730 107 16
                                    

La habitación estaba oscurecida cuando Ji Yong terminó de llorar. La cabeza le palpitaba. No había llorado así en años. La habitación estaba congelada porque la calefacción no estaba encendida, pero él se sentía caliente y pesado. Su garganta estaba seca.

Ji Yong no podía reunir la energía para encender la luz, así que se sentó en la oscura cocina y lentamente abrió la puerta del frigorífico. La suave luz del frigorífico hirió sus ojos. Sacó una botella de agua mineral, parpadeando contra la luz, y desenroscó el tapón. La puso en sus labios y dejó que la fría agua llenara su boca. Era más fría de lo que había esperado, y la tragó ávidamente.

Con su sed saciada, Ji Yong exhaló un suspiro de alivio. Pero el dolor en su corazón permanecía. No era algo que pudiera arreglar con un trago de agua. Ji Yong se aferró a la parte delantera de su suéter y respiró hondo. El dolor no se apagaba, si acaso, estaba más feroz que nunca.

¿Así que dormirás con cualquiera cuando estés borracho? — Ji Yong podía escuchar la tranquila voz de nuevo. Presionó con fuerza sus labios. Pensó que había llorado todas las lágrimas que tenía para llorar, pero sus ojos comenzaron a llenarse de nuevo.

El enfado de Ji Yong había desaparecido, y todo lo que quedaba en su lugar era miseria y remordimiento. ¿Eso es lo que piensa SeungHyun de mí? Fue algo jodido para decir.

Por supuesto Ji Yong no dormiría con cualquiera. Había dormido con SeungHyun porque... porque era SeungHyun.

Al segundo de pensarlo, el corazón de Ji Yong dio un vuelco.

¿Qué habría hecho si no hubiera sido SeungHyun sino algún otro hombre? ¿Y qué si hubiera sido una mujer?

Ji Yong sacudió la cabeza, con la frente presionada contra sus rodillas.

No.

No querría eso. No podía imaginar dormir con nadie más que SeungHyun. Solo imaginar dormir con un hombre que no fuera SeungHyun le ponía la piel de gallina. Ni siquiera querría dormir con una mujer. No querría que nadie más le tocara tan íntimamente y tampoco querría tocar a nadie más. Ni hablar.

Solo quería hacer eso con SeungHyun.

Un afilado dolor le atravesó, tan intensamente que Ji Yong apretó sus rodillas por acto reflejo. Su mente... no, cada hebra de su cabello, cada centímetro de carne hasta la punta de sus uñas, cada fibra de su ser estaba lleno de deseo por SeungHyun. Como para probarlo, un caliente suspiro escapó de sus labios:

— SeungHyun... SeungHyun...

Había pensado que llamar el nombre de SeungHyun reduciría el dolor, pero solo lo hizo peor. Sus sienes palpitaron y su visión comenzó a empañarse.

— ¡SeungHyun!

Lo amo.

Las palabras flotaron espontáneamente en su mente. Por un momento, vaciló. 

Eso es ridículo. SeungHyun es un chico. ¡Yo soy un chico!

Eso era lo que su sentido común estaba gritando. Pero su mente estaba demasiado entumecida para pensar más.

Lo amo.

Las palabras le atravesaron de nuevo como un hechizo mágico. Y esta vez, su sentido común no resistió. No podía. No deseaba a nadie más que a SeungHyun. SeungHyun era el único para él.

Estoy enamorado de SeungHyun.

Estas ardientes emociones, este fiero deseo de hacer que SeungHyun le perteneciera, no podía ser nada más que amor.

— Lo amo — susurró Ji Yong, y las emociones estallaron sobre él. Había pensando en SeungHyun como un buen chico, tranquilo y silencioso. Ji Yong se había convencido de que siempre miraba a SeungHyun porque era tan llamativo. Se convenció a sí mismo de que durmió con SeungHyun porque estaba borracho y que besar a SeungHyun se sentía demasiado bien para dejarlo.

Pero nada de eso era cierto.

Ji Yong estaba enamorado de SeungHyun. Por eso no había odiado dormir con el hombre; por eso no se resistió a los besos; y por eso siempre se sentía tan bien. La razón por la que no había preguntado porqué SeungHyun le besaba era porque había tenido miedo de que SeungHyun dijera que solo estaba divirtiéndose un poco.

No había sido incapaz de parar porque Ji Yong fuera adicto a los besos, incluso después de descubrir que SeungHyun tuviera novia. No había querido que SeungHyun estuviera enamorado de alguien más. Pero no podía perdonar a  SeungHyun por tener novia. Duele incluso pensar en SeungHyun besando a otra persona.

Ji Yong estaba celoso de esa chica del abrigo blanco. No quería que SeungHyun besara a nadie más que a él. No quería que SeungHyun mirara a nadie más que a él. Había dormido con SeungHyun porque era SeungHyun. Porque estaba enamorado de cada parte de SeungHyun.

Ji Yong presionó sus labios juntos, incapaz de dejar de temblar. La razón de que le llevara tanto tiempo entender sus sentimientos era porque SeungHyun era un hombre. Si SeungHyun no hubiera tenido novia, probablemente le habría llevado incluso más tiempo descubrirlo.

Piensa en ello — había dicho SeungHyun.

¿Y entonces qué? Se preguntó Ji Yong. ¿Qué se supone que haga después de pensar en ello? Amo a SeungHyun. No como amigo; quiero que me pertenezca. Quiero besarlo. Lo amo. ¿Y ahora qué?

Ahora que lo sabía, ¿qué podía hacer sobre ello? SeungHyun no solo tenía novia, además Ji Yong era un hombre. Nada podía salir de ello, incluso si SeungHyun no tuviera novia. Este amor había terminado antes de empezar, un distorsionado amor que nunca podría ser correspondido. El primer amor de Ji Yong, la primera vez que había sentido algo tan fuerte.

— Mm... — sus lágrimas brotaron contra sus párpados cerrados. SeungHyun, idiota.

No había manera de que Ji Yong pudiera volver a ser solo amigo de SeungHyun, no tras saber cómo se sentía. No podía siquiera soportar estar cerca de SeungHyun. Ji Yong ahogó un sollozo que amenazaba con escapar.

Estaré esperando —había susurrado SeungHyun. Ji Yong se daba cuenta ahora de que la voz de SeungHyun había estado llena de ternura.

¿Esperar a qué? SeungHyun realmente es un imbécil. ¿Cómo pudo decir con una voz tan tierna, que estará esperando, cuando hoy podría ser la última vez que hablemos?

『열이 나는 키스 』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora