como leer un mapa, y es que parecía todo tan fácil...

Salimos de CASIALPA al fin, Lydia y yo observamos todo nuestro alrededor, explorando con los ojos nuevamente todo de lo que dentro de la institución nos perdimos, desde el azul cielo hasta el pasto tan verde y perfectamente arreglado.

-Vaya.. Ésto es perfecto- comentó Lydia y sonó fascinada, lo que me hizo sentir aún mejor. Quería que ésto fuera perfecto para ella, después de todo ella se lo merecía y si yo tenía la oportunidad de darle un pequeño momento de felicidad, no lo dudaría.

-Bueno, quisiera seguir admirando exactamente esta vista fuera de CASIALPA, pero temo que si nos quedamos más ya no podamos seguir fuera.

-Cierto, hay que irnos de aquí- le sonry tomé las mochilas que había dejado en el suelo para admirar el paisaje.

Ahora, hay que vivir hasta quemarse...

Abrí el mapa que guardé para guiarme hacia el centro de la ciudad, en una roca que encontramos por el camino recto, lo expandí y visualicé el rumbo. El mapa era sencillo pues te enseñaba perfectamente el rumbo aunque parecía un dibujo de un niño pequeño.

Pasamos aproximadamente 20 minutos caminando cuando nos entramos en un bosque, seguimos caminando pero unos minutos después vi que en el mapa algo no cuadraba, pues se supone que ya deberíamos de haber llegado a la ciudad pero seguíamos dentro de un bosque, estaba embobado en éste que no vi y me tropecé con unas raíces de un árbol, caí al suelo y Lydia me ayudo a levantarme, claro que no le faltaron las risas y me contagió de ellas.

Ya parado, recogí el mapa del suelo pero estaba al revés , estaba apunto de voltearlo cuando me di cuenta de que lo estaba tomado de la forma correcta.

-Maldición- balbucé.

-¿Qué pasa?- me escuchó Lydia y preguntó.

-Pues... al parecer todo este tiempo he estado guiándome con el mapa al revés- tiré el mapa al suelo y solté un profundo suspiro-. Lo siento por arruinar las cosas.

Según yo el mapa era fácil.  Yo sí sabía leer un mapa. Era bueno en ello. Era inteligente pero... lo olvidé, como todo últimamente. Me sorprendo de aún recordar mi nombre todos los días.

Me hinqué en el suelo del bosque y me apoyé en mis codos...

Fue un desastre.

-Vamos Nick, no pasa nada... Y aunque normalmente tú eres el del positivismo y el cursi aquí...- La miro de reojo-. Te diré que esto es perfecto, porque estamos los dos juntos y eso es más que suficiente.

Hasta mi último respiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora