Mi visión era negra. Como no va a ser negra si me acaban de golpear y caí al suelo como una roca. Gracias a la gravedad y gracias al bastardo que me golpeo. Quería tener una linda explicación sobre mi vista pero es negra. Veo todo malditamente negro. Si veo al maldito que me golpeo que estoy seguro de que fue el gay que me quedaba mirando le partiré la madre. Al fin algo de luz. Intento abrir mi ojos y me encuentro con mas oscuridad. ¿Que mierda? Abro mis ojos para ver mas oscuridad. Esto debe ser un juego. No deberían hacerme molestar.
-Pueden sacarle la venda-escuché una voz no tan masculina. Luego vi mi alrededor. Me encontraba en una celda. No hice nada y vienen a meterme en una puta celda. Seguía observando y ví a dos chicos, uno de ellos era el de la playa. Maldito bastardo. También al frente de la celda se encontraba una mesa y detrás de ella un sillón dándome la espalda. Todo era gris. Me recuerda a la celda en que me encerraron medio día por pelear en la calle. En la pared atrás mio decían múltiples cosas, desde como matar a alguien de cien maneras diferentes hasta las tipos de armas para cada situación. ¿En donde rayos estaba?
-Bienvenido a la M.D.P-dijo una voz que se me hacia familiar, provenía del sillón que aun se encontraba dándome la espalda. No puedo jurar que es ella pero su voz era casi igual. Parecía la voz de Alessandra. No puede ser ella. ¿Que haría ella en la M.D.P? Espera, ¿Que es la M.D.P?
-Mafia de Psicópatas para ser exactos-exclamo la persona. ¿Acaso leyó mi mente? Eso quería decir que todos aquí son psicópatas. Espero que no todos. Es como poner muchos fósforos en una caja y que una chispa entre a la caja, se crea fuego. Aquí alguien empieza una pelea y no se acabará hasta que uno gane.
-No pienses así mi querido Patrick-¿Como rayos sabe mi nombre?- aquí todos son inteligentes y saben que pelear no hará nada bueno pero matar a quien yo ordene les traerá muchos beneficios-esto me empezaba a asustar. No por la parte de matar, esa es la que veo mas divertida. Digo por la parte de que sepa que rayos estoy pensando.
-¿Como sabes que estoy pensando?-fue lo único que pudé dejar salir. Quizás otros se preocuparon por su vida, por no entrar en la mafia pero no, yo me preocupo por saber como sabe lo que pienso. No podría vivir con alguien que sabe lo que pienso.
-Digamos que de cuatrocientos de quinientos integrantes pensaron lo mismo que tu en este momento-dijo la persona, o la chica. Estoy segura de que es una chica.
-No te creo-dije serio.-También dijeron eso-dijo la chica con un tono de felicidad. Quizás era porque todo estaba saliendo como quería.
-¿Y ahora?-pregunté al pasar unos minutos y ver que nadie hablaba. Se suponía que al estar aquí es porque me quieren en la mafia. Estaré o estoy en una mafia, no se si sentirme feliz o contento.
-Soldado 521, lo hemos estado vigilando desde hace meses para saber si era material adecuado para nuestra organización-dijo la chica con un tono de voz dominante. Soy un material adecuado, o sea sirvo para matar. Esperen. Vigilando desde hace meses. Todo hizo clip en mi cabeza.
-¿Desde hace un mes, Alessandra?-escupí las palabras. Y tenia razón. Siempre la tengo. El sillón empezó a moverse hasta quedar frente a frente con mi novia. Sus oscuros rizos estaban como siempre, perfectos. Tenia la típica sonrisa con lo que conseguía todo, mientras que sus ojos oscuros representaban la maldad. Ya no veía a Alessandra como la adorable que era. Ahora la veo como la mafiosa que es.
-Desde hace un mes, soldado 521-respondió con su típica sonrisa.
-¿Y si no quiero estar en esto?-pregunté.
-Entrarás obligado y dentro de días morirás misteriosamente-respondió Alessandra. En este momento me di cuenta que todo el amor que sientes hacia una persona se puede ir a la mierda en minutos. Ya el amor hacia ella se esfumo. Sentía una nueva emoción hacia ella. Enojo. Rabia. Las ganas de matar me recorrían las venas en este momento. Si tan solo no estuviera en esta celda.
-¿Cual será mi primera misión?-pregunté. No se cual será mi primera misión, pero se que la ultima será buscar venganza.
-Buen chico, ya pueden sacarlo-dijo Alessandra. No intentaría nada malo ahora. Seria algo estúpido. Salí de mi celda y ahora me encontraba al lado del chico al que le seguía teniendo arrechera. Aunque no fue su culpa. Le tengo arrechera.
-Me llamo Luke-exclamo el chico al cual no me caía nada bien. Solo asentí.
-Tu primera misión sera matar a este-me entregó unos papeles, en ellos se encontraba nombre, apellido, lugar de residencia y muchas otras cosas. Todo lo necesario para matar. Voltee la pagina. La razón por la cual va a morir es por retrasarse en uno de sus pagos. Con la mafia no se juega y menos con uno de psicópatas. Sigo con mi duda de que si todos serán psicópatas.
-¿Aqui todos son psicópatas?-pregunté. No me iría de aquí con esa duda.
-El 40% lo son, el otro 60% simula serlo-dijo seria.
Subimos unas escaleras ya que al parecer las celdas se encontraban en el sótano, al terminar de subir las escaleras todo era muy amplio, estaba en un almacén. Quizás alejado de la cuidad. Muchos chicos se encontraban, algunos teniendo una conversación con otros y algunos se encontraban solos observando todo a su alrededor. Me tendría que adaptar a este ambiente.
-¿Para cuando la misión?-pregunté a mi exnovia.
-Máximo para el martes-respondió.-Di nuestra ubicación y date por muerto-agregó.
-¿Me crees tan estúpido? Además no son la mafia mas importante-exclamé.
-Casi-dijo mientras entraba a un cuarto que supongo es su oficina. Son casi la mafia mas importante. Formo parte de una de las mafias mas importantes. Gracias trastorno, otra vez me hiciste feliz.
-Yo te llevaré a tu casa-dijo Luke.
-Esta bien, pero sigo pensando que eres gay-exclame. Salimos del almacén y el sol hizo que me sintiera como un murciélago. Pero si el sol esta y la fiesta era de noche, quizás había estado aquí medio día.
-¿Que día es hoy?-pregunté a Luke mientras íbamos hacia el carro. -9:30 de la mañana de un sábado-dijo mientras miraba a su reloj. Recorrimos una vías no muy transitadas hasta que llegamos a la cuidad. El almacén queda extremadamente lejos. Esa era la razón del porque no veía a mi novia en días. Luke me dejo a unas dos cuadras de mi casa ya que "tenia que estar en forma". También me dio un bolso donde se encontraban los papeles de mi misión y un nuevo teléfono.
Que empiece la diversión.