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Ji Yong todavía podía recordar el extraño calor que había irradiado el cuerpo de SeungHyun. Rió amargamente para sí mismo. No importa cuánto pensara en ello, aún no podía entender. Lo importante era dejar de besar a SeungHyun. No era justo para la novia de SeungHyun.

Los ojos de Ji Yong se abrieron de golpe al sonido del timbre de la puerta. En su reloj ponían las cuatro en punto. Se había apresurado en volver a su apartamento y enterrarse en el kotatsu. Había estado pensando, intentando ignorar su corazón oprimido, y debió haberse quedado dormido.

Fuera de la ventana, el cielo se estaba oscureciendo. Sus brazos habían estado doblados sobre el kotatsu y ahora dolían. Su cuello también dolía por haberse quedado dormido en semejante posición antinatural.

El timbre de la puerta sonó de nuevo.

— ¿Ji Yong, estás ahí?

Era la voz de SeungHyun.

Ji Yong se levantó por acto reflejo, solo para congelarse clavado en el suelo.

¿Qué pasará si dejo entrar a SeungHyun? ¿Si SeungHyun me besa? ¿Puedo apartar a SeungHyun? ¿Qué pasa si me pongo nervioso como anoche?

— ¿Ji Yong?

Ji Yong suspiró. Estaría bien. Después de todo, SeungHyun y él eran solo amigos. Simplemente tenían que regresar a la manera en que las cosas solían ser. Excepto por liarse, actuaron como amigos todo el mes. Estaría bien. Él estaría bien. Asintió para sí mismo y se dirigió a la puerta.

— Ya voy — dijo. Desbloqueó la puerta y la abrió.

SeungHyun estaba allí de pie, sosteniendo una bolsa de plástico del supermercado en cada mano. A través del vapor de su respiración, los hermosos dientes blancos de SeungHyun se veían como brillantes perlas. Ji Yong sintió un doloroso disparo a través de su corazón, y su mano subió rápidamente a su pecho.

— ¿Puedo entrar?

De algún modo, Ji Yong se las arregló para asentir.

SeungHyun sonrió, viéndose aliviado.

— Te fuiste pronto a casa hoy, ¿no? Nunca te saltas las clases, así que Seungri y YoungBae estaban preocupados porque pudieras estar enfermo.

— No. Solo recordé algo que tenía que hacer.

— ¿Estás seguro de que estás bien? — SeungHyun se quitó los zapatos y se giró para mirar a Ji Yong, con sus ojos firmes. Sus finas cejas estaban juntas —. Te ves pálido.

Ji Yong intentó reír, pero falló. No podía hacerlo. Sin embargo, se las arregló para forzar a subir las comisuras de sus labios en una sonrisa.

— Estaba echando una siesta, así que solo estoy un poco somnoliento. ¿Qué compraste hoy? — tenía que cambiar de tema, porque no podía encontrarse con esa intensa mirada.

SeungHyun asintió y dejó la bolsa que había estado sosteniendo en su mano derecha en la encimera.

— Pensé que podríamos tomar un estofado, así que compré los ingredientes para ello.

— Oh, un estofado. Buena idea — Ji Yong echó un vistazo a las bolsas. Estaba aliviado de poder escapar a los ojos de SeungHyun, pero se sentía extrañamente vacío.

¿Qué está mal conmigo? Nunca me he sentido así antes.

— Tofu, col china, zanahorias, setas enoki, cerdo, fideos y salsa ponzu. Compraste un montón de cosas. Te pagaré la mitad luego, ¿vale? — dijo Ji Yong con voz animada y SeungHyun rió un poco.

『열이 나는 키스 』 » GTOPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora