Capitulo 4 "Las piedras no estorban, son armas."

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Un olor repugnante se escudriña entre las paredes, la mama de Stephan se había levantado, pero no se encontraba en su cuarto, ahora no reconocía nada, miraba perpleja todo el lugar, parecía una cabaña pero la luz que entraba por las paredes y el techo eran de color naranja, el suelo cubierto por algo completamente resbaloso pero no logró descubrir si estaba muy fuera de la realidad o el sueño, cuando logró ponerse de pie, pudo notar que estaba vestida igual de cuando se acostó, falda justa en las rodillas y una camisa blanca con una chaqueta azul, había una salida y era aquella puerta, una puerta roja, que raramente deslumbrada por las siluetas del rededor un color anaranjado, cuando fue abrirla la quemo.

-No es un sueño -se había dicho así misma -¿es real?

Con la mano quemándose logró abrir la puerta.
Afuera un mundo incorpóreo lleno de gases, parecía que la tierra respiraba y un sol totalmente negro resplandecía ese color naranja de mala muerte.

Grito.

Grito tanto, que su voz había dejado de salir.
Cuando sintió una bofetada, y incorporándose de lado vio a un Ser, más allá de su imaginación.

Cayo al suelo y arrastrándose hacia atrás chocó con la cabaña donde hace instantes se había levantado, el muro alto que detenía su vida. Aferrada a su cuerpo el miedo dejó escapar un nombre.

-¡JOHN!

Y una carcajada se escuchaba bajo aquel cielo de gases, y cosas descompuestas en la tierra, aquel deforme cuerpo parecía que provenía de la misma tierra de donde estaban, no había aves aunque en el fondo volaban algunas cosas que no se lograba entender, algunos pedazos de rocas gigantes se esparcía por aquel mundo flotando en distintas dirección. Y ella aferrada a ese nombre.

-Que triste decepción, esperaba otro nombre, -lo había escuchado decir mientras, su cuerpo iba cambiando, a una piel gris y una cara casi humana, tenía varios rasgos humano, pero el Ser inminente empezó a caminar hacia a ella y mientras más lo hacía, se daba cuenta de que cada paso iba cambiando algo en su cuerpo, parecía lombrices moviéndose de un lado a otro, los ojos azul de aquella monstruosidad solo la
dejaba más atónita. -No pudiste, nombrar otro nombre.

Se sentía defraudado que la madre del niño nombrado por misteriosa intervención en un lugar espiritual, nombrara a otra persona, le parecía extraño. Quizás la realidad era más dura, las expectativas de un humano siempre serán aferradas a quienes más deseen no quienes necesiten.

-Jesús , Dios todo poderoso ayúdame -Lejos de la realidad, pensaba en si misma.

Y aquel que yacía frente a ella la miraba, el odio en sus ojos pero, hasta ella supo que aquella mirada iba más allá , para alguien más.

-déjame decirte, -Se acerco, y choco su mandíbula con su oído -no estas en territorios de él.

Rápidamente sintió como miles de lombrices la arropaban pasando sobre todo su cuerpo, para el final, solo despedirse de aquella luz, quedo encerrada en un saco de lombrices moviéndose, todos aparentando entre sí, haciendo un saco fuerte para cargarla. Solo podía escuchar.
Sitio cuando fue levantada y algo de aquel demonio sobre que no le importaba si le dolía algo, no lo había entendido, hasta que siente un peso gigante llevándola hacia abajo y un sonido grotesco por los lados y en su cabeza.
Había entendido que había sido un salto, y muy alto para ella.

Cuando van cayendo es arrastrada hacia arriba, el aire haciendo presión, se dio cuenta que pronto tendrían que pisar suelo, cuando tocan ella choca con el cuerpo del demonio, y empieza a gritar.

-¡Cállate de una ves! -daba manotazos- ¡que te calles!

La hizo chocar con una Roca que rápidamente ella se incorporó por el dolor, se preguntaba así misma cuando todo iba a parar, y preguntando se sobre la temperatura, se dio cuenta que no se había preguntado ¿Por qué falleció? ¿Por asesinato? Lo más probable, ella no era de suicidarse, la probabilidad de enfermedad era poca también. Y hacia lo imposible para no pensar en su hijo, ella siempre le dio el mejor trato que pudo la mejor enseñanza y no quería pensar que haría él, ya que no quería verlo por esas tierras.

Habían parado de saltar, y ahora estaba caminando, la luz se había ocultado, lo sabía por el color de las paredes de gusanos que tenía, podía distinguir cuando la luz era proyectada.
El destino de un ciego es caminar en el sonido, y el constante cambio que se da en el ambiente, y eso hacia ella, sabia que habían entrado en un recinto. El color sofocante había desaparecido, ahora era más moderado.

Y sin hablar del olor cada ves era más diferente. Más repugnante.

Cuando, todo queda tranquilo. Y el silencio se hizo sonido. Solo sentía las lombrices moverse por el costado.

-Agramon, has tardado.
Había escuchado decir una voz a sus costado. Palidecía de esa voz gruesa y ruidosa a sus oídos.

Y ahora su secuestrador tiene nombre.

-Ya está aquí, que es lo que importa.

Agramon, sonaba desinteresado, y habiendo dado su último respiro, dejó caer aquel saco con todo el peso, dando un estallido en todo el lugar.
Ella derrumbada en el suelo, podía escuchar las pisada y algunas respiraciones. Mucha más de cuatro personas.

-Hakael, que debemos hacer.

Varias voces hablaban entre sí, reconoció algunos nombres, y palabras; Miguel, Rafael, Metraton, Leviatán... etc.

Y varias voces al unísono decían; -¡Venganza!

Cuando todos se habían dejado de hablar, se escuchó un gruñido, quizás sin eco para ella.
Las sinfonías de la muerte se cantaban con silencio, cuando es interrumpida por demonios allí afuera del saco que la protegía de la vista seguramente horrendas que iba a ver. Todos debatían sobre su muerte.

Cuando hablo, que estaba segura que era ese Hakael.

-¡Cuidado! Gurson, serás rey del sur, pero yo soy uno de las seis pirámides, -había prestado atención, y seguramente las seis pirámides eran más alto que un rey. Le había dado una respuesta a uno que varias veces decía sobre entran con los soberanos, y derrocar a otros reyes y al respecto de ella, la quería muerta.- Nadie tocara a la hembra, servirá de carnada. Matias tendrá que venir, ya que se ve interesado en ese muchacho, esta es mi venganza contra ese Maldito. Agramon investiga a ese muchacho Stephan. -¿Stephan? ¡Mi hijo! -¿Qué saben del hijo de la mor't? Necesitamos recolectar información.

-Se...Señor, pero estará seguro que vendrá hasta aquí.

La madre de Stephan sintió todas las miradas para ella. Mientras que buscaba alguna respuesta a todo y la cabeza le dolía por el flujo de información que tenía. Se iba a desmayar.

-Él, está buscando una respuesta a todo lo que está pasando. Piensa que ese chico tiene algo, y les diré, vendrá.

"El aleteo de una mariposa está lleno de magia, a todos nos atrapa la mirada"

Las Alas del Arcángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora