Narra Amy:
Todo estaba bien, era un encuentro muy tranquilo, pudo haber ido de maravilla ¡Pero no! El dichoso héroe azul tenía que aparecer de repente. Creí que no me afectaría ni un poco el volver a verle, pero en efecto me equivoqué. No es que no esté feliz de ver a mis amigos después de tanto tiempo, de hecho fue bonito verlos tan cambiados de manera positiva y saber que me echaron de menos me pone de verdad rebosante de felicidad. Sin embargo, volver a ver a Sonic no fue para nada como me lo había imaginado. Para empezar la idea original era simplemente ser educada y no darle mayor importancia, después de todo, Sonic no era más que una mala experiencia que me ayudó a superarme. Si debo ser sincera no me encuentro tan furiosa como también me había planteado, incluso hubo un tiempo en el que había considerado estrangular a Sonic hasta la muerte. Esa idea era muy infantil y propia de la Amy Rose de antes, aunque debo admitir que si bien ya no siento toda esa ira dentro de mí, aún me siento un poco molesta por lo idiota que llegó a ser conmigo. Sin embargo, creo que más allá de ese sentimiento fue muy decepcionante aceptar la clase de erizo que era Sonic the Hedgehog, y muy en el fondo todo aquello hirió mis sentimientos. Sí, lo amaba. No obstante, eso no era lo único que sentía por él, también estaban el respeto y la admiración. Supongo que ni siquiera eso pudo ser mutuo.
Las cosas cambiaron un poco durante mi ausencia, como una nueva cafetería y un nuevo gimnasio, además de algunas reformas en la calle, pero por lo demás es prácticamente el mismo hogar que dejé tiempo atrás. Es algo nostálgico, pero a la vez muy reconfortante. Debo admitir que a pesar del mal rato que pasé viendo al erizo azul, estoy feliz con mi regreso a casa. Espero ponerme a corriente cuanto antes, además de buscar algo en lo que ocuparme, aún creo que hacerle competencia al Team Sonic sería algo muy divertido y por supuesto algo interesante de ver. Pero eso ya tendrá su tiempo, lo más importante ahora es instalarme en casa y quitarle todo el polvo que seguro debió acumular durante estos años. También tengo de por medio la reunión con Cream, me hizo prometer que no faltaría y no puedo defraudarla. De repente colisiono contra alguien al girar la esquina y caigo al suelo, me cuesta un poco recuperarme, a pesar de que el choque no fue tan fuerte el individuo contrario es mucho más alto que yo y por lo comprobado mucho más fuerte. Antes de que pueda decir algo me ofrece una mano para ayudarme a levantar, la que acepto agradecida. No obstante, en el preciso instante en que nuestras miradas se encuentran me quedo helada. El momento es fugaz y aquel erizo tira suavemente de mí hasta tenerme de pie frente a él. Nunca fuimos muy cercanos y las pocas conversaciones que tuvimos no fueron gratas, de hecho siempre terminaban en una ridícula discusión que gracias a mi inmadurez no hacían más que empeorar. Su mirada carmesí sigue siendo tan profunda e intimidante como la recuerdo y su expresión siempre imperturbable. No puedo evitar sentirme algo incómoda, después de todo este tiempo empiezo a ser consciente de muchas cosas y de solo pensar que él conoce mi faceta más inmadura me invade la vergüenza. De cualquier forma si no digo algo de inmediato pensará que sigo siendo la misma retrasada de antes y no estoy dispuesta a darle motivos para menospreciarme como antes.
—Ha pasado mucho tiempo desde la última vez - comienza a decir el erizo frente a mí —. Pero me sorprende verte nuevamente Amy Rose.
—Me alegra volver a verte Shadow — respondo tratando de sonar lo más serena posible —. No son más que un par de horas desde que llegue, pero he terminado por toparme con varios conocidos, aunque encontrarte a ti si que ha sido toda una sorpresa.
—Esa debería ser mi línea, por como pintaste las cosas estaba seguro de que no regresarías - noto como la mirada de Shadow me estudia brevemente —. Te vez diferente, me costó unos segundos reconocerte.
—Por otro lado tu no cambiaste nada — le digo un poca más relajada —, puedo notar que estás más alto, pero sigues siendo el mismo después de todo.
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Sentimiento Inaccesible
أدب الهواةDicen que las palabras duelen más que los golpes. Supongo que quien lo dijo tiene razón... pero también creo que son las palabras las cuales pueden cerrar las heridas, solo que no me dí cuenta hasta que te conocí. No me dí cuenta hasta que llegaste...