No conoce de modales pero intenta amar.
Es rudo al tacto pero aprecia una caricia.
Es gobernado por los instintos aunque intenta controlarse por su más adorado amor.
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ADVERTENCIA
- Historia del género Yaoi
- Con cont...
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Pov. Eren [...]
Mi mente estaba en blanco, giré mi cabeza tratando de buscar una linterna o algo que me ayudara a iluminar el lugar. Encontré la linterna y corrí lo más rápido que mis piernas permitieron, salí de la cabaña sin dudarlo.
Y allí está él, se ve muy distinto.
Me acerqué con temor de pensar que era una ilusión o algún sueño. Baje la mirada cuando estaba casi cerca de él. Extendí mis brazos y con mis manos temblorosas toque su rostro.
Sentí tanta alegría que sin percatarme empecé a llorar, lo abracé y él solo correspondió.
- Levi - Dije con la voz quebrada. Trataba de calmar mi llanto, lo abrazaba con tanta fuerza y él solamente correspondía mi abrazo y olfateaba mi cuello.
- Eren - Pronunció cerca de mi oído.
Mi cuerpo entero se estremeció al escuchar su voz nuevamente. Cuatro años sin verlo, aún no podía creer que apareciera tan repentinamente.
Nos quedamos unos minutos en la misma posición hasta que mi piel volvió sentir la temperatura helada del clima. Nos separamos aunque yo traté de evitarlo.
- Entra y duérmete. Quizás vuelva mañana. - Dijo Levi con el ceño fruncido y con el tono de voz un tanto enfadado.
- ¿Enserio?... ¿Donde estabas? ¿Por qué te marchaste cuando yo te necesitaba tanto? ¿Que te pasa?
Volví a tener la necesidad de llorar, ¿Qué es lo que le pasa? Estuvimos cuatro años separados, estuve buscándolo durante todo este tiempo y solamente regresa para decirme eso. Poco a poco empezaba a enojarme.
- Te están esperando, regresa a la cabaña y duérmete.
No comprendí, giré mi rostro en dirección a la puerta de la cabaña y vi a Farlan cubierto con una sábana blanca mientras bostezaba. Tome a Levi de la mano y con fuerza jalaba su mano para entrar junto a él.
Farlan se apartó y dejó que entramos, luego entro él y cerró la puerta. Encendió la luz que por suerte servía y senté a Levi en el sofá.
- Debo irme, mañana tengo que madrugar para trabajar.
- ¿Trabajar? Que sucedió contigo Levi... - Dije con un tango de sorpresa.
Me senté junto a él, observé su vestimenta. El Levi que había estado conmigo es totalmente distinto ahora.
Una camisa blanca y una corbata negra junto a un pantalón y zapatos del mismo color se le veían muy bien a éste tonto pulgoso.
Sonreí, volví a abrazarlo dejando mi rostro entre su cuello. Sentí como su corazón latía. No dije nada al igual que él. Sentí una mirada y observé a Farlan. Él me veía de forma atenta con una sonrisa de incomodidad.
