Obsesión Mortal [Jelsa]

Parte 2

El caos se desata a mi alrededor. A pesar de mi estado casi inconsciente, alcanzó a escuchar los gritos y lamentos de varias personas. Realmente algo malo está sucediendo a mi alrededor y yo no logro ponerme en pie, tampoco abrir los ojos. Solo logro percibir el dolor y sufrimiento de muchos.

Mi cuerpo tiembla y se siente pesado, mi pulso se acelera cada vez que escucho una queja y todo de mí se estremece ante el toque frío de un poder oscuro; que imagino que sigue rodeando esta parte de la ciudad. Respiro con dificultad, me duele la cabeza, los oídos, y sobre todo... El pecho. Grito cuando no soporto el escozor allí dentro y deseo que esto termine ya, que lo que sea que me está hiriendo me consuma y ya no sienta nada.

El tiempo pasa, lento o rápido, no lo sé. Pero con las pocas fuerzas que me quedan puedo abrir lentamente los ojos y lo primero que alcanzo a ver es el cielo nocturno. No me había dado cuenta antes, pero ya no se escucha ningún sonido, mas que el de mi respiración. Al parecer todo a vuelto a la calma o yo... Ya estoy muerto.

Parece que no porque, a pesar del dolor en mi cuerpo aún tengo energía para levantarme, y así lo hago, aunque me cuesta al principio; ya que un mareo me azota y casi me hace caer, pero consigo estabilizarme a tiempo para ver lo que sucede, solo que... No era lo que esperaba.

Se me corta la respiración al ver cuerpos tendidos en el suelo de distintas personas. Todo es desolación y muerte. No hay nadie en pie... A excepción de mí. Pero, creo que he empalidecido tanto que mi rostro se asemeja al de las personas que perecieron a manos de algo, o de alguien.

¡Menuda mierda. ¿En qué estoy metido? parece un maldito cuento de terror!

Trato de controlarme para no tener un ataque de ansiedad. Respiro una y otra vez, pero mi mirada no se aparta de los cadáveres a mi alrededor.

Tranquilo, Jack. Inhala y exhala. Todo va a estar bien.

Me miento a mí mismo por que no sé qué hacer. Quería algo nuevo en mi vida, pero esto es... Espeluznante.

—¡¿Qué es esta mierda?! —le grito a la nada en busca de respuesta, pero lo único que escucho son fuertes sollozos cerca de donde estoy.

Es la chica de cabello platinado quien llora a cántaros, rodeada de muertos, que estoy seguro que ella fue la causante de todo esto, sino ¿quién más? Ella continúa lamentándose y cubre su rostro con las manos, mientras que se encoge en sí misma. Verla así hace que me sienta mal. Sé que debo tenerle miedo y no lastima, pero todo está mal, jodidamente mal.

Vuelvo a tentar al destino y dejando a un lado la incertidumbre que me acoge, tomo coraje y me encamino hacia ella. Puede que me destruya como a todos, sin embargo, corro el riesgo porque quiero respuestas; como ¿de dónde salió? ¿qué clase de criatura es? Y la más importante: ¿por qué soy el único que sigue vivo?

Llego vivo hasta estar a centímetros de ella. Cuanto más estoy cerca de su cuerpo siendo que mi pecho arde. Algo hace en mí que duele bastante y hace que empiece a dudar de hablarle.

—O...oye —consigo decir.

Su llanto cesa, retira las manos de su rostro y... Me mira. Mierda, me mira de una forma que jamás me han visto. Sus ojos me trasmiten tristeza, desolación, miedo. Inevitablemente mis manos tiemblan y una capa de sudor cubre mi cuerpo. Quiero correr, escapar de ella y evitar una muerte estúpida, pero su mirada me ata aquí y lo único que soy capaz de hacer es acuclillarme frente suyo.

—¿Q...qué, qué hiciste? —mi lengua se traba con cada palabra que me permite pronunciar —¿Q...qué eres?

La chica vestida solo con una prenda oscura y sin calzado, me dedica una mirada suplicante y sus ojos se vuelven a empañar de lágrimas sin derramar, pero no responde, abre su boca para sollozar y veo que sus labios son pálidos y delgados, parece enferma.