No conoce de modales pero intenta amar.
Es rudo al tacto pero aprecia una caricia.
Es gobernado por los instintos aunque intenta controlarse por su más adorado amor.
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ADVERTENCIA
- Historia del género Yaoi
- Con cont...
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Pov. Eren [...]
Decidí faltar a la escuela, no debía dejar solo a Levi en la casa sin darle alguna instrucción. Debía de conocerlo mejor para poder ayudarlo. Pero se esta complicando, no dice nada y solo quiere que le acaricié las orejas. Eso hace que se tranquilice pero necesite que colabore conmigo y me cuente todo lo que sabe.
Así que Armin y su abuelo no estaban en casa.
Levi y yo estábamos solitos en la habitación.
Yo estaba vigilando por la ventana si algo malo pasaba, pero por el momento todo estaba tranquilo, escuché unos murmullos y pose mi vista al bulto cubierto con una sábana en la cama.
Levi se estaba despertando, pasó dormido toda la noche. Al parecer si estaba cómodo, era lógico. Estar por mucho tiempo encerrado y sin dormir cómodamente debió ser mucho más que incómodo.
Él se levantó de la cama y me miró con una sonrisa - Hola - dijo con la voz ronca.
Me acerqué a él - Buenos días pulgoso - respondí y le acaricie la mejilla.
Soltó un suspiro y se dejó caer en la cama. No dije nada, no quería aburrirlo, además de que no quería abrumarlo. Necesitaba hacerle muchas preguntas pero por el momento solo pienso pasar tiempo con él para hacerle olvidar lo mal que la paso encerrado en ese asqueroso sótano.
- ¿Tienes hambre? - pregunté en el momento en que me acosté junto a él en la cama desordenada.
El suspiro con pesadez - No... Aún no debo comer. - respondió.
No dije nada, me quedé callado y me levanté de la cama. Levi me tomo de la mano y me acercó hacia él. - Si quiero comer... Pero no te vayas. Aún recuerdo cuando te marchaste y no llegaste conmigo durante mucho tiempo.
Recordé esa vez, era lógico que me comportará de esa forma, tenía miedo porque un lobo tonto me atacó. Y como resultado tengo una cicatriz en mi mano.
- Recuerdo que alguien me mordió.
Él bajo la mirada y negó con la cabeza. - Lo siento, no sabía cómo controlarme. - admitió.
Abrí los ojos ampliamente. Él era ese animal. No podía creerlo. ¿Qué fue lo que mi padre hizo?
- Vamos a desayunar. - dije, estaba impresionado y sorprendido por las palabras que Levi dijo.
Cambie mi expresión, sonríe y tome su mano, salimos de la habitación, fuimos a la cocina y busque algo para desayunar. Encontré un pastelito. No pensaba ni en tocarlo ya que era de Armin y se que se enojaría mucho si ya no lo encuentra. Prepare rápidamente un par de huevos revueltos con tostadas. Era algo simple pero no sabía que darle de comer a Levi.
