Nerd {Cancelada}

A Japón 🇯🇵

La escuela me gusta, bueno, y como no si lo único que hacemos es colorear, también me gusta leer, aprendí a hacerlo a los 3 años y medio y es una de las cosas que más amo en la vida, a veces leo los libros de Vegeta y son bastante interesantes aunque él diga lo contrario.

El que más me gusta es el libro de matemáticas, espero que pronto pueda estudiar como él.

Salimos al parque un rato, a él le gusta jugar skateboard con sus amigos y como llevaba aún su mochila me puse a leer un libro.

– Oye niño ¿Quieres jugar? –

– No, mi hermano me dejó aquí y además estoy leyendo –

– Eres un niño muy raro –

– Y tú uno muy común –

Jajajaja ni siquiera sé porqué le dije eso, pero bueno, claro está que se fue molesto.

– Jajajaja ¿Un niño muy común? –

– Me estaba molestando –

– Pequeño insecto, así se hace, demuéstrale quién manda –

Me dio una cálida sonrisa de esas que pocas veces me dejaba ver.

– Turles, Raditz y yo iremos por un helado ¿Vienes? –

– ¿Pensabas dejarme? –

– Sígueme antes de que me arrepienta –

Mi hermano, tan cariñoso como siempre ;-;

La tarde fue bastante tranquila, y hubiera sido perfecta de no haber sido porque me dio un terrible dolor de cabeza. Era bastante insoportable, no aguante más y le dije a Vegeta.

– ¡ahg! Vegeta –

– ¿Qué quieres? –

– Me duele mucho la cabeza, realmente no soporto el dolor –

Suspiró pesado y se despidió de Turles y Raditz, yo hice lo mismo bastante apenado.

– Lo lamento mucho Vegeta –

– Ya que sólo vamos a casa –

Tomamos nuestras cosas, y fuimos a casa, me dio algo para el dolor de cabeza y algo de comer.

– ¿Quieres una sugerencia? –

– Claro –

– Ve a dormir antes de que papá venga –

Excelente sugerencia. Terminé de comer y me fui a mi habitación, papá llegó en ese preciso momento.

– ¿Dónde está esa pequeña escoria? –

– ¿Tarble? –

– ¿Quién más? –

– En su habitación, tenía sueño y se fue a dormir –

– Mejor, así no tengo que verlo –

Agradecí mentalmente a Vegeta por esa sugerencia, no me dormí, me puse a leer uno de los libros que tenía en mi habitación.

2 años después...

Las cosas no han mejorado mucho, sigo siendo la decepción de mi padre y a diario me lo recuerda.

Sigo odiando los deportes, pero no todos, ahora solo son los que involucran una pelota, grande o pequeña, y es que les tengo pánico a las pelotas, en la escuela siempre me las lanzaban todas, aun lo hacen y por eso les tengo miedo.

El torneo de fútbol se acerca, papá quiere que participe pero realmente no quiero, y no lo haré.

– Ya estás inscrito, si llegas a decepcionarme, será tu fin –

– No quiero participar –

– No es una opción, debes seguir la tradición o dejas de ser un Prince –

Ya estaba bastante lastimado como para aguantar más golpes de su parte, así que me resigne y acepté mi destino.

– ¿Todo bien? –

– Claro, todo perfecto, igual que siempre –

– Pues lo siento señor sarcasmo –

– Lo lamento Vege, realmente no quiero hacerlo, no quiero jugar –

– ¿Por? –

Lo mire serio, es obvio que él sabía, y no parecía importarle.

– Solo, intenta no ser un fracaso –

Se fue, diciéndome lo mismo, "intenta no ser un fracaso" lo intento, pero me es imposible poder complacer a papá y a él. Mamá nunca está, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que la vi. No tengo amigos en la escuela, solo me buscan cuando necesitan ayuda en las tareas, las cuales siempre termino haciendo yo, quiero irme, escapar de todo y sentir que no soy un fracaso, pero ese es mi destino al parecer, ser una decepción para todos, yo nunca lograré hacer nada, mi padre me considera una basura, para mamá soy un fantasma y Vegeta pues le da igual lo que me pase.

Mi padre es el jefe de una empresa, debido a eso puede faltar cuando quiera, es una empresa bastante exitosa.

El partido dio inicio, estaba nervioso, asustado y quería que el fin del mundo apocalíptico diera inicio.

Puedo hacer cálculos matemáticos, puedo describir la composición de la materia, puedo narrar la historia del país, citar textos de grandes escritores, pero no puedo jugar fútbol.

Intenté calcular la velocidad a la que venía la pelota y la fuerza que tenía que aplicarle para que la distancia fuera correcta, identifique el material del que estaba hecho para comprobar su resistencia y me robaron el balón, tanto esfuerzo para nada ;-;

El juego terminó, esta vez mi equipo perdió, y yo era el líder, así que estoy muerto.

– Eres un estúpido, Prince –

– Por tu culpa perdimos –

– Por eso no quería jugar con un líder como tú –

– Mejor te hubieras quedado de porrista con las chicas –

Me alejé rápidamente de ahí, no quería escucharlos más y no podía hablar, me había quedado paralizado.

– ¿Qué pasó, Prince? ¿Acaso este niño se hace llamar tu hijo? –

– Pensé que los Prince nacían para el fútbol, tu primogénito es un maestro en el campus y en cambio él, tengo dudas de que sea realmente de la familia –

Toda la familia de mi padre había venido a verme, estaba furioso y muy probablemente hoy sería mi muerte.

Al llegar a casa hizo que me quitara el uniforme, golpe tras golpe, insulto tras insulto, así era como lo pasaba. Estaba harto de todo esto, una vez pensé en suicidarme porque realmente no podía más, el bullying en la escuela, la ausencia de mamá y la indiferencia de Vegeta me mataban poco a poco, pero lo que realmente me dolía, no eran los golpes, sino el odio de papá.

– Eres una maldita sabandija, un pequeño insecto, pero decepción más grande de este mundo, una basura total, ni siquiera eres digno de ser llamado mi hijo, mejor hubiese pagado un aborto en lugar de tenerte, no sabes como te detesto –

– Si tanto me odias, envíame a Japón entonces – lo dije, no, lo grité sin pensarlo realmente.

Un fuerte dolor de cabeza se apoderó de mí, el dolor era insoportable, los he tenido desde hace ya varios años, y solo Vegeta sabe donde están los analgésicos.

– Acabas de darme una gran idea –

Vegeta y yo lo miramos sorprendidos, ¿Realmente va a enviarme a Japón?

Eso está del otro lado del mundo, no digo que no quiera pero es obvio que me enviará solo. En que carajos me metí...