2: Rojo

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Era rojo.

Apoderándose de sus ojos. Un rojo intenso, brillante y rutilante.

Un color hermoso pero, en un momento como aquel, solo le transmitía terror. El rojo de la sangre, vida que se escapaba. En sus manos, en el suelo, en el suave azul de sus jeans. El cuerpo de Mark seguía sangrando, justo frente a él.

Tan rojo.

-¡¿Cómo te atreves?! -El bramido cruzó sus oídos y apenas tuvo tiempo de reaccionar al ver cómo el rojo se desvanecía de su campo visual con un movimiento ágil.

-¡Mark, espera! ¡No…! -Intentó detenerlo, pero solo quedó aquella sangre roja en sus dedos. Mark se levantó del suelo, a pesar de tener esas heridas, a pesar de la sangre que manaba de su costado, oscureciendo aún más su negra sudadera, dejando gotas rojas por doquier. Se levantó, colérico, furia en su mirada, en el rojo de sus puños tensos y magullados. Ira.

Todo rojo.

Mark se levantó y siguió peleando.

Jackson quiso hacer algo, ayudar de alguna manera, pero el terror seguía dominando su cuerpo. Petrificando incluso las lágrimas en sus ojos. Todo había sido demasiado rápido e inverosímil. Un momento estaba siendo golpeado por aquellos tipos, y al otro estaba Mark allí, defendiéndolo, devolviendo cada golpe como una especie de héroe oscuro y violento. Uno que no escatimó fuerzas a la hora de repartir puñetazos y patadas por doquier.

Y lo había hecho hasta que un brillo metálico cruzó el aire para hundirse en su carne. Mark se desplomó, jadeando, un gruñido partió de su garganta a la vez que constataba, en su propia mano, aquel rojo que abandonaba su cuerpo a borbotones.

“¡Hyung, estás sangrando!” había dicho Wang en un susurro y Mark solo jadeó, enojado, su mirada iracunda posándose de nuevo en aquellos tipos.

“Está bien” contestó, Jackson trataba de detener la sangre, apretó su herida, a punto de sollozar. Sin embargo, Mark no dejó que el menor lo ayudara. Se levantó de nuevo, dispuesto a terminar lo que había empezado. Aun con más furia, aún más decidido.

Y Jackson solo observó, aterrorizado, hasta que el último golpe fue dado.
Mark escupió sangre después de ver el cuerpo contrario desplomarse. Un suspiro cansado partió de sus labios a la vez que retrocedía y se dejaba caer junto a Jackson, en el sucio asfalto de aquel callejón. Su pecho subiendo y bajando, agitado, pero complacido con la victoria.

-¿Por qué hiciste eso? -Jackson le reprendió con la mirada, preocupado, a la vez que rasgaba su propia camiseta para ayudar con el sangrado-. Incluso te apuñalaron.

Mark solo sonrió, levantando su sudadera.

-Apenas fue un corte. -dijo, mirando la herida por sí mismo.

-No… No fue solo un corte. ¿Por qué me defendiste? Esto pasa siempre, solo me golpean hasta sentirse satisfechos y se van. No necesitabas meterte en este lío… ahora estás sangrando, hyung.

-¿Querías que permitiera que te golpearan?

-¿Acaso tienes alguna razón para defenderme? -Jackson sonaba enojado, su voz cargada de reproche. Era su defensa usual, su manera de siempre apartarlos a todos para no salir lastimado, o peor, lastimar a alguien más. Sonaba a reproche, sí, pero seguía haciendo jirones con su camiseta para detener la sangre de Mark, seguía urgente y nervioso, listo para cargar con él hasta el hospital más cercano.

-Lo hice porque me gusta…

-¿Qué? -Jackson se detuvo, mirándolo con sorpresa, sin realmente entender a que podría referirse el mayor con lo que acababa de decir-. ¿Te gusta que te golpeen?

-No… -Mark sonrió y llevó una de sus manos a la mejilla de Jackson. Lo miró a los ojos, acariciando con sus yemas los rojizos moretones en su cara-. Me gusta el rojo en tus mejillas… no éste, sino el que tienes usualmente cuando hablo contigo. El rojo ligero y bonito, el que contrasta con tu ceño fruncido. Ese rojo inocente y suave.

Jackson apartó la vista, extrañado y avergonzado a la vez.

-Sí, justo así… -Mark sonrió aún más, dejando ver sus dientes-. Ese rojo.

-¿Y-yo…? -Jackson llevó el dorso de una de sus manos a su mejilla-. ¿Me sonrojé?

-Sí… -Mark apartó su mano para levantarse con cierto esfuerzo-. Siempre que hablo contigo lo haces.

-¿Lo hago?

-Sí, lo haces… y ahora que te he salvado, me debes algo.

Jackson se levantó también, mirándolo, confuso.

-¿No dijiste que me habías salvado porque querías?

-Lo hice, pero deberías agradecerme.

-Bien… -Jackson cedió después de un par de segundos-. ¿Qué quieres?

-El rojo de tus mejillas…

-¿Qué?

Mark volvió a sonreír y estiró una mano para revolver el cabello del menor.

-Solo quiero verlo más seguido, no me apartes más… es mi tono de rojo favorito.






Corrección: mili_ngu

Jackson's Week [Rainbow Colors]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora