O4.

521 85 16
                                    

Capítulo 4:

PROMESA •

Damian Wayne sintió un intenso miedo al saber que la mansión de Mallory se incendiaba.

¿Ella ya estaba fuera? ¿Cometió alguna tontería? ¿Estaba bien?

Bruce pudo notar la preocupación bajo el antifaz, así que aceleró al batimovil y llegaron a la mansión.

Algunas decenas de adolescentes estaban ahí, junto con paramédicos y bomberos. Robin bajo del auto, y observó al grupo de adolescentes, esperando encontrar a una rubia.

No lo hizo.

-¿falta alguien?-preguntó a un grupo de chicas, siendo específicos, a Jade Cowen. Tuvo que cambiar su tono de voz.

-mi...mi amiga, Mallory, es una chica rubia, no sé si ya esta fuera...-Jade estaba preocupada y su preocupación no la dejaba hablar.

Robin corrió hasta dentro de la casa, y junto a las escaleras, pudo ver a la rubia inconsiente, el humo había hecho aquello.

Damian la tomo en sus brazos, y se percató de que la chica sostenía algo con fuerza: era el señor Köyne.

Levantó a la chica, y buscó la manera de sostener a la tortuga. Salió lo más rapido posible.

Batman lo observó. Damian sabía el significado de la mirada: yo debí entrar, hijo.

Es Mallory, tenía que hacerlo yo. Respondería él.

La llevó con los paramédicos. Kahlan corrió hasta ella y le dió la tortuga al chico.

-creo que esta tortuga es importante para ella.-comentó Damian.

Y se la llevaron a un hospital. Ayudaron a controlar el incendio, la casa era una péridida mediana.

Damian se apresuró, para poder visitarla y saber que estaba bien.

Llegó al hospital, vestido con ropa de cívil, obviamente. Los padres de Mallory no estaban, pero Kahlan estaba ahí en la sala de espera con Mike.

Cuando vieron llegar a Damian, lo miraron mal.

-¿quién carajo te aviso?-cuestionó Kahlan.

-Batman.-respondió sarcásticamente ganándose un bufido de Kahlan.-escucha, pedazo de imbecil, vengo a ver como está Mallory, no tú. Debo suponer que está aquí por tu falta de cuidado.

Kahlan apretó su puño y se fue para su asiento. Mike lo siguió.

Un doctor se acercó y les dijo que podían pasar a verla. De uno en uno.

Damian tuvo que esperar media hora hasta que fue su turno.

Llegó a la habitación. Aún en una camilla ella era linda. Mallory le sonrió.

-me dijeron que un idiota estaba en la sala de espera, pensé que era Jack.-admite ella. Damian la mira mal.

-¿eres estúpida o algo? ¡casi te mueres hoy!-reclama molesto.-¿de verdad quieres bromear sobre tu estúpido ex novio?

-wow, tranquilo, no es para tanto...

-casi te mueres por salvar a una estúpida tortuga.-comenta. Ella frunce el ceño.

-¿estúpida tortuga? ¡es el simbolo de nuestra amistad, Damian!-grita ella.-mierda, ¡¿querías que dejara morir al señor Köyne?!

-¡no quería que murieras tú!

Se quedaron en silencio.

-lo siento.-dijeron al mismo tiempo.

Rieron por lo bajo.

-déjame hablar.-dijeron. -basta.-dijeron. -cállate y déjame hablar, idiota.-dijeron.

Mallory rió a carcajadas.

-perdón por gritarte, pero sabes que fue algo estúpido.-dijo Damian, sentandose junto a ella en la camilla.

-nuestra amistad es lo más valioso para mí, Damian, incluyendo a la tortuga.-comenta ella, poniendo su cabeza en su hombro.-eres la única persona que está para mí sin importar cuando, eres la única persona que nunca me miente y la única que se preocupa por mi realmente. Y empiezo a pensar que me pasan cosas terribles cuando no estás a mi lado, el partido de fútbol de hace años y lo de hoy son claros ejemplos de lo que digo.

Creo que soy la persona que más te miente, Mallory.

Damian no dijo nada. No podía.

A veces, sólo pensaba en decírle la verdad, en decírle que él era Robin; que por eso estaba adolorido algunos días, que los moretones no eran alergías, que no contestaba los mensajes por estar vigilando no porque se quedara dormido... pero no debía decirle la verdad.

Decírle la verdad sería una condena eterna para Mallory, y él no quería hacerle eso.

-¿por qué estás tan callado?-preguntó ella, luego de esperar por su respuesta por unos minutos.-¿es por tu madre?

Su madre, ni siquiera había pensado en ello.

-es por tí, tuve miedo de perderte, Eos.-responde Damian.-promete que no harás nada como eso.

-¿cómo qué?-cuestionó confundida.

-nada que pueda provocar que te pierda.-dice él.-prometelo.

-lo prometo con el corazón, Damian.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 13, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EOS; Damian WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora