Perritas

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Esa noche, Nappa me dio el traje que usaría para la obra, sería dentro de 3 semanas pero necesitaba estar preparado.

Era un traje increíble constaba de un pantalón azul y una camisa de cuello alto y mangas largas del mismo color, las botas eran blancas con pequeños detalles de rojo, la armadura también los tenía y los guantes eran completamente blancos, el pantalón incluso tenía una cola de mono tal y como lo requería la obra.

– ¿Te gusta el traje?

– Es perfecto, gracias.

Luego de cenar nos fuimos a la cama, pero por más que trate no pude dormir, el insomnio me atacó de nuevo.

Cuando finalmente dieron las 5:30am era hora de "despertar" así que fui a prepararme para ir a la escuela.

Cuando estuve listo, bajé a la sala, pero hubiera preferido no hacerlo.

Señor Prince, le he enviado por correo las calificaciones del pequeño Tarble, debe sentirse orgulloso de que son las mejores de toda la escuela.

– Eso a mí no me importa en lo absoluto, ese mocoso no me sirve de nada.

– Pero, señor, ¿Cómo es posible que hable así del pequeño? Es un genio comparado a los demás niños de su edad.

– Para mí no es más que un maldito nerd, es una deshonra para mí familia.

– No entiendo por qué si desprecio, ¿Tanto le importa un deporte?

– ¿Crees qué es por qué no sabe jugar? Te diré algo, sí tiene algo que ver que sea un inútil en el campo de fútbol, pero no es lo que más me molesta, ese mocoso nunca fue digno de portar un apellido como el mío por el simple hecho de que es fácilmente manipulable, no demuestra el orgullo que un Prince tiene, la idea tras tanto castigo era que demostrara orgullo, no sólo verlo llorar como una estúpida niñita, no me arrepiento nada de haberlo enviado al otro lado del mundo, de hecho ni importaría si muriera y nunca más lo vería, para mí él no existe, no es más que un aborto andante.

– Creo que lo que usted quería eran los informes de la empresa, se los enviaré esta tarde sin falta, y lamento haber desviado el tema principal.

– Que no se vuelva a repetir, ese imbécil ya no me importa en lo absoluto.

Eso era lo que mi padre pensaba de mí, sin querer escuché esa conversación desde el principio hasta el final, Nappa no notó mi presencia ya que una pared nos dividía, sin pensarlo subí a mi habitación y lavé mi rostro, con tal de disfrazar las lágrimas con el agua, nadie me vería llorar nunca.

Bajé 10 minutos después luego de calmarme, ya listo para ir a la escuela.

– ¿Estás listo? – Me preguntó tan gentil como siempre, como sintiendo lástima por mí.

– Sí – le respondí con la misma "alegría" de siempre.

Desde entonces solo fingí estar bien, porque realmente me estaba muriendo por dentro.

...

A la hora del receso, salí a comer sentado debajo de un árbol, solo, como siempre.

– ¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí?

– ¿Qué pasa? ¿El pequeño nerd no tiene amigos?

Nerd, el mismo "insulto" que el señor Vegeta había utilizado.

No les respondí ya que me perdí en ese pensamiento.

– Te estoy hablando, no me ignores.

– Dejen de molestarme, yo nunca les he hecho nada.

Nerd {Cancelada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora