Capítulo 1 - No quiero mudarme

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Una lámpara estaba colgada arriba de donde ella se encontraba, colocada en su mano derecha, había una bonita pulsera con un dije de una flor blanca. Ella estaba sentada frente a una gran pantalla, con las letras "D E M I", sí, ese era su apodo, observaba con atención cada uno de los detalles de la imagen que esa gran pantalla proyectaba, colocó su brazo con la pulsera sobre aquel escritorio de madera color café oscuro, mientras apoyaba su cabeza en ese mismo brazo que se encontraba sobre el escritorio, estaba frustrada, no veía nada inusual en aquella foto, al parecer tendría que ir en persona, se levantó de la silla de ruedas en la cual estaba sentada y caminó con dirección a una pequeña mesa con periódicos, papeles y fotos sobre ella, volteó con resignación para ver una última vez la pantalla, hasta que vio algo inusual, una pequeña marca que se podía notar desde otro ángulo en esa imagen, ¡bingo! Lo había conseguido, eso era lo que necesitaba para por fin resolverlo, estaba tan concentrada que no se dio cuenta cuando su celular comenzó a sonar, así estuvo, sonando por algunos segundos hasta que se percató, lo sacó rápido de su chaqueta y contestó en seguida.

— ¿Hola?... — Luego de pronunciar esa palabra, un silencio se formó en la habitación para entender lo que la persona, al otro lado del teléfono le decía.

— Entiendo, salgo en seguida — Seguido de eso cortó la llamada, guardó su celular en el bolsillo de su chaqueta, para caminar con dirección hacia la puerta de aquella oscura habitación, al estar fuera de esta, se sorprendió al encontrarse con su hermano menor, justo delante de ella.

— Hola Ivy — Su pequeño hermano menor la saludó mientras estaba cruzado de brazos.

— Hola hermanito, ¿cuánto tiempo llevas ahí a fuera esperando? — Contestó justo después de cerrar la puesta tras de sí, el joven solo río un poco ante la pregunta que le habían hecho, quitando postura seria que tenía hace unos momentos.

— Eso no importa, pero no deberías estar todo el día ahí metida, debes salir — Dijo para después jalarla de su brazo derecho y comenzar a caminar por los grandes y lujosos pasillos de la mansión en la que vivían.

— Lo sé Evan, lo sé, pero no hay mucho que hacer en estos últimos días, y no es como que podamos salir seguido de este lugar — Le contestó al mismo tiempo que suspiraba con pesadez, y su expresión cambiaba a una de aburrimiento, mientras su mirada se dirigía hacia el piso; su hermano no le contestó nada, y solo se limitaba a seguir caminando.

— Por cierto, ¿sabes para qué nos llama papá? — Se detuvo mirándolo fijamente como un interrogatorio, por lo que su hermano hizo exactamente lo mismo, quedando solamente unos pasos adelante de ella, Evan se volteó para verla, en ese momento, un pequeño espacio de tensión se formó en el ambiente, ninguno de los dos hablaba, y así permanecieron por medio minuto, ya que era raro que su padre los llamara a su estudio, y más por esas fechas, en las cuales habría un nuevo lanzamiento de un producto.

— La verdad ni yo sé la respuesta, solo me dijo que era urgente y que fuéramos a verlo de inmediato — Rompió aquel silencio que se había formado entre los dos ahí presentes, regresó unos pasos para estar lo suficientemente cerca de la chica y para poder jalarla del brazo para seguir caminando.

Ella no dijo nada y solo caminó a la par de él, no tenía ganas de pelear, ni de oponerse a no ir o simplemente, no tenía ganas de preguntar, después de todo, era su padre quien los estaba llamando, él respondería todas sus dudas estando ya frente a él.

Cuando estaban por llegar al pasillo que daba al estudio de su padre, vieron un gran cuadro que se encontraba frente a los dos jóvenes, dicho cuadro era de una mujer con hermoso cabello ondulado y de color negro como la noche, con unos hermosos ojos negros y una tez ni muy clara, ni muy morena, era un punto intermedio, sin duda era una mujer muy hermosa.

¿Una sola pista?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora