•Eyes Of The Sea• 국민 Kookmin

20.|| Twenty

Ok, día número dos sin ver a Jimin. Estoy bien.

O bueno, eso quiero creer, en realidad ni siquiera he podido dormir bien por aquel chico del mar. ¿Acaso me hizo alguna clase de hechizo o algo por el estilo? 

Me acostumbré a ver su hermoso rostro frente a mi, a sus abrazos de bienvenida cada vez que voy a visitarlo. Llevo dos días sin tener idea de Jimin y honestamente no pude aguantarme una hora más sin saber de él. 

Observo la hora en el reloj en mi muñeca, mi corazón esta acelerado acercandome a nuestro punto de encuentro, sentía la respiración acelerada y una ansiedad inmensa por ver a Jimin, la preocupación me estaba desesperando. Y cuando llegué, pasó lo que temía que pasara.

De nuevo, no había ningún rastro de él, solté un gruñido frustrado, jalé mi cabello desesperado. Esto no era normal, para nada normal. Intenté tranquilizarme imaginando la silueta de Jimin acercandose a mí, o que tal vez estuviera allí escondido para despúes intentar "asustarme", pues ya lo había hecho, cosa que era inevitable para mi no ver con ternura. Me quedé dando vueltas en circulos por el lugar.

Hasta que reaccioné, tal vez estaría en la cueva donde solíamos ir. Corrí y corrí hasta allí sin pensarlo dos veces, tomé mi linterna y grité su nombre con fuerza, lo llamé y lo llamé sin respuesta alguna. Y sin pensarlo dos veces tome mi equipo de buceo y me sumergí en el agua, mis manos eran torpes, me encontraba realmente nervioso, sentía un vacío de tan solo pensar que probablemente no volvería a verlo.

Nadé y nadé hasta el fondo, tan solo alcanzaba a distinguir las rocas, se veía oscuro.

De pronto alcancé a divisar a más profundidad unos destellos violeta y azules muy parecidos a los colores distintivos de la aleta de mi pequeño Jimin.

Sentí mi alma regresar a mi cuerpo cuando distinguí la figura de Jimin, alumbré con mi linterna y sus ojos estaban cerrados, moví su cuerpo y no reaccionaba, sentía un nudo en mi garganta y desesperadamente lo tomé entre mis brazo y nade hasta la superficie. Parecía dormido, pues seguía respirando, mi corazón latía a mil por hora. 

Seokjin se encontraba trabajando, cansado, no había dormido para nada bien ya que en cambio su novio Namjoon había estado bastante enérgico la noche anterior. Dios, vaya que si había sido una noche llena de energía, que por supuesto le pasó factura en la mañana. Se encontraba casi durmiendo, solo había tenido que dar una breve inducción a unos jóvenes que acababan de salir de la universidad para trabajar en el centro de Zoología Marina. Había ido a revisar unos acuarios en la mañana, se encontraba a unos minutos de salir del trabajo, ya se imaginaba recostado en la comodidad de su cama con una deliciosa malteada en su mesa de noche viendo alguna película. 

Su teléfono empezó a sonar, esos malditos del banco ya lo tenían harto con su insistencia, sus deudas con intereses lo esperaban con ansias y su bolsillo no parecía cooperar, ignoró las llamadas olímpicamente intentando relajarse.

Ya iban cuatro llamadas perdidas y su paciencia iba a explotar, contestaría y diría que es número equivocado.

—¿Hola? Lo siento, es número equi...

—¿¡Jin?! Oh maldita sea, necesito tu ayuda ahora mismo, por favor, es m-muy urgente—Habló Jungkook alterado.

¿Acaso era una broma? Jin por fin había entendido la lección y había empezado a preocuparse por su propio trasero antes que en el de Jungkook, había dejado su vida en paz para concentrarse en su vida y ya iba un mes entero en el que no había vuelto a hacer ni una sola pregunta y ¡Sorpresa! seguro Jungkook ahora necesitaba dinero, ¿y a quién iba a llamar? a Seokjin.

—¡No tengo dinero!—Gritó apunto de colgar.

—¡No necesito dinero, lo juro! es un asunto de vida o muerte, por favor—Suplicó Jeon.

—En 30 minutos estoy allá, ¿ok?

Dicho eso, colgó e inmediatamente guardó sus cosas listo para conducir hasta el apartamento a ver que sucedía.