¿Una sola pista?

Capítulo 2 - El inicio de la verdad

Cuando la chica giró su cabeza ya su cuerpo para atrás, pudo divisar a un chico, que desafortunadamente, no era a quien ella esperaba encontrar, es más, nunca lo había visto.

— ¿Usted es Ivy, cierto? — Preguntó mientras se acercaba.

La chica se quedó perpleja, no sabía cómo aquel chico sabía su nombre, y eso que ya iban dos veces que lo decía, bueno, tal vez sea porque su padre es famoso, y ha salido, junto a su hermano, en varias revistas, comerciales y demás, aún así, era poco problable que él supiera que se encontraba en ese lugar, en ese preciso momento, pues llevaba unos lentes oscuros, así como el resto de su familia. Los guardias iban a impedir el paso al chico, pero Ivy los detuvo.

— Hmmm ¿Cómo es que sabes mi nombre?

Ivy se quitó los lentes, dejando a aquel chico sorprendido, pues hasta entonces no la había reconocido.

— U-Usted es...

— Te pido no hables muy fuerte, no queremos causar un alboroto aquí.

El chico solo asintió sin dejar de mirar a Ivy — Me llamo Matt, y pues, Señorita Ivy, al bajar el auto, se le cayó su cartera, por eso vine a entregársela.

— ¿Mi cartera dices?, Pero si yo...

Ivy fue interrumpida, porque Matt le extendió su cartera, a lo que ella ella solo la tomó toda confundida.

— Muchas gracias, Matt, fue muy amable de tu parte regresarla — Amablemente respondió, pero sin quitar la cara de confusión en su rostro.

— No es nada, fue un placer señorita, pero, por favor... ¿Podrían usted y su hermano tomarse una foto conmigo?

Ivy volteó a ver a su hermano, quien movió ligeramente su cabeza de arriba a bajo, dando a entender que aceptaba tal petición.

— Claro, Evan, vamos acércate.

Evan ser acercó a donde estaban parados, que era unos pasos adelante de dónde el estaba, se quitó los lentes, y tomaron la foto. Su padre y demás hombres solo veían la escena.

— Les agradezco mucho por la foto que se tomaron conmigo, en verdad, muchas gracias, es un honor conocerlos en persona.

— Nosotros te agradecemos el que hayas devuelto la cartera de mi hija — Agregó el padre de ambos jóvenes.

— Como les dije antes, no es nada, me gusta ayudar a las personas... Buenos, supongo que tienen prisa, ya no los detengo más, hasta pronto.

— Hasta pronto Matt, y una vez más, gracias — Le respondió Ivy amablemente.

Aquel chico de nombre Matt se fue, mientras que Evan, Ivy, su padre Asher, y demás hombres, iban a la aduana, pasando sin problemas. Esperaron hasta que el último de sus hombres pasara, y luego de unos minutos, ya se encontraban todos en la sala de espera, la familia de tres integrantes, tenían puestos lentes oscuros, para evitar cualquier tipo de problema, pues, no es que quisieran llamar mucho la atención.

En otro lado, Matt, un joven de cabello castaño y ojos claro, solo veía de lejos lo que aquella familia hacía, para después pasar a la sala de espera, tenía una mirada que emanaba tranquilidad, sin ninguna preocupación, y en sus manos sostenía un pequeño pedazo de papel con forma rectangular.

— Muy pronto nos volveremos a ver, Ivy, Evan, y para ese entonces, me recordarán, esperaré ese momento con ansias — Dicho esto, el joven, se fue alejando del aeropuerto.

Luego de media hora de espera en la sala, por fin llamaron para abordar el avión, y así lo hicieron todos los pasajeros ahí presentes; eran las 4:40 de la tarde, exactamente cuando se subieron al avión, miles de pensamientos y recuerdos sobre la ciudad que estaban a punto de dejar atrás, invadían la mente de los dos hermanos.