Semana temática de Harry Potter /one-shots/

Lunes

Palabra: Hogwarts

Época: séptimo año de los merodeadores en Hogwarts.

Género: fluff, erótico

Personajes/ship: Wolfstar (Remus Lupin & Sirius Black)

Advertencia: contenido sexual

***

"Sobre los anhelos de un lobo y cómo dos adolescentes se descubren"

-¿Así está bien?

-Sí- musito con la mandíbula contra el colchón de mi cama del dormitorio de Gryffindor mientras Sirius traza las cicatrices de mi espalda con sus dedos embadurnados de ungüento. Es el día después de una luna llena bastante peliaguda y tengo cicatrices nuevas, pero mi mente no puede estar más lejos de eso.

Hace un par de noches he tenido un sueño húmedo.

Con Sirius.

Y me ha servido para confirmar de una vez por todas ciertos sentimientos y pensamientos que me acechan desde hace tiempo.

Como por ejemplo el hecho de que cada vez que me masturbo se me vienen a la mente imágenes suyas. No son ni siquiera fantasías, no me imagino que es él quien me toca ni nada por el estilo... solo pienso en él, en su persona, en su torso desnudo cuando se pone el uniforme de Quidditch, sin poderlo ni en el fondo quererlo evitar.

Últimamente parezco haberme dado cuenta de que, por mucho que duela admitirlo, es mucho más cercano para mí que James y Peter. Como esta noche, que se han escapado a la fiesta que organizaba Slytherin en su sala común. Sin embargo Sirius ha insistido en quedarse conmigo en la noche después de la luna llena. Lo necesito mucho más, y lo quiero mucho más.

"Lo quiero"

Me muevo un poco bajo la mano de Sirius y una sonrisa patética se escapa en mis labios ante esas palabras pronunciadas mentalmente.

¿Pero cómo no enamorarse de alguien que te cuida así?

El sueño húmedo no ha hecho más que confirmármelo todo, y los dedos suaves de Sirius en mi espalda parecen más reales y calientes que nunca, a juzgar por mi media erección.

La mano de Sirius baja por mi espalda trazando una cicatriz hasta la cinturilla de mi pantalón de pijama, y puedo notar cómo la levanta con cuidado.

Al momento siguiente siento el cosquilleo de la magia y cómo mi pantalón desaparece. Y no solo mi pantalón.

-Eh- exclamo sorprendido.

-Me estorbaba- se limita a decir. Siento cómo desliza sus dedos por la cicatriz hasta mitad de mi glúteo.

Mi pene pega un brinco contra el colchón y mi olfato supersensible por la proximidad de la luna llena detecta el olor de mi propia excitación, lo que no hace sino excitarme más.

Mierda.

Esta es la cama de Sirius, y no sé cómo voy a poder levantarme para ir a la mía sin que él vea este trozo de carne dura que tengo entre las piernas.

-Ey, Remus, relaja- dice masajeando levemente mi nuca con cariño. Él siempre es muy cariñoso y delicado conmigo después de la luna llena, y siempre me derrite el corazón ver al malote de Black tan afectuoso.

Esa es una de las cosas malas. Sirius se habrá tirado a tres cuartos de las chicas de Hogwarts, así que por lo visto mi gusto coincide con por lo menos el del cuarenta por ciento de la población. No tengo la más mínima posibilidad, pero intento engañarme a mí mismo con el pensamiento de que últimamente parece que hace bastante tiempo que no trae chicas a la habitación.