Cap 1

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Me he despertado más cansado de lo normal, pero claro, ayer me he quedado entrenando 2 horas más, pero si quieres ser el mejor, debes demostrar que eres el mejor.

Me siento a la par de la cama, miro hacia el suelo y veo a Rex, el labrador mas genial del mundo...

-Buen día, muchacho...

Me miró con esa cara decaída, con canas alrededor de los ojos, claramente se notaba que lo tengo desde hace mucho; 13 años para ser exactos...

Me pongo en pie, voy al baño y me miro al espejo, nunca me había visto de esta manera, lucía de una forma diferente... mas... sexy...

-¡Hola, Guapetón! Jaja... ¿Saldrás conmigo mañana? ¡Claro que lo harás!

Me lavo la cara y los dientes, me unto crema de afeitar, voy a por una rasuradora y empiezo la labor, me toma unos 10 minutos terminar, para dar a conocer ese cutis perfecto y sin barros ni espinillas...

Me miro una última vez al espejo y me digo

-¡Vamos, Trent! A ejercitarnos...

Camino hacia el armario y escojo la ropa de ejercicio de el 2° lunes del mes de agosto...

Salgo de la habitación, no sin antes volver al baño a untarme un poco de gel en el cabello, un chico guapo como yo no puede salir sin peinar a la calle...

Cierro la puerta del cuarto despues de salir y bajo las escaleras, me encuentro a Bertha, nuestra Ama de llaves...

-¿Irás a correr?- Habla primero...

-¿Irás conmigo?

-Tengo 59 años y no tengo tiempo ni para comer... ¿Tu que crees?

-Tienes razón, hablaré con mi padre para que te de una hora libre en las mañanas para que me acompañes...

-No gracias, mejor dile que le de permiso a Wayne, el es mas joven y tiene mas tiempo...- Wayne, el que hace guardia en las noches, un chico rudo, el mas joven de la casa, ese chico de pelo corto y negro, el que me acompaña a correr en las tardes despues de clases, el que me va a acompañar hoy antes de clases...

Voy al patio trasero para encontrarme con Wayne, mi segundo favorito... despues de Rex, claro...

-¿Quieres ir conmigo, chico?

Escuché un ladrido fuerte, potente, con sentimiento que venía de ese Labrador de 4 años al que tanto quería...

Fui a buscar la correa con el nombre de Wayne, sujeté al perro con todas mis fuerzas, le puse la correa, abrí la puerta que conectaba al patio trasero con el jardín y Wayne salió de forma rápida corriendo hacia el portón electrico que nos dejaría salir a la calle...

-¿A donde irá hoy, Sr. Brown?

-Iré a dar unas cuantas vueltas por el vecindario, ya que hoy voy con este chico... y recuerda, no me digas "Sr.", dime Trent...

-Ok, cuidate...

-Eso deberías decirselo a las chicas, porque hoy me voy de casería...

-¡Asi se habla campeón!- Carlo, el hombre de la seguridad, el que me ha visto crecer desde que tengo memoria, el que siempre está sentado en esa silla, excepto en las noches, ahi es cuando viene Mike, un señor alto y robusto de piel oscura y voz muy grave, que aunque intimida, es divertido y sociable...

Comienzo a correr y en los primeros 4kms ya había visto a 7 chicas muy bonitas, pero a ninguna que me atraiga lo suficiente como para acercarme a hablarle...

Hasta el km 9, que vi a una chica de buenas piernas que corría junto a un labrador, mejor dicho una, de pelo dorado que al parecer le había atraído mucho a Wayne porque tuve que usar toda mi fuerza para que no me llevara arrastrado hacia aquella chica...

Mi padre me hablaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora